9. Love will keep you blind

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El tiempo pasaba con una rapidez tortuosa y la espera se hacía cada vez más difícil. El teléfono no sonaba y los muchachos habían puesto los suyos en silencio para no alterarlo más
- Necesitas descansar - decía Frank a su oído sin dejar de sostenerlo entre sus brazos - Y comer algo
- No tengo hambre - decía mecánicamente. Sus ojos ardían por el tiempo que llevaba llorando pero poco le importaba
- Pero estos pequeñitos sí - Frank apretó su barriga con cuidado para luego besar su cuello con ternura, como una forma de consuelo - Gee... lo vamos a encontrar
- ¿¡Cuándo!? - preguntó alterándose - ¡¿Cuándo lo van a encontrar?! ¡¡Han pasado TRES días!! - gritó a todo pulmón, quitándose a Frank de encima para levantarse con esfuerzo - ¡¿Dónde está mi bebé!? - estalló en llanto una incontable vez más.

Sus nervios habían colapsado luego de dos horas sin saber de pequeñito, y el pasar de las mismas no hacía más que estrujar violentamente su corazón y robar su aliento
- ¿Por qué Frankie? - preguntó nuevamente. Frank únicamente bajo la mirada dejando escapar varias lágrimas y apretó sus puños con fuerza hasta que sus nudillos estaban blancos - ¡Ahhh!
- ¡Gerard! - corrió a sostener a su esposo antes de que cayera al suelo - ¡Sara!


~


- Es demasiado estrés para él - decía mientras acomodaba un mechón negro detrás de la oreja de su paciente - Le puse un muy ligero calmante para que descanse un poco
- Gracias Sara, por todo... - sin importarle se quebró delante de aquella mujer.

Sara simplemente guardo sus cosas y luego se sentó junto a Frank en la cama donde yacía el pelinegro, haciendo círculos sobre su espalda para calmarlo

- Todo saldrá bien, atraparán al idiota que les hizo esto y lo harán pagar
- Pero ya ha pasado mucho tiempo... ¡ni siquiera han llamado!
- No pierdas la esperanza, debes ser fuerte por los tres - señaló con la mirada al pelinegro y su enorme barriga haciéndose notar entre las mantas - Y también por Miles
- Si le pasa algo yo...
- No pienses así, estará bien... es igual de necio que tú - añadió antes de abrazar al castaño por fuerza - Iré al hospital y a mi hogar por lagunas cosas y después volveré, deberías descansar un poco tú también
- Gracias Sara - dijo finalmente y cuando Sara abandonó la habitación se acomodó junto a su pelinegro, abrazándolo por su enorme barriga para cerrar los ojos unos segundos.

En su sueño estaban Gerard y él cargando a sus dos pequeñitos recién nacidos mientras Miles intentaba ver sus caritas.




~*~





El quedo sonido que hacía el vibrador le hizo despertar de golpe, se estiró para alcanzar su móvil pero cuando lo hizo la llamaba había finalizado. Observó la hora, 3:47 am, suspiró sintiendo todo su cuerpo doler, en especial la cabeza y bajo vientre; giro un poco para ver a su castaño profundamente dormido a su lado, con unas ojeras bastante pronunciadas en su rostro que ni con dormir un día completo desaparecerían.

Estaba por hacer una mueca triste que simulaba una sonrisa cuando, en su mano, su teléfono volvió a vibrar.

Observó el número desconocido por un segundo y luego atendió, sintiendo algo oprimir su pecho al escuchar aquella voz y, aún más importante, saber de su pequeñito luego de días.


~


- Mmmm... - se estiró buscando a tientas el cuerpo tibio de su esposo, encontrando solamente las mantas frías. Abrió los ojos de golpe - ¿Gerard? - lo llamó e inmediatamente se levantó para buscarlo en el baño. Había tenido una horrible pesadilla - ¿Gerard? - volvió a llamarlo, dirigiéndose a la habitación de Miles donde su esposo había pasado la mayoría del tiempo abrazando el Batman de su hijo - ¿Gee? ¿Cariño? ¿Dónde estás? - llamó elevando un poco más la voz.

¡Oops! I Did It AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora