Capítulo 37

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Nos levantamos de la roca, y nos fuimos a casa de Pablo, ya que mañana tendría que madrugar

Me puse el pijama y me iba a ir a mi habitación pero un brazo me para

-Eyy, a dónde te crees que vas, tu duermes aquí conmigo que es tu último día aquí

-Bueno, vale...pero que sepas que sólo lo hago porque me das pena

Pablo se enfada y se va

-Pablo cariño que era una broma Pablo, ¿dónde estás?

De repente noto unas manos alrededor de mi cintura

-Ya sé que era una broma mi vida- dice depositando un beso en mi cuello

Nos cogimos de la mano, y fuimos a la habitación de Pablo

Me metí en la cama y miré mi móvil, en lo que Pablo se aseaba

Sale del baño, y se mete en la cama, lo miro y mis mejillas se tiñen de rojo a causa de que no lleva camisa

Intento que no se me note, pero a Pablo no le puedo ocultar nada

-Princesa, te he dicho que te vayas acostumbrando, yo siempre duermo así- río

-Lo sé mi vida, lo sé pero es que tienes un cuerpazo

-Anda exagerada, eso es que me ves con buenos ojos, tu si que tienes un cuerpazo- reímos

Nos acostamos y me fui quedando dormida con las caricias de Pablo en mi espalda

Al día siguiente

Me desperté con besos de Pablo por toda mi cara, que despertar tan maravilloso

-Despierta mi amor, hay que irse

Froté mis ojos a causa del sueño, y me lavé la cara. Después me vestí y bajé a desayunar algo con Pablo

-Te voy a echar de menos cuñada- dijo Casilda dándome un fuerte abrazo

Nos despedimos de toda la famila, incluyendo a las pequeñas de la casa que sólo se habían despertado para despedirse de mí

Nos montamos en el coche y ponemos la música de Coldplay a tope

Pasamos el camino cantando, haciendo el ganso y besándonos de vez en cuando en algún stop

Llegamos al aeropuerto, y esperamos a que saliera mi vuelo

-Sabes que te voy a echar mucho de menos ¿verdad?

-Y yo también mi yogurín- nos besamos con mucha pasión

-Llámame cuando llegues vale, y tranquila que ahora estoy de vacaciones y nos vemos cuando quieras mi niña

-Vale mi vida, te quiero

-Y yo mi princesa

Me despido de Pablo tirándole un beso al aire y el me susurra un te amo mi niña que me hace sonreír como una completa idiota

Paso por la puerta de embarque y subo al avión, me acomodo en el asiento que me asignaron, y tomo una pastilla para dormir durante el viaje. No me gusta nada lo de ir en avión, y cuanto menos lo note, mejor

15:30

Por megafonía nos informan de que ya podemos bajar del avión, cojo mi equipaje de mano, y salgo

Recojo mi maleta y camino en busca de las chicas que me han venido a recoger

-Hay mis niñas como os he echado de menos- les digo en cuanto las veo

Mi Salvación (Pablo Alborán)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora