CAPITULO 3: Intuición

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No deseo estar en un lugar que me trae malos recuerdos solo quiero salir de aquí pero de tan solo intentar caminar un dolor insoportable invade mi cuerpo puedo verles sin embargo no hay nada mas que esa pequeña niña que solía tener una vida feliz, esa niña solía ser yo con una sonrisa radiante a pesar de todo con tal de no preocupar a sus padres después de si viene aquel accidente el cual intento evadir de mi realidad pero por mas que lo intento simplemente no puedo.
¡No!, ¡por favor no! necesito ayudarlos...¡Ayuda! ¡Por favor alguien ayudeme no puedo! ¿¡por que no puedo!?...
Abrí mis ojos, al parecer había estado gritando los últimos cinco minutos en los que continuaba dormida la señora Shu había llegado para abrazarme y que me tranquilizara pero aveces ni con un abrazo puedo calmarme.

>Otra vez vi...a mis padres.
Estaba en el suelo solo pude apoyarme en mis manos y rodillas las lágrimas comenzaban a caer algunas solo se escurrían por mis mejillas pero al recordar aquellos rostros llenos de agonía solo hace que me duela más, como no va a doler si he visto a mis padres siendo consumidos por la llamas y todo para protegerme a mi y aun así no se si valió la pena que ellos perdieran la vida , yo tuve la culpa solo eso necesito saber para guardarme rencor hacia mi, si no hubiera escapado de cada ellos no habrían conducido hacia su muerte pero no recuerdo que fue lo que ocasionó ese problema aveces solo deseo desaparecer pero es muy tarde como para ser una mal agradecida con aquellos que dieron su vida por mi. Esto me resulta un poco complicado de aceptar durante estos diez años no he podido olvidar el rostro de ellos para algunos seria un bello recuerdo sin embargo yo los recuerdo de una manera desagradable.

La señora Shu tomó una vaca de peluche que se encontraba arriba del ropero y me lo dio, era el peluche que mi madre me había hecho para mi cumpleaños número cuatro.
Solo jale una sabana que se encontraba en el sillón y me acurruque en el suelo para ponerme a llorar como de costumbre al tener esa pesadilla.
Por más que intentaba superar no podía, era un recuerdo que me perseguiría toda mi vida.

S.S-¿estas un poco más tranquila?

>No, no lo se solo quiero saber por que ...deseo recordarlo todo pero tengo miedo.

S.S.-Es algo inevitable mi niña sabes en algún momento desearas recordar y tal vez todo se aclare, esto suele pasar.
Y dime ¿como te fue en tu primer día de preparatoria?
~Ella desea cambiar de tema para que yo no me sienta mal por lo ocurrido, la señora Shu siempre es atenta con migo sin embargo no le he podido llamar madre.

>Creo que bien, no me puedo quejar.

S.S.-y... ¿has pensado en hacer amigos?

>Los amigos no existen , solo hay compañeros de clase y dudo mucho que me tomen en cuenta después de mi presentación. *una pequeña sonrisa burlona se dibujo en mis labios*

S.S-¿Que hiciste Chris?

>Digamos que...les dije que no tengo el más mínimo interés en relacionarme con los hipócritas de la clase ..pero al parecer todos son así.

S.S.- Era de suponer, siempre que te sientes intimidada te pones a la defensiva sin importar de quien se trate aunque espero no te allás peleado con nadie.

>Muy tarde señora Shu
La señora Shu solo me abrazo y comenzamos a reír juntas ella era una amiga para mi a pesar de que nunca se lo había dicho ella sabia cuanto cariño le tenia , eramos cómplices y esperaba que así pudiéramos continuar hasta que llegara el momento en el que tenia que separarme de ella.

No le había comentado nada de Anton ni del chico del invernadero eso se lo diría después cuando todo se calme un poco.

S.S.- ya es tarde Chris, y mañana debes levantarte temprano...descansa.

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