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Los policías tranquilizaron a la familia anunciando que saldrían al instante a patrullar y detener a los adolescentes, sin embargo no fue suficiente para los Andrade y comenzaron a rastrear a su hija. En tanto esto sucedía en su casa, Vanessa obtenía las mayores descargas de adrenalina gracias a la velocidad que alcanzaba con la máquina de muerte, Jaime era todo un experto, hacía de todas las acrobacias, incluso aquellas jamás imaginadas, las sirenas de las patrullas pronto comenzaron a resonar en toda la ciudad y Alex también era partícipe del operativo, hubo un momento crucial en el que sintió un peso aplastante sobre el pecho, algo andaba mal, no inquietaría a la familia hasta que el papá de Vanessa expresó lo mismo —Cariño... algo pasó— dijo tomando el brazo de su esposa —Lo puedo sentir, hay algo extraño que no me deja seguir, algo le pasó a Vane— volvió a comentar alzando la voz mientras se le quebraba, la señora Andrade quiso mantener la cordura pero le fue imposible, rompió en llanto y berreó como desquiciada —Mi bebé, no, no, no, tiene que estar bien, por favor, no— gritaba sosteniéndose el largo y ondulado cabello igual al de su hija. Era una escena dolorosa para Alex, deseaba con toda su fuerza que estuvieran equivocados y ella apareciera pronto sana y salva, de repente el celular de Cassandra  comenzó a timbrar, torpemente pudo responder —Diga... sí así es... ¿en qué kilómetro dice?... ya vamos para allá— habló sin que los demás conocieran qué decían del otro lado del auricular —Hay un accidente de motocicleta en el kilómetro 23, dos adolescentes, no me dieron más información, hay que llegar ya— ordenó bastante compuesta. Todos subieron al auto y el padre de Vanessa manejó como alma que lleva el diablo, no transcurrió el tiempo entre la llamada y al llegar al lugar de los hechos, estaban con la esperanza de no encontrar a su amada niña sin embargo el suceso acontecido no era prometedor, en la curva más cerrada de la carretera se encontraba destrozada la preciosa motocicleta, en millones de pedazos, alguien ajeno no podría decir a que pertenecían todas esas partes y aambos costados se encontraba un cuerpo, esto les robó el aliento, estaban inmóviles, al igual que Jaime y Vanessa sobre el negro asfalto con grandes charcos de sangre, sus padres corrieron a intentar acercarse a su hija pero los oficiales los detuvieron —Señores, el choque acaba de ocurrir, la ayuda viene en camino, esperen por favor — insistieron. ¡Vaya idiotas! Es que no comprenden el amor de una madre y la desesperación que siente al ver a su hija inerte a metros de ella; las ambulancias y paramédicos llegaron en seguida y despojaron de los cascos a los chicos, acordonaron la zona y retiraron a todos, Alex esquivaba a todos para intentar ver el veredicto, escuchó a alguien decir: "ya es muy tarde" y pareció que el mundo se le nublaba, dio traspiés en dirección opuesta, después alguien más gritó "traigan una camilla ahora", "los padres de la chica ¿se encuentran aquí?",ambos corrieron y saltaron las cintas de precaución —Su hija está viva señores, suban a la ambulancia— ordenó un paramédico y colocó a Vane en la camilla para llevarla al hospital. —Suban al auto— gritó Cassandra ya sentada en el asiento del conductor, Karla y Alex no vacilaron un segundo más y se dirigieron camino al hospital. Arribaron poco tiempo después al que la ambulancia lo hizo, todos los sentimientos los rodeaban, "En el segundo piso",recuerdan haber escuchado a una enfermera señalarles, "Atrás, no pueden pasar a esta zona", les gritó un doctor sacándolos de un quirófano, al cabo de varias vueltas dieron con el paradero de los padres de Vane en una sala de espera. — ¿Dónde está mi hermana?— demandó saber Karla.—Se la llevaron a quirófano, tiene una hemorragia interna, tienen que detenerla para que sobreviva— explicó su papá evidentemente llorando. No tenían otra opción, sino esperar, sentían que los minutos eran eternos y Vanessa se les estaba escapando cada vez que un doctor presuroso entraba o salía, 20 minutos tan sólo habían transcurrido cuando Karla recibió una llamada de Fernando, tenía que contestar pues hablar con él era privilegiado, el problema es que era por medio de video llamada, al instante notaría que algo anda mal, seguían llorando o era obvio que lo habían hecho, —Hola familia— exclamó radiante y sus expresiones cambiaron como la velocidad de la luz —¿Qué pasa?— preguntó antes de dar tiempo de responder al saludo, Karla se volvió a echar a llorar y le entregó el teléfono celular a su padre —Vanessa tuvo un accidente en motocicleta hijo, está grave, ahora mismo estamos en el hospital— hablo tristemente con la cara roja. — ¡Carajo! ¡No, no, no!— gritó con rabia y dolor, un ruido estrepitoso se escuchó, un doctor con aspecto agobiado salió y caminó hasta ellos. —Hijo, debo colgar, te llamó en unos minutos— anunció sin darle tiempo para protestar. — ¿Señores Andrade?— preguntó sabiendo la respuesta —Su hija está viva, estable, un poco dañada pero se recuperará pronto, únicamente tiene una fractura menor en el brazo izquierdo, logramos detener la hemorragia y todo fue un éxito, por el momento está sedada, denle 30 minutos y pasen a verla, se encuentra en el cuarto "111"— anunció las buenas noticias. La tensión se redujo notablemente, agradecieron el milagro y se abrazaron, hasta que los ruidos de pasos corriendo los alertaron, eran los oficiales del accidente—Disculpe señor, ¿acaso usted conoce al joven que iba con su hija?— indagó el policía, —Desafortunadamente no oficial, lo lamento — dijo —Lamentamos la confusión— informaron listos para retirarse. — ¿Qué sucedió con el chico?—preguntó Cassy antes de que se marcharan —No sobrevivió al accidente—sentenciaron y se fueron del lugar, esto fue suficiente para que todos quedaran impresionados y sin palabras. Karla y sus padres fueron los primeros en entrara ver a Vanessa mientras sus amigos aguardaban afuera. Continuaba dormida por la anestesia pero comenzaba a reaccionar —Despacio bonita— le indicó su madre al acariciarle la cabeza, tardó un par de minutos en volver en sí, — ¿qué tal te sientes princesa?— dijo su papá una vez que abrió los ojos, —terrible, parece que tres camiones me aplastaron— contestó de forma extremadamente lenta.—Tienes que descansar un poco más hermanita— le dijo Karla al tomar su mano derecha entre la de ella. Tocaron a la puerta y Cassy asomó su cabeza — ¿Se puede?— indagó en voz muy baja para entrar. Vanessa estaba viva, y de milagro, entera. —Hay alguien afuera que quisiera hablar contigo amiga— le anunció con un timbre alegre en su voz, puede que aún se sintiera mareada por la medicina y un poco desorientada, sin embargo no estaba tonta y entendía a la perfección de quién se trataba —Que pase— ordenó y su amiga abrió la puerta para que Alex entrara, los ojos de ambos se iluminaron al verse. —Creo que es mejor darles un poco de privacidad— dijo su madre sacando a su padre en contra de su voluntad, y a las chicas también. —Hola Vane— fue lo primero que le vino a la mente —Hola— susurró y cerró sus ojos mientras Alex seacercaba a ella, tomó su mano derecha delicadamente y sus dedos se entrelazaron, el pulgar de él dibujaba círculos sobre el dorso de la mano de ella, Vanessa suspiró y ambos hablaron al mismo tiempo, —Lo siento— exclamó el chico con una mirada de dolor en sus ojos sintiéndose culpable por lo sucedido– Discúlpame– expresó la chica con un poco de dificultad, la única respuesta de ambos fue asentir ligeramente con la cabeza, alguien llamó a la puerta simplemente para avisar que entraría, ya que no esperó respuesta, un doctor en una impecable bata blanca entró sosteniendo un sobre —¿Dónde están tus padres?— preguntó al instante,  —Voy por ellos—se ofreció Alex antes de besar su frente y despedirse de ella. Minutos después de que él saliera, una simpática enfermera entró junto con los padres, entonces el doctor comenzó a explicarles la situación de su hija, quien no prestaba atención en lo absoluto, hasta que una frase le hizo recobrar el interés por su salud: "Los resultados de estos estudios médicos son lo que me preocupan",alcanzó a oír y centrar su atención en el resto de la información  —Verán, en cuanto su hija llegó a urgencias le tomamos una muestra de sangre para realizarle estudios y tener una vista general de ella, de esa manera poder optar por el mejor medicamento— explicó el doctor, continuando —aquí están los resultados— levantó el sobre entregándoselos —el problema que tenemos es que los niveles de glucosa y de ácido araquidónico son bastante altos, y su hija es muy joven— terminó el doctor dejando aterrada a Vane, no comprendió todo lo que dijo pero sabía que no era nada bueno.

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