Enredos de una adolescente.

Capítulo 19

RUBÉN:

Son las once y media, busco a Cristina con la mirada. Una pesada de mi clase se ha sentado junto a mi en el sillón, me ha agarrado el brazo y se ha recostado encima mía, no me deja levantarme.

-Sofía, ¿te puedes quitar?

-No..mm..dame un besito-arrastra las palabras.

-¿Ya estás borracha?-río.

-¡No!

-Vamos al baño a echarte agua.

La levanto y la sostengo para que no se caiga, la meto en el baño y le echo agua en la cara, se la seca con una toalla y se arregla de nuevo.

-Sal, voy a hacer pis.

Salgo y me encuentro de bruces con Cristina.

-Por fin te encuentro.

-¿Sabes si hay alguien dentro?

-Sí está...-antes de terminar Sofía sale.

-Ya estoy-se tambalea y la agarro, se recuestra sobre mi.

Antes de darme cuenta Cristina ha entrado al baño, saco a Sofía para que le de el aire, luego hablaré con Cristina.

Sofía va a mi clase desde primaria, somos buenos amigos, a veces nos liamos pero sobre todo somos amigos, tenemos mucha confianza y nos ayudamos. Ha estado saliendo con Alberto durante un año aunque antes estuvieron casi otro año de lio, discutieron hace un mes y entre ellos la cosa no está muy bien. Ella es muy guapa, alta, delgada pero no demasiado, tiene unas curvas bien definidas por lo que es inevitable no mirarla, su pelo en moreno largo, piel tostada y ojos miel. Discutieron porque le dijeron a Alberto que Sofía se había enrollado con otro dos o tres veces, pero yo no lo creo y ella jura y perjura que es mentira. A Sofía le gusta pasarlo bien pero cuando tiene novio lo respeta.

-¿Tienes un cigarro?

-Sí- nos encendemos uno cada uno, pero Cristina aparece y me quita el mío.

-Hola- ríe-¿quieres uno?-me ofrece uno de los dos cubatas que trae.

-Vale, gracias-le doy un pico.

-¡Ei!

-Chicos, necesito vuestra ayud-dice Sofía seria.

-¿Qué pasa?-pregunta Cristina, se llevan muy bien.

-Quiero hablar con Alberto, yo no le puse los cuernos, le quiero.

-Pues ve, saca lo del mogollón y habla con él- propongo.

-No va a querer y menos hoy, mira le tiene a dos tías alrededor y no es que lleven mucha ropa.

-Tengo una idea- dice Cristina- ve al chino, compra velas, coge una de las botellas de champan que compramos para brindar y le preparas su habitación en plan romántico, no se podrá resistir y menos con la borrachera.

-Es muy buena idea, voy a por las velas, gracias I love you- reímos.

-Dile a tu amiga que te acompañe-digo y me hace caso.

-Soy un genio.

-Sí, no está nada mal. Y ahora, por fin solos- me acerco más a ella y la pego a la pared- me ha gustado el beso, lo podríamos repetir ¿no?- sonríe y la beso.

-No besas mal, pero no soy una chica fácil.

Se va y me deja con las ganas, me echo otro cubata le echo otro a ella y voy a buscarla a la pista de baile. Cuando la encuentro le doy el cubata, la agarro por la cintura, la pego a mi y bailamos.

-Sé que no eres fácil, por eso me he fijado en ti- la beso.

-La vas a dejar sin aire- comenta Alberto al pasar junto a nosotros, ella se separa.

-¿Has visto a tu hermana?

-Sí esta por ahí- señala delante nuestra- bailando con Edu.

-Ah vale, ¿salimos a por un piti?

-Sí- decimos al unísono y nos dirigimos a la terraza, allí nos encontramos a Susana y a Elisabeth.

CRISTINA:

A las cinco de la madrugada ya se han ido todos, solo quedamos: Edu, Alberto, Rubén, Triana y yo. Bueno y Sofía que está en la habitación de Alberto con todo preparado.

-Alberto, ¿puedes ir a tu habitación?

-¿Para qué?

-No preguntes, solo ve- me hace caso.

ALBERTO:

Abro la puerta de mi habitación y me quedo realmente sorprendido, esto sí que no me lo esperaba. Sofía está sentada en mi cama, ha puesto velas por todo el cuarto y también hay una botella de champán.

-¡Sorpresa!

-¿Y esto?

-Sé que no quieres hablar conmigo pero me tienes que creer, no te pondría los cuernos- se acerca a mi y me susurra- te quiero.

Joder no me esperaba esto ni de coña, yo también la quiero, sé que deberíamos hablar porque no le he dado ninguna oportunidad para explicarse pero ahora lo último que quiero es hablar he bebido y quiero fiesta.

-Sé que tenemos que hablar, pero ahora no- la beso, bajo hasta su cuello, la tumbo en mi cama y la cosa se va poniendo cada vez más caliente, la echaba de menos.

CRISTINA:

-Chicos mi hermano va a estar demasiado ocupado el resto de la noche, dormir en los sillones.

Vamos a la habitación de Triana, nos ponemos el pijama y nos acostamos. Llaman a la puerta.

-¿Sí?

-Hemos pensado que mejor tú te vienes a dormir conmigo al sillón y él se queda aquí con ella- dice Rubén.

-No.

-Sí- me coge y me lleva hasta el sillón.

-Eso no vale- le pego en el brazo.

Nos tumbamos, me abraza y me besa.

TRIANA:

Aún no me creo que tenga a Edu en mi cama, abrazándome y besándome. Esta noche me ha dicho que le gusto y que empecemos a salir. No me he podido resistir, está buenísimo y me gusta su forma de ser.