Shadow kiss - Un Cambio En La Historia

Me levante temprano para comenzar los entrenamientos con Dimitri, apenas habían pasado unos días desde nuestra charla en el gimnasio y desde que me beso, era algo que no podía olvidar y la parte fantasiosa e irreal de mi quería creer que eso significaba que podríamos estar juntos y nada podría separarnos. Yo sería la guardiana de Liss eso nunca cambiaría, ella es mi prioridad hasta por encima de mi felicidad, siempre había sido así.

Salí de mi habitación y bajé al vestíbulo de los dormitorios, aun es temprano pero ya empieza ha haber movimiento, salí del edificio y comencé a caminar hacia el gimnasio. El viento frío golpea mi cara y una suave brisa se filtró dentro de mi abrigo, es otro típico día de invierno en Montana.

Ya solo me faltaba la mitad de camino hacia el gimnasio cuando una voz me llamo detrás de mi - ¡Hathaway!

Me di la vuelta para encontrarme con Alberta, ella es la líder de los guardianes en la academia, ella para mi era uno de mis ejemplos a seguir, su piel mostraba signos de haber trabajo en el aire libre pero seguro fue hermosa en sus mejores años y aún lo era pero la vida de guardián se había llevado los mejores años de su piel, eso era algo que aterraba - ¿A donde te diriges? - preguntó llegando a mi lado.

-Voy al gimnasio, tengo mi entrenamiento con..- hice una pausa recordado que debía llamarlo "guardián", no por su nombre de pila - el guardián Belikov.

Algo cambió en su cara, ella sabía algo que yo no y algo me decía que no era algo bueno. - Creí que el te lo había dicho.

-¿Decirme, que? - una punzada de preocupación apareció dentro de mi.

-Rose, Dimitri no está en la academia - dijo Alberta con lentitud.

-¿Cuando vuelve? - el seguro había ido a alguna misión fuera de la academia de último minuto y no había podido avisarme.

-No, Rose - Alberta suspiro exasperada, como si yo no entendiera su punto - Dimitri renunció a su puesto en la Academia St. Vladimir.

-¿Que?......- no podía creer lo que decía.

El no pudo haberse ido.

El no pudo dejarme.

No podía ser verdad.