Bai Luo Yin debía escribir los cincuenta y siete nombres según el número que cada uno de sus compañeros tenía asignado y luego darle a cada uno de ellos su tarjeta.
Cuando Gu Hai recibió la suya, en lugar de colocarla sobre su banco, donde debía, permaneció mirándola. Se sintió perdido. Su padre siempre le había enseñado que la letra de un hombre era el espejo del carácter de un hombre. Que era como la representación gráfica de sus cualidades y de sus capacidades. La letra de Bai Luo Yin era el reflejo de una enorme capacidad y de un espíritu vigoroso.
Sin embargo, el día anterior, cuando le habló de esa forma tan desdeñosa, había reflejado algo por completo diferente. "¿Habrá sido acaso por cómo me comporté con él?". Gu Hai quería saber de qué se trataba.
El timbre sonó indicando el fin de la clase. Gu Hai, su tarjeta en la mano, se dirigió derecho hasta el banco frente al de Bai Luo Yin, el de You Qi. Se sentó. Permaneció observando calmo a Bai Luo Yin. Bai Luo Yin se apuraba por terminar la tarea y ni siquiera levantó la cabeza. Ignoraba de forma absoluta la mirada fulminante de ese niño mimado que estaba enfrente. Hasta que un momento más tarde, Gu Hai habló.
- ¿Vos escribiste esto?
Bai Luo Yin estaba absorto en su tarea y estas palabras de Gu Hai le interrumpieron la concentración. Tenía en su mano una regla y trataba de averiguar cuál era la línea correcta que debía trazar sobre la hoja. Pero finalmente la irritación le hizo arrojársela a Gu Hai por la cabeza.
- ¿No tenés nada mejor que hacer? Si es así, entonces a mí no me molestes.
Fue ahora que Gu Hai pudo apreciar mejor el rostro de Bai Luo Yin. No estaba nada mal. Su atractivo no quedaba por debajo de su caligrafía. No era ciertamente el rostro más atractivo del mundo, pero sí tenía ciertos aspectos verdaderamente únicos. Acaso si se le prestara atención sólo a su rostro, no fuera de lo más destacado, pero el conjunto de sus cualidades era de un raro atractivo.
Bai Luo Yin no se percató de que Gu Hai lo observase. Seguía cavilando sobre su problema matemático cuando vio el dedo de Gu Hai posarse sobre el libro de texto.
- Yo sé cómo se hace.
Bai Luo Yin le sujetó el dedo y con calma lo apartó de su libro.
- Gracias, yo puedo.
Bai Luo Yin agarraba de un modo realmente fuerte, y Gu Hai había tenido la fortuna de que su piel fuera oscura, o de otro modo le habría quedado la mano toda llena de marcas.
- Y levantame la regla.
Lo dijo con el tono de una orden. Gu Hai no se movió un centímetro.
- ¿Tenés alguna discapacidad o qué? ¿No te dije que me levantes la regla? ¿Podría ser un poquito más rápido?
Gu Hai ahora lo miró frío como un glaciar. Y ahora Bai Luo Yin era como una estrella radiante en medio del salón. Incluso si Gu Hai hubiese sido realmente un glaciar, lo mismo se habría derretido de punta a punta. No podía evitarlo. Un hombre no puede dejar de ofrecer todo su corazón cuando se trata de quien ama. Es que Bai Luo Yin tenía una caligrafía bellísima. Y nuestro niño mimado se agachó a recoger la regla y se la entregó lleno de respeto a Bai Luo Yin.
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¿Eres adicto? (traducción)
RomanceAdaptación en serie web: https://www.youtube.com/channel/UCwfekS7vcMKRWCUedbl3frQ