Capitulo 20:

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Después de que Jonathan abrió sus pensamientos hacia mi, no he dejado de pensar, en cuanto le importo y me necesita, dice sus sentimientos fluidamente, lo vi llorar, algo que creo que nadie más ha visto aparte de su familia claro, soy distraído, pero estoy recalcando cuanto me quiere. Nos levantamos esta mañana como todos los días, el iba a su trabajo y yo a la biblioteca, que por cierto, esos libros que traje de Houston sirvieron mucho, él se despidió con un beso, algo que me hizo bufar de vergüenza y ambos tomamos nuestros caminos, esta es la primera vez que ya quiero que acabe el día.

A la la mitad de la jornada mientras estaba transcribiendo y ordenando unas cosas, a mi celular llego un mensaje de texto, lo revise  y era Jonathan.

Jonathan: como estas?, te extraño, ya quiero verte.

Es tan vergonzoso que me hace feliz.

David: apenas son las 2:00.
Jonathan: lo se, pero extraño a mi nene.

Es increíble la cantidad de apodos que me tiene y que no me gustan, como "Bebé", "Muñeco", "Amor", "Nerd", "Enano", "Corbatitas", "Nene", y un montón de tonterías que sumamente me empalagan, ¡es ridículo!.

David: eres un chico muy raro.
Jonathan: y adivina quien es la razón.
David: no me interesa saberlo, adiós.

Como puede hacerlo, aunque, a veces soy demasiado borde, ¿debería cambiar?.

Jonathan: te amo.

No claro que no. Como puede ser que por una simple tontería escrita en una pantalla me haga poner los pelos de punta, volví a entrar el móvil en mi bolsillo y terminar el trabajo rápido, también es la primera vez que me siento emocionado por ir a casa. Joder Jonathan me puso de nervios, es triste saber que todo esto algún día termine. Digo yo.

Cuando acabé y llego la hora de salir, me encontré con Jason en la salida quien parecía haber estado esperándome.

-¿Jason?, ¿que haces aquí?.
-Sólo pasaba por aquí, y como te vi aproveche esta oportunidad, ¿recuerdas que te tenía que decir algo?.

*David, para tu próxima visita tengo algo que decirte.
-¿Ah?, ¿que es?.
-Por ahora no te puedo decir, pero pronto, adiós.*

-Sí, claro.
-Pues creo que ha llegado el momento, antes, ¿quieres venir a mi casa un rato?.

Estaba indeciso, no creo que a Jonathan le vaya a gustar esto, y tampoco quiero preocuparlo.

-Esta bien.

No sabía lo que hacia, me costara mentirle a Jonathan, aunque dudo que pueda. Me siento extraño, es como si mi pecho se estuviera encogiendo aplastando mi corazón, ¿porque?. Al llegar a su casa, me encontré con Teddy, como siempre se veía muy tierno, y me senté en el sofá.

-¿Como pasaste tu cumpleaños David?.
-Bien, me divertí.
-Me agrada escuchar eso, ¿quieres té?, ¿café?.
-No gracias, estoy bien.
-Excelente, pues... Verás quise que vinieras porque tenía algo importante que decirte.
-¿Y que es?.
-¿Conoces eso... de amor a primera vista?.
-Sí...
-Es básicamente lo mismo que paso conmigo.
-No entiendo.
-Que adorable eres, verás, en pocas palabras, directamente sólo quiero decirte que, me gustas.
-... ¿Perdón?.
-Te amo David.
-Eh... Jason ese tipo de bromas no me agrada.
-No es una broma.
-Pero... Espera, ¿como?.
-Vaya, parece que lo tomaste bien.
-D... Disculpa pero yo no... Sí que eres un buen tipo pero...
-Eres alguien lindo, pero supongo que ya tienes dueño.
-¿Qué?.
-Tu y Jonathan... Están saliendo ¿verdad?.

Sentí como se me congelo la sangre, fue algo tan repentino que no lo vi venir y tampoco me dio tiempo a responder rápidamente. ¿Cómo se dio cuenta?.

-Ah... Bueno, es que Jonathan es...
-Da igual si son pareja o no, lo que quiero decir, es que te tendré, David.
-...
-Te amo, y se que algún día podrás llegar a quererme si me esfuerzo en conquistarte.

Esto no me agrade, ¿estoy en problemas?.

Después que salir algo atónito de su casa en el camino pensé "¿porque?", y cuando llegue a la mía, Jonathan estaba apunto de salir a buscarme.

-¿Dónde estabas?.
-Ah... Yo... Tenía trabajo extra que hacer.

Agache la mirada, ahora no se en que pensar, me sentía exhausto, y mal por mentirle. Él me tomó de la barbilla viéndome directamente a los ojos.

-Más vale que sea verdad, lo importante es que estas bien, ¿no?.
-Sí...

Sonreía, pero esa sonrisa era más falsa que la mentira, no puedo decirle esto, lo preocuparía demasiado, trate de estar firme y entramos nuevamente a casa.

-¿David, estas seguro de que no pasó nada?.
-Claro, todo esta bien, mejor que nunca.

Trate de no toparme con su mirada y ocultar mi impresión bajo una falsa sonrisa, y esto me deja por decir, nunca casi miento, y mentí por no ver triste a Jonathan, ¿eso es amor? O... Desconfianza.

Los opuestos se atraenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora