Pruebas de poder

Prueba 8: Parte 2

Sigo esperando a quedarme dormido para siempre, pero sigo respirando.

Al cabo de un rato veo que las nubes que me cegaban desaparecen y consigo ver. Me molesta la luz por lo que abro poco a poco los ojos. También empiezo a sentir cada parte de mi cuerpo y mis oídos se destaponan. Por fin consigo abrir los ojos completamente y a lo lejos se van. ¿Cómo lo he hecho? Si tendría que estar muerto. A lo mejor han sido mis amigos. ¿Será el poder secreto de Jenn? Espero que sí. Mis amigos me han salvado.

Ya cuando no veo por ninguna parte a nadie peligroso intento salir. No me cuesta tanto, solo apartar las raíces que me envuelven.

Vuelvo a estar de pie y los dolores vuelven. Son como mil apuñaladas en un segundo. Intento curarme con mi habilidad. Tardará mucho, pero empieza a funcionar.

A lo mejor se han ido de aquí o se han quedado.

- ¿Chicos?

Nada responde, estoy solo. Llevamos mucho tiempo acampando para descubrir donde puede estar el portal que nos lleve a la siguiente prueba, no tengo ni la más remota idea. Un lugar donde todo el terreno no afecta a menos que te metas en un lugar donde no eres. Un lugar de donde no eres...

Camino hacia donde estaban antes los chicos. Si estuviesen me chocaría con ellos, pero por mucho que agite el brazo no aparecerán. Estoy solo.

Me debería mover para buscarles, pero no sé que hacer. Se han ido para no verme morir y no volverán a pasar para ver mi cadáver. Habrán ido a un lugar donde no estén mal. El río no. El bosque es lo más probable. Tengo el bosque a unos cien metros. Toca andar para encontrarles. Antes estábamos en grupo, ahora estoy solo y herido.

¿Por qué habrán huido si iba a sobrevivir gracias a ellos? Me hubiesen esperado. Pero si ellos no sabían que iba a seguir vivo y no me ayudasen a hacerlo, ¿quién lo hizo?

Llevo horas andando y la noche empieza a aparecer. Ellos acamparán y yo tendré que buscarles para alcanzarlos. Me quedarán unos diez metros para entrar al bosque.

Si hubiese muerto hubiese sonado mi muerte. No lo sé por qué no escuchaba en esos momentos.

El primer árbol aparece y ya hay bosque. Me meto en él y solo veo oscuridad. No veo nada de nuevo. Esto de no ver ya me harta. Cojo un palo y hago fuego. Odio romper partes de árboles.

Con una antorcha me adentro. Espero que no haya más enemigos cerca. Nunca me he alterado tanto, este lugar me altera.

De vez en cuando hablo para que sepan que estoy aquí. Si sonó mi muerte, me tomarán como una trampa. Ahora si que estoy perdido. No son tontos y no me contestarán. No puedo hacer nada. Ningún modo para que sepan que estoy vivo a menos que... encuentre el portal y anuncien que me he metido. Tendré tiempo muerto, pero me dará tiempo a recuperarme mientras vienen. Ahora tengo que volver a la pradera.

Me levanto cuatro horas más tarde y no ha amanecido, pero me da igual, salgo del bosque y voy a la pradera.

***

Tardo bastante en llegar al principio de la pradera. Desde aquí se ve mi árbol de mi muerte. Sigue ahí. Está lleno de flores y hojas verdes. En mi villa nuestro cementerio es de árboles y siempre describen nuestra historia en ellos. Me acerco y la busco.

La localizo en la parte baja. Está como grabada. Sale un chico que soy yo. Lo que dice que siempre he sido cariñoso y bueno, un chico muy listo y que siempre le ha gustado estar rodeado de familia, pero que desgraciadamente le tocó venir a este lugar y aquí falleció.

- Lo siento pero este árbol todavía le falta historia.

Lo toco y me voy hacia el otro lado.

Las flores desaparecen a unos veinte metros del árbol ¡claro! De repente se donde está el portal.

Camino y corro. Camino y corro. Así sucesivamente hasta que encuentro la puerta la cual entré una vez y salí de ella con quemaduras. Estoy en frente de la zona de Oscuridad. Debe de estar aquí. Quieren que me atreva a meterme. Me armo de valor y entro.

Las quemaduras son muy leves, no duelen. Habrá disminuido el poder.

Hay tres portales en vez de dos. Uno es el mio, el otro de James y el otro es muy colorido, de Jenn.

Corro hacia ellos. Quiero que sepan que sigo vivo y que vengan ya. Piso en un sitio y cruje y poco a poco las piedras moradas caen a una especie de lava. Me transformo en hojas y consigo llegar en cuestión de segundos en frente del portal. Ya no caen más rocas, ahora vuelven a su lugar formando su camino. Espero que se den cuenta y se salven de caer a la lava. Paso por el portal y solo toca esperar.