Capítulo 6

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Adrian no preguntó qué me sucedía, o cuestionó mi razón para estar ahí. El solo me abrazó cuando vio mis ojos rojos y con lágrimas.

Me gustaba sentir a Adrian, saber que él estaría allí para mi, pero me hizo sentir mal saber que lo utilizaba. Me recordó a como fui con Mason.

–¿Estas bien? – susurró contra mi cabello después de estar un momento abrazados. No, no lo estoy.– Que pregunta tan estúpida, lo siento.

–No lo sientas – dije contra su pecho. Aspiré su perfume –. Gracias por estar aquí, Adrian – más lágrimas invadieron mis ojos –. Él está aquí,también.

–Lo se, no quise decírtelo porque sabía que te afectaría.
No quiero que llores, Rose. No se que hacer, jamás te había visto hacerlo.

–No lo hago seguido – admití

–Ahora se porque – secó una lágrimas con su pulgar –. Te ves horrenda.

Reí y él lo hizo conmigo.

–¿Porque no pudiste aparecer antes en mi vida? – acaricie su mejilla.

–Me pregunto eso todas las mañanas cuando me levanto

–¿Llegas a una conclusión? – asiente –. ¿Cual es?

–Que todo pasa a su tiempo – se inclina un poco sobre mi cara –. Si te hubiera conocido antes probablemente no me hubiera enamorado de ti, solo te habría encontrado guapa y muy sexy. Hay una razón para todo esto, Rose – susurró contra mis labios.

–¿Cual es esa razón?

–Que yo debía estar allí cuando ese bastardo ruso te rompiera el corazón, mi deber es mostrarte todo lo que te estás perdiendo ahora. Demostrarte que puedes ser amada de verdad.

–Estoy rota, Adrian.

–Déjame ayudarte a sanar – toma mi cara entre sus manos y se inclina un poco más – Esperaré el tiempo que sea necesario, solo necesito que me digas si serás capaz de sentir algo por mi algún día.

–Sí, podría ser capaz de sentir algo por ti.

Él sonríe y se separe. Solo después de eso me doy cuenta de lo cerca que estábamos. Casi nos besábamos.

Casi….

***

–¿En dónde está Lissa? – me preguntó Adrian después de un esto de caminar.

Me aseguró que tomar aire fresco me relajaría y extrañamente tenía razón.

–La última vez la sentí en el ático – en este momento tenía la conexión bloqueada –. Apenas puedo liderar con mis sentimientos, no necesito los de ella

–Entiendo, vamos – tomó mi mano.

No habíamos caminado más que unos pocos metros gritaron mi nombre. Ambos nos dimos la vuelta para ver que quien gritaba era Lissa, y no estaba sola Christian, Eddie, Tasha y Dimitri estaban con ella.

–Oh Dios – murmuré cuando comenzamos a caminar.

Adrian apretó mi mano – Vas a estar bien – susurró.

–Hola – saludo Liss, demasiado entusiasta

–Hola – respondí el saludo, al mismo tiempo que Adrian.

Nadie habló después.

Silencio

Silencio

Shadow kiss - Un Cambio En La Historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora