Capitulo 12:

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-¿¡Mamá?!, ¡que haces aquí!.
-Pues claro, a verte cariño, soy tu madre y tengo derecho a verte... ¿Quien es él?.
-Ah... Pues... Él... Es... ¡Es Mi amigo!, Jonathan.

No se porque tengo un mal presentimiento.

-Hmm, hola Jonathan.
-Buenas noches señora.

No se porque estoy alterado de rrepente.
Sentía mi corazón latir rápido, no una rapidez placentera, si no, una de miedo.

-B... Bueno pues... ¿Mamá porque no te sientas en la sala?, ¿y Jonathan?, ¿ya te tienes que ir, no?, venga que te acompaño a la puerta.

Nerviosamente acompañe a Jonathan a la salida mientras mi madre se sentaba en el sofá de la sala con una mirada sería, la conozco mejor que nadie y se lo que piensa.

-Tienes que irte, perdón.
-Está bien, después de todo, nos veremos mañana.
-¿Que?, ¿pero y si mi madre viene conmigo?.
-No me importa...

Él se acercó a mi cara tomando mi barbilla.

-Eres mío.

Me robó un beso y río, dejándome las palabras en la boca. Ese idiota.

-Hasta mañana.

Se subió en su moto y se fue, con el corazón aturdido fui con mi madre a darle la bienvenida, aún no quiero contarle sobre mi
y Jonathan por que... Primero, es muy pronto, y segundo, no se porque pero siento que...

-¿Y como has estado cariño?.
-Oh, bien, supongo.
-¿Y como te ha ido en la biblioteca?, ¿estas comiendo adecuadamente?.
-Sí mamá, estoy bien.
-Eso me alegra escucharlo... Y... Dime, ¿como fue que conociste a tu amigo?.
-Ah... Bueno pues... Yo... Estaba en la biblioteca y él... Entro a leer algo, y luego sólo hablamos.
-¿Y él siempre es así?.
-¿Así como?.
-No importa, me alegra que tengas amigos, oh, bueno, un primer amigo.
-Sí... A mi también.

Me siento algo incómodo y culpable, no quiero que sepa mucho de Jonathan, tengo la desconfianza de que si se entera de todo esto, querrá quitarlo de mi lado...

*-No me importa, eres mío...*

No comprendo, antes, mi mayor temor era perder mis logros, perder tonterías como mis libros y mi biblioteca, pero ahora, lo que más temo ahora es perderlo.

¿¡Pero que?!, como pude pensar eso, me estoy empezando a asustar yo mismo.

-Bueno mi pequeño, me quedare cuatro días contigo, esta parece una cómoda casa.
-¿¡cuatro días?!.
-Sí, veo que no tienes una novia y aún estas sólo, así que no te hará daño un poco de compañía, y más si es de tu madre.
-Ah... Ja ja ja, sí...

A esto le veo un mal final.
.
.
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.
Ya había amanecido, como supuse y aposté mi suerte mi madre me acompañaría a la biblioteca, en el camino estaba rogando que Jonathan no viniera hoy, y como lo conozco no valdrá de nada, este será un largo día.
Entré con mi madre a la biblioteca, al parecer Jonathan no había llegado, ella se sentó conmigo en mi escritorio y me ayudo con los papeles, listas, etc.

-Vaya, mi hijo si que es un gran lector.
-Je je, gracias mamá.

No dejaba de mirar la puerta, tenía miedo, ¿pero tampoco es para tanto no?, debía pensar en algunas excusas para posibles preguntas que estoy seguro que ella me hará. Es así, ella aún me sigue viendo como un niño.

-¿David cuento duras aquí?.
-Pues... Máximo ocho horas.
-¿Aquí sentado?, hijo debes salir más.
-Pero sí salgo.
-¿Con quien?.
-Ahg... Pues con mis amigos, ¿no?.

Se que salir con un "amigo" no hace daño, podría decir tranquilamente que Jonathan es un simple amigo, pero mi madre es muy sobreprotectora, y sabe incluso cuando miento o no, ¡ella lo sabe todo!.

-Hmm, ¿y con tu amigo Jonathan?, ¿no haz salido?.
-Pues... Sí, algunas veces... ¿Porque?.
-Nada.

Ese "nada" fue terrorífico, pero todo iba calmado, no es que pueda leer mi mente... Creo. Mientras le enseñaba los nuevos libros que he leído y me gustaron mire de reojo la puerta y ahí estaba Jonathan, estaba afuera apunto de entrar. Reaccione lo más rápido que pude.

-A... Ah... ¡mamá!, porque no ordenas esos... ¡Libro de ahí!.

La envíe al pasillo más profundo de la biblioteca a ordenar unos libros, después Jonathan vacilante y calmado entro.

-¡Que haces aquí!, ¡mi madre está por aquí!.
-No me importa, sólo dile que somos amigo y ya, no tienes que preocuparte.
-No, tú no la conoces, ella-...
-David, ya hay mucho libros  aquí...

Al verlo, ella se quedo viendo a Jonathan y él a ella, sentía como la carga negativa abundaba todo el lugar, no se porque podía sentir lo que llaman, odio a primera vista de parte de ambos, que voy a hacer.

-Mamá, ¿no te importaría si Jonathan se queda un rato?.
-Para nada, si es tu amigo está bien.

Esa cara dice lo contrario, la de Jonathan por igual no mostraba ninguna gracia. Y así lo pasamos toda la tarde, incómodamente silenciosa, esas ocho horas fueron las más largas de mi vida. ¿Porque cuando es sólo Jonathan son como tres minutos?.

-B... Bueno ya es hora de irnos, vamos mamá, adiós Jonathan.

Antes de poder irme él me tomó con una de sus manos por la cintura y delicadamente beso mi mejillas. Fue leve aunque palpable el rose.

-Ahora sí, adiós, que pasen buenas noches.

Dijo y se marchó, ¿que le pasa?, ¡enfrente de mi madre!. Pero... al parecer ella no le tomó mucha importación al acto, parece que lo tomó como algo normal. Mientras caminábamos a mi casa había un poco de silencio, no se escuchaba ni un pájaro, no antes de que ella comenzará a hablar.

-Cariño, ¿como te trata él?.
-¿Quien?.
-Jonathan, es alguien... ¿Bueno contigo?.
-Sí, ¿porque?.
-Es sólo que no quiero que te pase nada cariño, yo... Se que no lo conozco pero, ten cuidado, ¿seguro que es agradable?.
-Sí mamá, él es muy amable y... Muy diferentes a los demás...

*-Pero si es tu culpa ser tan lindo.
-No había notado lo grande que eran tus ojos.
-Te amo...*

-Y, Se que él no me haría daño, él es muy bueno.
-¿Lo prometes?.
-Sí, lo prometo, se que su apariencia dice lo contrario pero no, es alguien muy dulce.
-Espero que sea así siempre.

Ella puso una cara "feliz", si se podría decir. Siento que me quite un peso de encima, quizás le agrado... ¿Tan sólo un poco?, no se pero creo que este fue el primer paso, en verdad quiero que las dos personas que quiero se lleven bien.

¿Quiero?, querer... Quiero a Jonathan...

Los opuestos se atraenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora