Enseñanzas

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Las preparaciones para la boda comenzaron inmediatamente, todo sería dentro de la hacienda Gluskin para evitar que Waylon se sobre esforzar.

A pesar de los cuidados y las atenciones aún estaba algo adolorido a veces.

Eddie estaba prácticamente echando la casa por la ventana, esta sería al fin su boda y quería que todo fuera perfecto para Waylon y para él.

Su rubio hermoso era tan tímido respecto a los gastos, y siempre trataba de que Eddie no comprara cosas tan caras, pero eso a él no le importaba sería el mejor día de su vida.

Por su parte Billy y Edith estaban en su peor momento.

Esta boda los tomo por sorpresa y arruino sus planes para tener al rubio.

El rubio ya tenía planeado llevarse a Waylon con él, y que le ayudara con su empresa.

Edith aun furiosa por las imágenes que había presenciado hace unos días, se negaba a abandonar su habitación.

Pero Richard le aconsejo acercarse a Billy, averiguar que deseaba él.

Así que horneo unas galletas y se dirigió a la habitación de su hermano.

Toco la puerta y vio a su joven y rubio hermano, tenía unas horribles ojeras y una apariencia lamentable.

-puedo hablar contigo Billy....traje galletas....-

El rubio se hizo a un lado dejando entrar a su hermana, levanto los papeles que estaban tirados en su piso mientras la pelinegra se sentaba en la cama.

-también te sentó mal esa boda verdad....-

-por un momento pensé que Waylon y yo....-

-formarían una familia....tendrían hijos, envejecerían juntos y serian felices...-

-al parecer no soy el único...-

-no, pero....Waylon es un hombre especial y muy lindo...-

-lo sé, tiene solo semanas que lo conozco y parezco un idiota....-

-escucha que tal si tú y yo salimos a caminar....anda cámbiate y vayamos a otro lado....estar encerrados en esta casa....-

Billy miro a su hermana, ella era una buena chica y quería ayudarlo.

Necesitaba despejarse, tener nuevas ideas tanto de Waylon como de su padre.

Se disculpó con su hermana y se metió a bañar.

Edith iba a volver a su habitación, cuando vio un papel tirado en el piso.

La letra era de Billy, y a pesar de estar arrugada en una esquina se entendía perfectamente bien todo.

Se retiró de su habitación, para cambiarse de ropa y poder hablar con Richard.

Tenía al fin en sus manos la oportunidad que el médico le había prometido, el fin de Eddie y de Billy escrita en simples letras.

Elizabeth Gluskin...

Su enferma madre, y su misterioso paradero podrían ser la solución para quitarse de encima a sus hermanos.

La última jugada que definiría todo a su favor o la arruinaría para siempre.

Escucho los leves toques en su puerta y salió para ir a cenar con su hermano.

Debía ganarse su confianza antes de hacer cualquier otra cosa.

Y si algo había aprendido de su propia madre, era saber cómo se comportaba una señorita cuando quería salirse con la suya.


Propiedad  GluskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora