Prueba 12

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Caigo al suelo golpeándome el brazo derecho. Siento la humedad del entorno y el frío. El viento ruge y yo me encuentro intentando levantarme, pero este lugar me apaga y consume. Lo siento.

Intento levantarme y busco a James y a Jenn pero lo único que encuentro son paredes de roca desgastada y llena de musgo a mi alrededor. Miro al cielo y veo al sol escondido entre nubes. ¿Qué es esto? ¿dónde están los demás? Salgo corriendo en su busca. A lo mejor han aparecido cerca mía, detrás de las paredes pero no, el camino de detrás de la pared no tiene salida y está vacío.

Sigo vagando entre los caminos pero solo veo roca y musgo. Algunos caminos van a la izquierda, otros a la derecha, otros van en círculos,en fin, que me he perdido nada más llegar a este lugar. No sé donde estoy y no sé de donde partí.

- ¡James!

Gritar llamándole no es una buena opción, ¿pero que otra cosa puedo hacer?

- ¡Jenn!

Nada. No responde nadie. Podrían hacer algo para saber donde están, pero se delatarían. ¿En que lugar me han metido?¡en que lugar! Me empiezo a desesperar. Estoy solo en un lugar dónde hay personas que solo quieren sangre. Estoy solo.

De vez en cuando veo un animal, he intento cazarlo ya que la bolsa la tenía Jenn y me muero de hambre y tengo sed.

Hemos pasado bastante y por fin estamos en la última prueba. Cuando uno está solo no sabe que hacer y lo que he hecho es repasar todas las muertes y contar las personas que quedan. Han muerto diez y quedamos diez y de esos diez, cuatro son letales. Jenna no ha muerto. Recordarlo hace que sonría porque todo lo que ha pasado por ahora no era bueno.

***

Tres horas llevo ya dando vueltas y vueltas en este lugar. La falta de agua está haciendo que me ponga de un color grisáceo y eso es mala señal. Tengo miedo ha perder el conocimiento porque si no estaré a merced de este lugar. Tengo miedo de llegar a la locura. No puedo.

Corro otra vez aunque no debo y encuentro un camino nuevo después de tanto perderme. Me meto por él y lo que veo es otra pared. Sin salida.

Apoyo mi espalda contra la pared musgosa y me deslizo por ella. Me acabo de percatar que un monstruo de la prueba anterior me arañó destrozando parte de mi ropa.

Gotas producidas por la humedad caen por el musgo y después caen en mi hombro desnudo. Me ha dado una idea. Coloco mis manos en forma de cuenco y dejo caer las gotas en ella, así tras un tiempo tendré agua para beber.

Ya abastecido salgo del camino sin salida y me meto por otro en el que da otro camino por el que me meto. Recuerdo que en la prueba anterior cuando me dieron los arándanos me dejé cuatro para después, cojo uno y me lo meto e la boca. Lo saboreo y me lo trago.

Escucho pasos detrás de la pared de mi derecha. Podría ser cualquiera. Si me han separado de James y de Jenn tenemos que estar cada uno en un punto diferente en este lugar. Pego la oreja a la pared y lo pasos cesan y en un segundo un aguijón enorme sale de la piedra a tres centímetros de mi cabeza. La chica de Veneno. Corro.



Tras varios minutos de girar a la izquierda, derecha e ir recto, siento que he perdido de vista a la chica de Veneno. Escuchaba sus pasos a pocos metros tras de mí. Eran rápidos y lo que no me creo es que no me haya cogido. Una vez escuché su nombre, se llamaba Clea y me dijeron en mi villa que tuvo problemas con su familia lo que hizo que fuese así. Su melena castaña y ondulada cae siempre por sus hombros y sus ojos verdes son difícil de olvidar.

Estoy cansado y necesito volver a beber agua. Hago lo mismo que antes, me arrodillo y a esperar.

Diez minutos más tarde he bebido y me levanto para ir en busca de James y de Jenn.

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