Capítulo 40

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En el capítulo anterior...

Anda, pero si es el cantautucho este, ¿cómo te llamabas?, a sí Pablo Albo


No le dejo terminar porque le doy un fuerte golpe en la cabeza haciendo que caiga al suelo; ahora sí que te tenemos hijo de puta

***

Me acerco a Noelia que está sentada en el banco aún aterrorizada por lo que acaba de vivir, y la abrazo muy fuerte, ella se refugia en mi pecho y llora en él

-Ya está mi amor ya está

-Gra...gracias Pablo, si no hubieras salido...quizá...pues e...eso- dice sollozando en mi hombro

-Tranquila, no te va a pasar nada, estoy aquí, ¿vale?- acaricio su mejilla

-Lo sé Pablo lo sé, pero cuando se despierte va a ser peor, porque no sólo me va a querer hacer daño a mí, si no que a tí también

-No te preocupes, yo me encargaré de que eso no ocurra- digo mientras saco mi móvil del bolsillo

-¿Sí?, policía han intentado agredir a mi novia, su ex novio

-Díganos la dirección, iremos enseguida

-Sí claro, calle Reina Sofía

-Ahora mismo estamos allí

-Gracias agentes

-¿Viene la policía?- me dice Noe levantándose del banco

-Sí, por supuesto que sí

Nos quedamos en el banco esperando a la policía; Javier seguía ahí en el suelo, siendo incapaz de levantarse

Oímos las sirenas, y nos levantamos para que la policía nos tomara declaración

-Sí, es mi ex, me ha intentado raptar- dice Noe mientras yo la abrazo por detrás

-Gracias señorita- Y tú, no saldrás de las rejas, te vas a pudrir en la cárcel, ¿cómo se puede agredir a una mujer?- dice ahora el policía refiriéndose a Javier

Vimos como lo metían esposado en el coche y se iba alejando de nosotros, y está vez para siempre

- Ya pasó todo mi amor, ya no tienes que preocuparte por nada

-No sabes el peso y la angustia que me he quitado- dice señalando su pecho

-Pues...para que te acabes de relajar, tengo otra sorpresa- le digo masajeando sus hombros

-¿Qué sorpresa Pablete?- dice sonriendo, al fin vuelve a sonreír

-Ya lo verás- le digo mientras le tomo la mano para luego ir directos al coche

Arranco, y después de media hora de viaje que duró en silencio, llegamos a nuestro destino

-Aquí es- le digo abriéndole la puerta para que baje

-Wow, madre mía Pablito, te has pasado, esto es precioso- dice observando su alrededor con la boca abierta

-Wow, madre mía Pablito, te has pasado, esto es precioso- dice observando su alrededor con la boca abierta

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Mi Salvación (Pablo Alborán)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora