Capitulo 10: Un hombre centrado...

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Pov Guido

La cena había salido mejor de lo que yo esperaba. Jessenia era una mujer distinta: madura, responsable, culta...todo lo que yo esperaba y deseaba de una mujer. No había puesto barrera para ella, y sin embargo, había sobrepasado mis expectativas.

Nos habíamos besado y ¡Vaya beso! Cuando la vi alejarse, no pude resistirme. Había sido una velada increíble y no deseaba que eso se cortara al final. Al llegar a mi casa, me sentía el hombre más afortunado del mundo. Por algunos segundos, no deseaba pensar en nada ni en nadie más.

Al día siguiente, algunas dudas se apoderaron de mi cuerpo ¿debía decirle algo? ¿estabamos saliendo? No había sido demasiado claro en varios aspectos y eso no me gustaba. Me había dejado llevar por la emoción inicial del momento y me había olvidado de mis bases. Decidí que ese día intentaría solucionar aquello.

Llegué temprano al ensayo, algo que en mí era bastante fuera de lo común. Las chicas llegaron minutos después, en compañía de mi Pato y Gastón. Jess se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla. Pude ver en su rostro un leve rubor: era obvio que pensaba en la noche anterior. Yo le sonreí cálidamente y le guiñé un ojo.

La prueba fue mejor de lo que todos esperábamos: Jessenia se sentía completamente a gusto y la tensión entre nosotros había desaparecido casi por completo. Sergio se veía bastante complacido.

- ¡Al fin un ensayo decente, vieja! Ya era hora. La vamos a romper en el recital.- su entusiasmo era más que contagioso.

Decidimos parar por cinco minutos. Lizzie hablaba con Pato, mientras Gastón y el resto se reían de una broma privada. Jess se acercó a mi, algo tímida.

- Estaba por buscarte. Me gustaría que hablaramos...- intenté comenzar con el discurso pero ella me detuvo.

- Guido, antes de que digas nada, necesito pedirte algo...- Jess jugaba con sus manos, en señal de nervios.

- ¿pasa algo?- le dije, casi preocupado.

- Yo..quería pedirte un favor. Verás, los padres de Lizzie vienen de visita y...ella no quiere que paguen un hotel. Yo me preguntaba... sé que sería ser demasiado confianzuda...- la castaña divaga y aquello me daba gracia.

- ¡Dale, Jess! ¿qué necesitas?- me acerqué a ella, corriendo con cuidado un mechón de su cabello.

- ¿puedo quedarme en tu casa unos días?- las palabras habían salido como un rayo.

Mi cara detonó bastante sorpresa... ¿ella, conmigo, en casa? Eso no sonaba muy bien. Por más centrado y respetuoso que yo fuese, era tentar a la suerte. La miré algo desconcertado, y pude notar en aquellos ojos chocolate la súplica. Sonreí levemente ¡Es una niña pequeña!, pensé para mis adentros.

- Te prometo que no son más de tres días, y no te voy a molestar. Aunque entiendo si no querés...- Jessenia empezaba a decir pavadas y debía detenerla.

- ¡Para! No tengo problema. Podés quedarte todo lo que necesites. De paso, podemos tener una charla en paz.- mi cerebro se había prendido ante la idea.

Jess se puso de puntitas y me agradeció con un beso en la mejilla. Se dirigió hacia Lizzie, dispuesta a contarle la noticia. Comencé a repasar mentalmente el estado de mi casa: era deplorable. Debía correr cuanto antes a sacar la basura, lavar platos y revisar varias cosas más.

Cuando terminó el ensayo, le prometí a Jess pasarla a buscar.

- Vos andá tranquilo. Yo te aviso cuando tenga todo listo.- Jessenia se notaba bastante cómoda con la situación y yo era un manojo de nervios.

Al llegar a casa, me convertí en la ama de casa que todos deberíamos ser. Luego de dos cds de música y 3 litros de lavandina, mi casa lucía como nueva. Incluso mis pequeños diablitos estaban entusiasmados.

- Debo limpiar esto más seguido...- comenté en voz alta, mientras me deshacía de las dos bolsas de basura.

A las 7 pase por el supermercado, para reabastecer mi casa. Compré lo necesario, pensando en que seríamos dos personas. Mientras estaba en la cola, me llegó el mensaje de Jessy, avisando que estaba lista. Luego de pagar todo y firmar un par de autógrafos, me dirigí decidido a la casa de la castaña. Jess me esperaba en la puerta, valija en mano y guitarra al hombro. Sonreí ante aquella imagen.

Abrí el baúl para que metiera sus cosas y, como todo un caballero, le abrí la puerta del copiloto. Emprendimos viaje, en un silencio bastante cómodo.

- No puedo creer que vaya a conocer tu casa... - Jess se notaba algo nerviosa ante aquella idea.

- Si. vas a ver la GuidoCueva.- intenté hacerla reír y pareció funcionar.

Comencé a pensar en la posibilidad de ella, viviendo conmigo. Imágenes utópicas se apoderaron de mi mente: ¿desde cuándo Guido Sardelli tenía ese tipo de planes a futuro? Definitivamente, me estaba volviendo un viejo.


ACÁ LES DEJO EL CAPITULO DE HOY!!! LAS COSAS SE EMPIEZAN A PONER INTERESANTES. VEREMOS QUE PASA. NO SE OLVIDEN DE LA ESTRELLITA Y EL COMENTARIO...ME GUSTA LEER LO QUE PIENSAN CHE. AHORA PUEDEN BUSCARME POR FACEBOOK COMO NICOLETTE(SIE, ES UN PSEUDÓNIMO) Y DARLE ME GUSTA A LA PÁGINA. AHI LES VOY A AVISAR SOBRE NOVELAS Y COSITAS NUEVAS.TAMBIÉN PUEDO AYUDAR SI TIENEN ALGUNA PÁGINA. NO SEAN MALAS Y AYUDENME A CRECER. ES GRACIAS A USTEDES QUE HAGO LO QUE HAGO. UN SALUDO A TODAS...

Amante del Rock (Fanfic Airbag/Guido Sardelli)TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora