Capítulo 4

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–Seguro y no es tan malo – me tranquilizó Lissa –. Alberta sabe lo que hace y sabe los problemas que han tenido tú y él.

–Miralo por el lado bueno – interrumpió Christian –. No te toque yo

–¡Te hubiera preferido a ti antes que a él!

–Puedes cambiar con Eddie – Lissa miró a Eddie

–No, ni lo pienses, no lo quiero a él – exclamó –. Y esta prohibido hacerlo.

–Eddie tiene razón.

–Habla con Caldwell, escuche que él ayudó a Meredith a cambiar su Moroi.

–¡Hay que hablar con él! – el semblante de Lissa se iluminó

–No – aun me da escalofríos –, es un acosador

–No exageres, Rose, ayer te daba escalofríos y hoy ya es un acosador.

–Es por que lo es – me incline más hacia adelante de la mesa –. Ayer me abordó después de salir de tu fiesta Eddie.

–¿Que fiesta? – preguntó Liss

–Estabas muy ebria, Rose – Eddie ignoró a Lissa –. Probablemente lo confundiste con alguien más.

–¿Te embriagaste? – sentí la sorpresa a través de la conexión.

–Espera un segundo, Liss. – levante un mano para detenerla y me dirigí a Eddie – No me confundí con él, porque me habló sobre las pruebas de campo.

–¡Rose Hathaway! – sonó a través de la cafetería. El sonido provenía de los labios de Jesse – ¿Lista para irnos?

–¿Disculpa? – dije cuando llegue a su lado

–Ya sabes, tu seras mi guardiana en las pruebas de campo. La pasaremos genial te lo prometo – después nos señaló a ambos cuando habló –. Tu y yo encerrados en una habitación todas las noches.

Eddie se levantó de golpe y empujó a Jesse– Cierra tu maldita boca, Zeklos

–Eddie, basta – tome su brazo y lo jale –. No lo vale. Vámonos, Jesse.

Tome mi bolso y comencé a caminar, no sin antes despedirme de Liss y Christian. Jesse me seguía de cerca, pero no dijo una sola palabra en todo el camino al dormitorio.

La idea de dormir en la misma habitación que él me causaba escalofríos, sabía que sería muy incómodo, más aún porque algunas noches me despertaba por las pesadillas. Siempre las misma: Mason muerto, aunque últimamente también ha habido algunas sobre Dimitri dejándome.

–Llegamos – anunció Jesse al abrir la puerta –. Esa de allí es tu cama.

El señalo una cama situada en la esquina contraria de la habitación de donde se encontraba su cama. –¿Te permiten tener dos camas?

–Cuando tienes dinero y conoces a la gente correcta, si, si puedes tener dos camas.

–¿Para qué querrías dos camas?

–Para ti – lo mire sorprendida –. No te emociones, no específicamente para ti, para la persona que se quedara aquí conmigo en las pruebas de campo. Creí que sería un chico.

Asentí

***

Hoy era el día en el que la otra academia llegaría, según Caldwell, yo realmente no le creía porque nadie había dicho nada al respecto y si fuera real Alberta nos lo hubiera notificado.

Había pasado toda una noche con Jesse y ninguno de los dos había muerto, aún. Esta mañana nos levantamos temprano ya que quería visitar a los alimentadores antes de ir a la cafetería. Ya esperaba afuera, así era mejor, y él aún seguía adentro.

¿Cuanto te tardas en morder a alguien?

–Rose – me llamaron del otro lado de la sala de alimentadores. Vi a Caldwell acercarse –. Necesito decirte algo.

–También yo debo decirte algo, dijiste que hoy llegarían las otras academias.

–Justo iba a decirte eso. Surgió algo tuvieron que aplazar su llegada. Llegarán, a más tardar en una semana.

–¿Porque tus ojos me dicen que no me estás diciendo algo? – lo mire seriamente – ¿Que no me dices, Caldwell?

–Termine, ¿nos vamos? – dijo Jesse

–Un momento, estoy hablando con alguien – le respondí molesta por su interrupción

–Debes irte – anunció Caldwell –. Hablaremos en otro momento.

Y sin más se fue

–Tenias que interrumpir justo ahora ¿cierto? – me dirijo a Jesse cuando comenzamos a avanzar.

–No es mi culpa que te interese más Dexter que tu trabajo. – respondió sin interés.

–¿Dexter?

– Ese es su nombre, genia

–¿Cómo lo sabes?

–¿Que no se supone que debes ser como una sombra? Estoy muy seguro que las sombras no hablan.

Molesta por su actitud me calle el resto del camino.

Estas semanas parecerían una eternidad.

***

–Debes decirle – me susurró Lissa en su clase de cálculo. Al parecer ella y Jesse compartían esta clase y ella se las había arreglado para sentarse cerca de mi y poder hablar.

–Claro que no – le susurré de vuelta

Bufó

–Deja eso de que el es un acosador, Rose – ella me miró suplicante –. Por favor habla con él y pídele que te asigne con Christian

–¿Porque con el? – pregunte extrañada

Sentí molesta y algo de ¿celos? a través de la conexión

–¿Recuerdas que Eddie dijo ayer que Meredith pidió un cambio de moroi? – asentí –. Pidió a Christian como su moroi.

–No lo puede creer – sabía que mi cara reflejaba sorpresa.

–Pues creelo, por favor pide que te cambien con Christian.

–Veré que puedo hacer.

–Me alegra, deberías ir hoy. Así cuando venga Tasha podremos estar todos juntos.

¡¿Que?!

–¿De qué hablas, Lissa? – mi voz tembló un poco

–Te vi un poco triste cuando Dimitri se fue y no quise decirte nada, pero Tasha nos dijo hace poco que tenía planes de boda con Dimitri, tal vez para eso vengan – no respondí. Sentí que mi pecho se contrajo –. ¿Rose? ¿Estas bien?

–Si

¡NO! Gritaba mi interior no estaba bien en lo absoluto.

Tenía que tomar una decisión.

¿Lidiar con Jesse o ver como en hombre que amo hace planes de boda con otra?

¿Porque no puedo tener un vida normal?


Shadow kiss - Un Cambio En La Historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora