Edith Gluskin era la hija menor de la familia.
Una mujer sumamente hermosa.
De cabello negro largo y brillante, ojos de color azul claro, y una piel blanca, casi como porcelana.
Una figura envidiable.
Pero lo más importante una inteligencia superior a la de muchas personas.
El único problema de Edith era su hermano mayor Eddie Gluskin.
Quien siempre se había hecho cargo de calmar el incontrolable temperamento de su hermana, además de evitar que hiciera todo lo que ella quisiera.
Aunque aún así lo quería demasiado, habían sido siempre inseparables.
Pero lamentablemente para ambos tenían siempre las mismas ideas y gustos.
Y ahora eso era un problema para ambos.
La llegada de Waylon Park aquella noche había cambiado demasiado su relación.
Ambos hermanos estaban ahora enamorados de él joven.
Eddie había tomado ventaja de su control sobre la casa, enviándola lejos unos días.
Pero ahora que al fin se había podido acercar al rubio y decirle que también estaba interesada en él, no dejaría que ni Eddie ni nadie evitara que se casara con Waylon.
Después de toda su madre siempre le había dicho que encontrara un hombre guapo con el cual quisiera formar una familia, y entonces vería lo feliz que ella podría ser.
Y claro que Edith sería feliz con Waylon, tendrían muchos hijos y en muchos años nietos.
Envejecerían juntos, y cuidarían de su hermano y toda su familia.
Pero hablando de su hermano, aun debía vengarse por haberle ganado esa pequeña ventaja con su rubio "novio".
Así que esa mañana se levantó temprano para demostrarle a Waylon la perfecta esposa que sería para el cuándo se casaran.
Se arregló lo más hermosa que pudo, con aquel vestido rojo de volantes que su madre le había hecho para ella.
Después fue a prepararle un desayuno especial al rubio, que constaría de huevos fritos, tostadas, jugo recién exprimido y un poco de fruta.
Se dirigió entonces a la habitación del joven, y lo despertó suavemente.
Vaya que el encantaba ver a su futuro esposo dormir, pero debía darse prisa si quería ganarle Eddie ese día.
-buenos días amado Waylon...es hora de despertarse-
El rubio se removió y abrió al fin los ojos.
Viendo a aquella mujer, la hermana de su novio.
-buenos días Edith, que sucede ahora...-
-te traje tu desayuno, tienes que alimentarte bien si quieres mejorar-
-gracias, pero pensé que desayunaría en el comedor.-
-deja que te consienta mi dulce Waylon-
Waylon sabía que no podía hacer desistir a Edith por lo cual comenzó a comer.
Hasta que su puerta se abrió, y Eddie entro por ella sosteniendo la rosa que traía para su amado.
-Edith que haces aquí...-
-viene a traer el desayuno a mi Waylon...-
-cuantas veces tengo que de...-
-Eddie, Edith por favor no peleen...no quiero que mi presencia aquí les cause problemas.-
Ambos hermanos se miraron a los ojos y entre los dos se dieron cuenta de lo mismo.
-bien Waylon si es lo que quieres lo haremos, vamos hermana debes terminar los vestidos que estabas diseñando.-
-claro, bueno Waylon nos veremos más tarde para comer juntos...-
Edith beso la mejilla del rubio antes de salir, mientras Eddie se sentaba junto a él.
-lamento lo de mi hermana, sé que puede ser...-
-está bien Eddie, me gusta Edith es muy amable....-
-te gusta...-
-sí, pero como amiga...a ti te amo Eddie...-
Eddie beso a su dulce Waylon antes de salir a buscar a su hermana.
Ambos tenían mucho que hablar ese día.
Cuando fue a la recamara de ella no le sorprendió verla sentada en la cama esperándole.
-y bien Edith que planeas hacer ahora...-
-querido hermano no planeo nada...-
-no finjas, ambos estamos enamorados de Waylon...así que dime que tienes en mente ahora...-
-solo una cosa hermanito, que te parecería compartirlo...
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Propiedad Gluskin
FanfictionEn medio de la noche Eddie Gluskin, despierta por el sonido de un choque a fuera de su casa, encontrando a un joven rubio en su auto. El decide cuidarlo y amarlo. Pero Waylon se llevara una sorpresa al despertar, descubriendo que......