Vanessa Andrade, una chica de 17 años que es relativamente ordinaria, estudia la preparatoria, hace sus deberes, tiene una familia de cinco; su hermano mayor, Fernando y su hermana menor, Karla, además de sus aún casados padres, y una vida aburrida según ella. También está Cassandra Dueñas, la mejor amiga de Vanessa con gustos totalmente distintos y una familia pequeña, ya que es hija única. Ellas son mejores amigas desde hace tres años, se conocieron cuando Cassy se mudó a la ciudad y por obras del destino terminaron estudiando en la misma escuela. No son nada como el típico estereotipo de mejores amigas pues se pelean bastante, no tienen casi nada en común; viven a una hora de distancia y pueden durar semanas sin hablarse pero definitivamente se apoyan en todo y complementan a la otra.
Vanessa es la chica más enamoradiza que alguna vez haya existido aunque nunca nada serio, los olvida rápidamente y pasa al siguiente o prefiere tener miles de amores "platónicos", esos que son imposibles. En realidad sólo está enamorada de la idea del amor, creció creyendo que existe un príncipe azul y la cruel realidad le mostró que no es cierto, pues la lastimaron recientemente y no lo puede superar. Ahora está decidida a dejar todo eso atrás o al menos durante el siguiente mes, ya que ella y Cassy se irán de viaje a Australia con un programa de voluntariado. Ambas estaban muy emocionadas cuando al fin llegaron al programa, había chicos de todas partes del mundo y tantas cosas por aprender y vivir. No dejaría que los fantasmas del pasado le arruinaran esta experiencia.
Al llegar a este nuevo país todo parecía brillar. Se encontraban frente a un nuevo mundo de infinitas posibilidades, sintiéndose inmortales, preparadas para conquistar el mundo con una energía que sólo posees cuando eres joven. Fueron recibidas con grandes pancartas en el aeropuerto por parte de los asesores del voluntariado, ahí se reunieron cerca de 60 chicos de distintas partes del mundo igual de emocionados y listos para la aventura. Una vez que todos llegaron se subieron a un autobús que los trasladó hasta la universidad que les daría asilo durante su estancia en Australia, les asignaron dormitorios con personas de otros lugares, después tomaron un recorrido en el cual les dieron todas las indicaciones necesarias para su estadía. También les informaron que el programa estaba organizado en secciones, dividiendo a los chicos en los aspectos que más les interesaban y ahí fue donde las chicas se separaron porque Vane fue a pedagogía y Cassy a medicina. Fueron las secciones que más les interesaron, sin embargo todavía se encontraban indecisas en cuanto a la decisión que tomarían regresando a casa determinando a que dedicarse profesionalmente. Actualmente ser un adolescente en un mundo globalizado donde las generaciones mayores tienen todas sus esperanzas en nosotros deseando que arreglemos el mundo es bastante presión. No se perdió tiempo y pronto empezaron a trabajar, primero en conocerse entre todos y luego a entender los horarios a seguir. La primera semana fue la más pesada, ya que era complicado integrarse con culturas diferentes, adaptarse al horario y también les dio un poco de nostalgia por su hogar. Pasó la segunda semana y Vane se encontró con un viejo amigo de Cassy en su grupo, Carlos, con quien se empezó a llevar muy bien, fue mucho más ligera debido a las amistades que ya tenían y lo bien que se estaban adaptando. Aprendió bastante y estaba segura que su vocación era la de dar clases, porque le gustaba compartir lo que sabía y que los demás compartieran con ella sus experiencias. Teniendo únicamente 17 años, ¿quién está seguro de lo que quiere hacer exclusivamente el resto de su vida? Durante la tercera semana visitaron lugares turísticos de Australia, tuvieron tiempo libre de recreación y por fin las amigas gozaron de tiempo para ponerse al tanto en lo que cada una estaba aprendiendo, a las personas que habían conocido y presentarse a sus nuevos amigos. Se tomaron muchas fotos y fueron a un pequeño restaurante con sus camaradas, se rieron, comieron bastante y platicaron sobre sus países de origen, hasta el momento en que Cassandra vio a Carlos, quien se iba a unir a ellos porque Vane lo invitó, se puso muy molesta y le gritó: — ¡¿Qué rayos está haciendo él aquí?! — mientras lo señalaba y se levantaba de su asiento.
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17 y contando
Teen FictionVanessa Andrade, una simple adolescente que vive en un entorno ordinario según su perspectiva con una vida aparentemente normal mas no perfecta, atraviesa una serie de eventos, algunos grandes y otros pequeños pero todos significativos a su manera...