Hoy ya es el tercer día con mi madre, y Jonathan... No ha dejado de llamar a mi celular, y tampoco ha dejado de enviarme mensajes, él en realidad es insoportable.
-David cielo, ¿estas ocupado?.
-¿E... Eh?, n... no mamá, ¿porque?.
-Sólo quiero que vayas a la tienda a buscar un par de cosas, ¿podrías?.
-Claro.Pero antes de poder salir ella había tomado un cepillo y sostuvo mi cabeza para peinarme como el típico niño de preescolar.
-Listo, ahora si puedes salir.
-¡Mamá!, ¡ya no tengo 7 años!.
-Lo se, pero aún así seguirás siendo mi bebito, mi bebito mimado y pequeño.
-¡Mamá!.
-Está bien, está bien, lo siento, ya, puedes irte cariño.Al salir me desordene el pelo como acostumbro, a veces ella era algo... Bueno, muy sobre protectora conmigo, desde que tengo memoria siempre me ha cuidado y mimado, es una gran madre, y se que sólo quiere lo mejor para mi aunque yo lo vea de otra manera.
Después de entrar al mercado y comprar lo que me había pedido salí exhausto, ¿quien necesitas tantos duraznos?. Como sea, de camino a casa llegue al pequeño callejón por el que siempre paso para llegar más rápido, para mi es como un pequeño atajo, de rrepente sentí como me tomaron de la cintura por detrás, al darme vuelta, vi a Jonathan sonriendo.
-¡Que haces!.
-Sólo te quería asustar.
-¿Cuantos años tienes?, ¿nueve?.Hice un pequeño puchero y él soltó una leve carcajada, claro que me asuste, si es él, me sorprender de cualquier forma.
-¿Y tu madre?, ¿ya se fue?.
-No, aún no.
-Y... ¿en cuanto tiempo se irá?.
-Creo que mañana por la tarde o pasado mañana. ¿Porque la desesperación de que se vaya?.Soltó un pesado suspiro cuando termine la oración, ¿porque actúa así de raro?, ni que estuviera celoso de ella.
-Me da la impresión de que no te cae bien, ¿porque?.
Él me tomó de las manos haciendo que se me cayera la bolsa de duraznos y presionando mis muñecas contra la pared.
-Quiero estar contigo ya, desde que ella llego no me puedo acercar a dos metros de ti.
-¡De que hablas!, ¡si solo fueron dos días!.
-Los dos días más aburridos y largos de mi vida.
-N... No digas ridiculeces, ¿ósea que si me voy de viaje te vas a morir?.Dije de forma sarcástica y vacilante, él me miro con una cara entre enojo y sorpresa, enserio, que le pasa. Me abrazo de la cintura y besó mi frente, luego se quedo oliendo me cabello como si estuviera embriagandose con el olor.
-Si, me moriría si no estuvieras a mi lado.
-Que dices...En verdad exagera, pero siento que lo que dice es sincero, y aunque es el peor de los patanes hace muchas cosas lindas. Él me miro y yo no pude evitar verle también, fue acercándose a mis labios lentamente hasta que me beso, ¿como puede ser así?, es tan complicado y a la vez tan comprensible, describirlo tomaría años, y si me dieran la oportunidad de escribir sobre él en un libro tendría máximo 1,000 páginas o más, Jonathan está lleno de sorpresas, y cada una de ellas las iré conociendo poco a poco.
Él me acompaño a mi casa ayudándome con las bolsas, siempre es muy caballeroso conmigo. Al llegar deje las bolsas en la cocina y me fui a despedir de él.
-Bueno, hasta luego.
-¿No me darás un beso de despedida?.
-¡Que!.Sin embargo, insistió, pero antes de que él pudiera tocar mi boca mi madre apareció.
-¡Ah!, ¡m... mamá!, yo... Ya traje los duraznos, Jonathan me ayudo.
Creo que nos vio, no lo se, no estoy seguro, si ella se llega a enterar moriré, pero supongo que no se ha dado cuenta, eso creo, de sólo pensarlo los pelos se me ponen de punta, ¿entonces porque con las miradas se quieren matar?.
-Bueno Jonathan, gracias, ya que me iré mañana, fue un gusto conocerte y... Gracias, por cuidar de mi hijo.
-Es un placer, ahora, si me disculpa.Pasó su mano por mi hombro y se retiró, aún no creo estar listo para decirle a mamá, quizás... En un futuro más lejano, no lo se.
Ella se acercó a mi y me abrazo así de rrepente.
-¿Mamá?, ¿que pasa?.
-Se que ya no eres un niño, y creciste más rápido de lo que creí, pero yo te voy a amar siempre.
-Lo se, siempre me lo dices.
-Gracias por enseñarme a amar durante 9 meses sin ni siquiera haberte visto.
-Yo también te amo mamá.A veces mamá es algo sentimental, pero me hace feliz que me diga cuanto me quiere, por eso quiero esperar un tiempo para decirle la verdad sobre Jonathan, ella sólo quiere lo mejor para mi y se que le costará aceptarlo, pero espero que con el tiempo vea que Jonathan es alguien bueno, dulce y tolerante, al igual que ella.
A la mañana siguiente, mi casa estaba llena de pastel de durazno, zumo de durazno y mermelada de durazno, a mi mamá le gustan, ya deben haberlo notado. La acompañe para que tomase el autobús que la llevaría a su casa y me despedí, luego regrese, estaba exhausto, lo primero que hice fue darme un baño de agua caliente, tenía muchas cosas en que pensar y que planear, siento que debo de decirle algo a Jonathan pero no recuerdo que, bueno, ya recordare, como decía, debo ir a Houston a por algunas cosas, pero no se como haré la ruta, como de Fort Worth iré a Houston. hace tiempo lo he pensado. Escuche mi celular sonar, como mi pantalón estaba cerca entre mi mano en el bolsillo y saqué mi móvil, seguramente era Jonathan, pero me sorprendí al ver que era Jason, ¿como tiene mi número?, me estoy empezando a asustar, ¿como es que las personas obtienen mi número sin darme cuenta?. No le di mucha importancia y vi que era un mensaje de texto:
-Hola David, perdón, no te había dicho que tome tu número, pero fuera de eso, ¿algún día quisieras salir?, tengo otros libros que darte.
-Claro, y gracias.Es increíble tener amigos, hasta ahora solamente tengo uno, pues, a Jonathan yo no lo veo como un amigo, como explicarlo, él es diferente, ya lo había dicho, él... ¡es jodidamente tonto!, ¡no!, Jonathan solamente es... Pues... ¿Porque estas cosas me pasan a mi?.
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Los opuestos se atraen
RomansaAdv: historia gay/homosexual: En un pequeño pueblo de Texas, Fort Worth, vive un chico llamado David, este tomó el trabajo de ser bibliotecario en el pueblo, aunque no tenia de muchas carreras de donde escoger allí, con esta se conformaba, le gusta...