Juego de Pasión ( Parte 1)

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2:00 am.... hora de pasiones y sentimientos... No, a las 2:00 am, el frío trastorna las sensaciones que experimentamos. El aire se condensa en la habitación y la penumbra diluye los gemidos, convirtiendo este espacio en un caos. En esta hora, nuestros cuerpos hablan por sí solos, como si la oscuridad despojara de máscaras y pudores, de debilidades , miedos e imperfecciones... porque sí ; en este histórico contemporáneo se busca la piel tersa y perfecta a la vista, camuflada de aromas sintéticos y no humanos, olvidándonos de la historia de vida que pintamos en aquel lienzo cambiante como su artista y sus circunstancias.  

Sensaciones placenteras acarician mi alma y se camuflan en el esplendor de su cuerpo. Una figura esbelta, no por medidas socialmente perfectas, —no creo en ello— una mirada excitante,  un placer incontrolable, que intento domar. En esta penumbra, su figura se convierte en mi guía, y mi imaginación se despierta, permitiéndome explorar cada rincón de su ser.

Su actitud crea un laberinto infranqueable que debo descifrar... me encanta este juego sexual donde ambos creamos las reglas y estamos condenados a disfrutarlas. La noche se torna eterna; sus movimientos, sobre mí, son una sinfonía de satisfacción y los gemidos silenciosos de pasión llenan el aire. Sentimos el momento, conscientes de que en este juego del amor tenemos el control. Aunque sea por una brevedad.

Sus movimientos se sincronizan con la poesía de sus gemidos. Cada caricia es una estrofa, cada beso es un poema, y la habitación se convierte en un escenario para esta obra de pasión; sus alientos cubren el vacío espacio de la habitación, donde emite un grito de excitación que revela lo complacida que está con mi actuación en esta obra de pasión.

En esta noche, la luna es testigo silente del arte de la seducción, trazando con su brillo las facciones de dos amantes apasionados resguardados por la oscuridad. Ambos decidimos cuando acaba este momento de regocijo para nuestras almas, porque en este juego somos los únicos que entienden esta locura.

La noche es especial, hasta ahora siento que esto apenas comenzó y prometo que nunca olvidaré este instante donde mi alma parece desligarse de mi cuerpo.

Llevamos casi dos horas en la cama entregándonos el uno al otro, experimentando indescriptibles sensaciones con nuestros cuerpos, sintiendo ¿qué somos? fundiéndonos en un uno que trasciende el mero conocimiento físico, sabiendo que al despertar, uno de nosotros sentirá la ausencia del otro.

Continuaré disfrutando del momento, donde el sonido de nuestros placeres llena el vacío de la habitación y nuestros adentros. Sin palabras, propongo una nueva postura, ella acepta. Ahora ella se encuentra acostada boca arriba y yo me encuentro sobre ella; Mis manos viajan por su piel mientras nos aproximamos a un umbral de deseo incontrolable.

En este momento, somos dos almas que se conectan, dos seres que exploran lo más profundo de su pasión. La luna sigue su danza en el cielo, y nuestros cuerpos siguen su propia coreografía de placer.

El tiempo, la luna, el sol, la tierra, el hombre, el amor y el beso se mezclan en esta narrativa de pasión. Somos los protagonistas de nuestro propio cuento erótico, donde los deseos más oscuros y profundos encuentran su expresión. En esta noche, jugamos con el tiempo, desvelamos nuestras fantasías, y nos entregamos a nuestros pensamientos más íntimos, eróticos y pervertidos.
Entonces se detiene el silencioso goce de nuestros cuerpos, ella con su mirada me da a entender que quiere satisfacer ciertos gustos.

Y al azuzar de su voz escucho:
—¿Y si jugamos con nuestras lenguas a hacer felices a nuestros cuerpos? — En el juego de pasión, no hay límites, solo el deseo incontrolable de satisfacer nuestros cuerpos y almas.

Se levanta hasta quedar frente a frente, lentamente comienza a besar mi cuello, mi placer aumenta con celeridad, con sus manos inicia a acariciar mi abdomen mientras baja lentamente hasta llegas a mis genitales con sus manos, delicadamente comienza a acariciarme y así, la noche continúa, con cada movimiento, cada beso, cada gemido, sin un final a la vista

Mi cuerpo empieza a experimentar lo intenso en poco tiempo, mientras su lengua de a poco va descubriendo mi piel. Con un toque de ternura y picardía besa mi pecho, besa mi abdomen... besa mi alma.

¡ay del tiempo si vida fuera, sin la dolorosa muerte! , ¡ay de la luna si se pudiese obsequiar, o del sol si decidiera no despertar jamás! , ¡ay del hombre cuando el universo se canse de su malévola existencia, del amor cuando el sexo ocupe su lugar y del beso cuando deje de ser por amor! , ¡ay de mí, cuando mis versos no generen placer al ser leídos!

Somos escritores de la lujuria, locos, amantes, heridos por el desamor, escribiendo versos eróticos con nuestros cuerpos, sin que nada ni nadie pueda detenernos. Hora de jugar con nuestra humanidad, con nuestras pasiones, juguemos con el tiempo que ansioso nos persigue, revelemos nuestras fantasías sexuales, y complazcamos nuestros más recónditos pensamientos.

Ella se encuentra arrodillada, frente a mí, masajeando mi cuerpo, sintiéndolo suyo, ahora su lengua interviene, me acaricia con su lengua, me transporta.... Ahora su boca y el dentro, agarro sus cabellos y coordino sus movimientos a mi gusto, mi cuerpo no puede contenerse más, es tanta la excitación que comienzo a soltar gemidos pausados, luego levanto la mirada, imaginando lugares, posiciones y sensaciones... esta noche no puede terminar.

he llegado al clímax, pero ella aún anhela más, así que me invita a visitar algún lugar en que podamos saciar esta hambre de pasión y un poco de todo.

Nuestros cuerpos se fundieron en la ducha, el agua caliente recorriendo y acariciando cada centímetro de nuestra piel, descubriendo cada rincón de nuestro cuerpo, me excita la placidez del momento, La tierna caricia del agua sobre nuestra piel, me complace. Estoy frente a aquella mujer cuyo nombre es un completo misterio para muchos en su cotidianidad. El agua envuelve su cuerpo, mientras mi mente abraza su esencia tan delicada y complementaria.
Contemplo su rostro, y comienzo a tocarlo con mis dos manos y sin poder detener mis labios, ni mis pensamientos, me lanzo sobre ella, nuestros deseos por el otro no los quiero comprender; soy un poeta escribiendo versos eróticos con mis labios sobre su piel, soy un loco amante herido por el desamor; nuestros besos son lentos, son profundos, son perfectos. Muerdo sus labios con suavidad mientras con mis dedos recorro su espalda, hasta llegar a sus caderas donde la agarro y aprieto con deseo casi violento, ella reacciona ante tal acción y comienza a gemir, a ella le encanta, le apasiona que me sienta dueño de su cuerpo.

De la jabonera agarra un jabón olor a vainilla y emprende un viaje con el por su cuerpo, iniciando por sus senos siguiendo por su abdomen, dándome la orden con sus ojos de seguirla sin tocar, de observar sin intervenir en su autodescubrimiento, terminando inmersa en gemidos seductores, mientras muerdía sus labios y consumía mi mente, mientras congelaba el tiempo y mis pensamientos...

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⏰ Última actualización: Sep 30 ⏰

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El Placer como Respuesta: Una Búsqueda JuvenilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora