Lágrimas De Guerra.

El Pretendiente De Alice

Hija, debes olvidarte de ese desgraciado, no te das cuenta que solo te quiere por tu riqueza, pero tu tranquila que tu padre si que se preocupa por ti- dice Anthoine en un claro estado de embriaguez.
Alice sólo quería irse de ese horrible mundo en el que no tuviera que ver a su padre y pudiera estar con Dominique, con ese pensamiento se quedó dormida.

Al día siguiente Anthoine sube a casa antes de estar completamente borracho pero hoy con compañía, un joven unos años mayor que Alice, blanco de piel y de ojos verdes, que a pesar de tener buenos modales desprendía un horrible olor a whisky.
-Alice, hija mía te presento a Víctor, tu nuevo futuro marido. Baja a dar una vuelta con el y verás que olvidarás a ese payaso de Dominique.

Todo iba bien, al menos Víctor no hablaba (ya que cada vez que lo hacía producía en Alice unas horrible arcadas)
-Guapa- dijo Víctor con un tono nauseabundo.
-Te voy a enseñar donde trabajo.
Al llegar a una calle vacía a las afueras de Lyon, Víctor utilizando su mayor fuerza y peso agarró por el cuello a Alice y le roba un beso, tras el cuál Alice le mordió el labio inferior haciendo que del labio de Víctor manara un buen chorro de sangre.

-Puta!-dice Víctor
A continuación se baja el pantalón con intención de forzar a Alice.
-Por favor - suplica Alice con lágrimas en los ojos mientras patalea lo que puede.

-Alice! - dice una voz que la paralizada Alice reconoció al momento.
-Dominique- dice Alice con lágrimas en los ojos.

Rápidamente Dominique esquiva la puñalada de Víctor y le propina una patada al riñon, desequilibrando a su rival y segundos después rematándolo con su propio puñal.

Una vez que Víctor no es una amenaza, Dominique se funde con Alice en el más sincero abrazo.
-Lo siento cariño- dice Dominique con lágrimas en los ojos.
No permitiré que nadie te vuelva a hacer daño.
-Lo sé- dice Alice mientras Dominique le seca con dulzura las lágrimas que recorren su fina cara.
-Voy a coger tus cosas a la casa de tu padre, volvemos a casa.

Subiendo las escaleras ve que la puerta está abierta y entonces sube y recoge las cosas de su mujer.
Estaba saliendo cuando ve la figura de Anthoine que le dice
-Tu no vas a ningún sitio basura.
A lo que Dominique responde
-Si no fueras el padre de la persona que más quiero en este mundo ya estarías muerto.
Acto seguido se va y se reencuentra con su amada.
-Antes de irnos prometeme una cosa cariño- dice Dominique con lágrimas en los ojos.
-Claro, pero me estás preocupando.
-Si algo malo me pasara, buscate a un hombre que te quiera y te respete, por favor.
-A que viene eso, amor.
-Nada, no me hagas caso, es que te he hechado mucho de menos, tu eras lo único que me permitió sobrevivir todo este tiempo.