Enredos de una adolescente.

Capítulo 9: (Miércoles).

Termina de peinarse, hoy tiene gimnasia, por lo que lleva un look deportivo: unos leguings negros ajustados, una camiseta blanca con unas gafas negras dibujada, una sudadera naranja fluorescente y las zapatillas de deporte. El pelo lo lleva recogido en una coleta alta.

Sale del edificio, Triana acaba de llegar y viene acompañada de su hermano.

-Hola- saluda dándole dos besos a cada uno.

-Hola, ¡qué sueño tengo!

-Chicas voy a buscar a Rubén, hasta luego.

-¿Por qué no hablabas anoche por el grupo?

-Leí un rato y me dormí temprano.

-Ah, ¿pero vienes al cumpleaños verdad?

-Sí sí.

Están en la puerta del instituto, suena la sirena y se dirigen a la puerta del gimnasio donde se encuentran sus compañeros.

-Buenos días chicas, ¿alguna novedad?- saluda Elísabeth.

-Buenos días- saluda Susana dándole dos besos a cada una.

-Creo que Cristina nos tiene que contar cosas ¿no?- dice Triana.

-¡Cuenta!- insisten.

Les cuenta lo que pasó ayer, está muy liada, no sabe qué hacer. Por una parte tiene medio claro que no va a esperar a Marcos, que va a vivir el presente y que sea lo que tenga que ser, pero por otra parte lo quiere...

-¿Y qué vas a hacer ahora?- pregunta Susana.

-Vivir el presente supongo, aunque no sé...- se le cae una lágrima- lo pasé mal ya con Gonzalo y no me apetece pasarlo mal otra vez.

-Ya está, ni una lágrima más- la consuela Elísabeth.

¿Qué le pasa a Cristina? Se pregunta Marcos, la ha visto con mala cara. ¿Se acerca a hablar con ella? Ni siquiera le ha mirado desde que ha llegado. Él también está mal, no está tan alegre como siempre, supone que sería más fácil si estuvieran juntos, pero él no quiere estar con nadie ahora, tuvo una "novia" y no es que lo pasara mal porque no sentía algo muy fuerte por ella fue algo de verano, pero se sintió incómodo con ella, supuestamente le puso los cuernos y desde entonces le echa para atrás tener una relación ahora.

El profesor ha hecho grupos de ocho, con cuatro chicos y cuatro chicas. A ella le ha tocado con Marcos, Alex, Raúl, Bruno y sus amigas. Tienen que hacer una coreografía con la canción que quieran, lo tienen que tener para el último jueves antes de las vacaciones de Semana Santa.

Escogen una canción de Romeo Santos "Propuesta Indecente". Las parejas quedan así: Marcos y Cristina, Triana y Bruno, Susana y Raúl, y Elísabeth y Alex.                                                                                            Los chicos son un poco torpes para bailar bachata, pero esperan que sea sólo al principio.

Durante el recreo continúan montando la coreografía en la sala que está al lado del aula de música. Cristina pone la música en su móvil y lo enchufa al altavoz.                                                                                          La cosa entre Marcos y Cristina está tensa aunque hay miradas cómplices.

Cuando suena la sirena para que vuelvan a sus clases, se queda recogiendo y Marcos se queda con ella.

-¿Te pasa algo?

-No.

-¿Seguro?

-Sí- le aparta todo el tiempo la mirada.

-Pues tu cara me dice que sí que te pasa algo.

-Mira sí, me pasa algo. Vamos que llegamos tarde.

-¿Yo tengo algo que ver?

-Supongo, pero es normal, soy una chica y a las chicas nos afectan más las cosas.

-¿Qué quieres decir con eso?

-No sé, a ti te da más igual todo.

-Pues no, aunque no te lo creas me importas.

-Sí ya...

Marcos le pregunta una cosa cosa sobre un ejercício y ella le contesta mal.

-¿Estás enfadada conmigo?

-No.

-¿Entonces qué te pasa?

-Nada, simplemente paso ya de todo.

-¿Por qué?

-Porque sí.

-¿Me puedes mirar?

-No, estoy haciendo los problemas.

A la salida la agarra del brazo para que vayan a hablar.

-¿Qué haces?

-Hasta que no me digas qué te pasa conmigo no te vas.

-Eres tonto o qué.

-No simplemente quiero saber qué te pasa conmigo, y quiero que sepas que me importas pero no quiero tener una relación.

-No entiendo por qué tanto interés, pero a ver es que yo también tengo días malos y hoy me he levantado mal y ya está.

-¿Me esperarías?

-No sé, Carpe diem, ese va a ser mi lema ahora y el que quiera bien y el que no, también.

-Ah, pero creeme, me importas.

-Vale te creo.

La abraza y le da besos en la mejillas y en el cuello.

-Marcos me voy, adiós.

Triana y los chicos la esperan, por el camino le cuenta a Triana lo que le acaba de pasar. También habla Rubén y le sube el ánimo, él la hace reir mucho y se siente agusto. Le dice que hoy no puede quedar para estudiar inglés y él le insiste en que queden pero finalmente entiende que no puede quedar. Cuando llegan a la puerta del edificio de la abuela de Cristina se despiden con dos besos.

Su abuela vive en el edificio de su padre y de sus tíos, al lado del de su madre. Come todos los días con ella, excepto los fines de semana que está con su madre.

Cuando llega de clases particulares de matemáticas, merienda y descansa un rato, después continua estudiando para los exámenes.