Ahora que era una persona muy distinta, alguien más madura con una mentalidad diferente, cosas curiosas comenzaron a suceder, Alex se acercaba a ella para encontrar tema de conversación, incluso se sentía nervioso en ocasiones, comenzaba a sentir amor en verdad por la chica de ojos oscuros y sinceros. Vane estaba ocupada en ella, ni notaba la lucha interna del inteligente y carismático muchacho, quien a pesar de hacer grandes esfuerzos para llamar su atención no lo lograba, entablaban conversaciones y ella era amable incluso continuaba con el tema pero nada diferente, prefería salir con sus amigas y continuar aprendiendo más acerca de todo. Un nuevo año significa nuevas metas por cumplir para ella y Karla, quienes hacían casi todo tipo de actividades juntas desde que Fernando está tan bien de regresó en España después de haberlas visitado por dos semanas en Navidad, por cierto llegó antes para verificar la calidad de salud de su hermanita. Tantos sucesos, las agendas dejaron de estar tan apretadas y ocupadas a mediados de febrero, justo a tiempo para las festividades del amor y la amistad, lo comentaban las amigas en una clase de deportes durante el estiramiento. —No estoy de acuerdo con la idea de celebrar a tus amados y amigos el 14 de febrero— debatía Julia —De hecho a mí me encanta la idea— defendía Cassy —¿Acaso es debido a que saldrás con Carlos? — se mofaba Vanessa mientras Julia reía — El problema no es celebrarlo, mi punto es: un año tiene 365 días, para demostrarle a alguien lo mucho que lo aprecias, no necesitas de una festividad consumista para darte el valor de hacerlo— argumentó Julia —Tienes razón— aceptaron las chicas juntas, —Claro que es correcto— terció Alex agregándose a la conversación. —Entonces, ¿son el tipo de chicas que salen de la norma y van contra la sociedad? — indagó sarcásticamente —Únicamente lo es Julia— confesó Cassandra, dejando aparecer una sonrisa de satisfacción en la cara de Alex —¿Qué hay de ti? — exigió saber dirigiéndose a Vane — No soy radical, como Juls, y tampoco cumplo tantos estereotipos como Cassy, yo diría que soy un término medio— concluyó preparándose para empezar a correr, puesto que las chicas iniciaron sin ella dejándola charlar con el enamorado. Una vez que comenzó a trotar alrededor de la cancha Alex también lo hizo acompañándola — ¿Cuál es tu opinión sobre esto? — preguntó sin verlo, ya que corrían lado a lado, un par de segundos transcurrieron antes de recibir una respuesta — Recientemente tengo un punto de vista distinto, estoy de acuerdo con el hecho de que tenemos muchos más días para expresar nuestros sentimientos, no obstante, creo que la fecha te da valor en ocasiones y debes sacar provecho de ello— reconoció. Siguieron corriendo sin conversar para no agotarse demasiado y completar la tarea, finalizándola el maestro asignó un ejercicio parejas y así continuaron hablando —Pensando en lo que dijiste hace unos momentos, yo creo que cambiaste de opinión hace poco, porque piensas declararle tus sentimientos a una chica — dijo codeándolo ligeramente y observando como se sonrojaba, no obtuvo respuesta de éste, provocándole emoción, —¡Es cierto! — exclamó dando saltitos. — Soy tan perspicaz— presumió. —¿Ya sabes qué le dirás? — interrogó humildemente —No precisamente, me gustan las cosas clásicas, parece que optaré por flores— declaró —Casi nunca falla, a menos que sea alérgica u odie las flores — previno terminando el ejercicio. —¿Es común ser alérgico? Yo no lo soy, ¿lo eres tú? — indagó inocentemente —Tampoco, entonces prosigue con las flores— aprobó. Más tarde, separaron a los chicos de las chicas para diferentes actividades, por lo tanto, dejaron de hablar.
Karla ha mantenido a su hermana llena eventos, después del accidente aferrándose y aprovechando cada tiempo libre con ella, van de compras al supermercado, a tiendas departamentales, hacen los deberes juntas, incluso fueron a hacerse tatuajes de henna iguales. La pequeña chica es muy similar a su hermana mayor, a excepción del cabello lacio y negro comparado con el muy ondulado y castaño perteneciente a Vanessa, sin tomar en cuenta eso, podría creer que son gemelas, incluso tienen la misma estatura, a pesar de que Karla es menor. —Vamos a comprar algo para tu novio, ¿si? —sugirió Vane, —No— contestó tajante, —¿Por qué no? — preguntó desconcertada, —Ya no tengo novio— explicó, —Oh... bueno, entonces hay que salir nosotras el 14—dijo obteniendo una respuesta positiva, pero dudosa por parte de su hermana, casi creyó que le ocultaba algo.
El 14 de febrero comenzó como viernes rutinario de escuela, sorprendentemente arribó temprano a clases con suficiente tiempo, no alcanzó a llegar hasta su butaca pues Julia la tomó bruscamente del brazo izquierdo sacándola del salón sin explicación lógica, —¿¡Qué rayos sucede!?— habló confundida viendo a Julia sonreír extensamente —Hay una carta para ti en el casillero— dijo abriéndolo dado que compartían, Vane no pronunció palabra alguna y tomó la hoja presionándola contra su pecho. —¿Te molesta si la abro cuando esté sola y te comunico del resultado al rato? — informó tomando su mochila y entrando al salón. Estuvo evitando leer el contenido, mientras una sensación extraña recorría su cuerpo, emoción y miedo en esos instantes no tenía la menor idea de la identidad del remitente. Las clases dieron inicio con una atmósfera distinta entre sus compañeros, de felicidad, inquietud y un poco de apatía por parte de los chicos sin pareja. Discretamente todos esperaban recibir algo del tan mencionado"correo misterioso" organizado cada año durante el mes de febrero, a excepción de Vane, que pensaba: "sin ilusiones no hay decepciones", y para su admiración durante la primera entrega de regalos recibió un ramo de flores sin indicar quien las mandó, en una segunda ronda de entregas inesperadamente volvió a recibir un ramo de flores, se encontraba pasmada —De seguro es un error— les comentó a los carteros, —¿Vanessa Andrade? — interrogaron y ella asintió con un movimiento de cabeza —Entonces no hay ningún malentendido, ambas son para ti—confirmaron retirándose. Esperó pacientemente durante el transcurso de las horas escolares al misterioso pretendiente que no aparecía, Julia le recordó sobre la carta y entonces la abrió casi desesperadamente. "He de confesarte lo mucho que me gustas, y no sólo físicamente aunque esos hermosos ojos oscuros que posees me enloquecen, pero también estoy enamorado de tu forma de ser, espero te guste el pequeño presente de mi parte".<<Fin>> pensó —No dice quién la envió— anunció viendo con expectativa a su colega. Nadie se presentaba para aclarar el misterio y los minutos se agotaban, la mayoría de sus compañeros le preguntaron miles de veces"¿Quién te envió las flores?" y ella no fue capaz de responder, inevitablemente el timbre que indica el final de la jornada escolar resonó en todo el edificio, y con un peso sobre los hombros levantó todos sus libros para guardar en el casillero, estaba metiendo cuadernos y carpetas en el casillero sin poner atención a su alrededor, de repente alguien tocó su hombro y ella volteó sin emoción para encontrarse con Alex y una expresión muy tímida —¿Cómo estás? — preguntó —Muy bien, gracias ¿y tú? — mintió —¿Podemos hablar?— se notaba nervioso por la forma en la que no paraba de mover sus manos a sus costados. —No tengo mucho tiempo, de seguro me esperan mis padres pero si es rápido, claro— le advirtió, y se sentaron cerca del estacionamiento. —Quiero que me escuches, hasta que termine y luego me das tu opinión. —De acuerdo— aceptó — Yo te envié un ramo de flores, y la carta en tu casillero, que sinceramente espero no haya leído tu amiga, hace poco tiempo, el suficiente para mí, me di cuenta de la increíble chica que realmente eres, me importas bastante Vane, sé que no somos tan buenos amigos ni conocemos todo acerca de nosotros, pero nunca antes tuve la oportunidad de coincidir con alguien que le guste las mismas canciones viejas que a mí, cuando hablamos realmente me escuchas, eres sincera, es esencial que estés enterada de lo que yo pienso de ti. — Finalizó con sus manos temblando ligeramente sin poder verla directamente a los ojos, Vanessa no podía procesar todo lo que acontecía, tanto tiempo estando secretamente enamorada de él, esperando que la viera y ahora que superó su enamoramiento, las cartas se voltean y él es muy valiente para confesarle sus sentimientos, —¿Dos ramos de flores? — susurró inútilmente —¿Cómo? Yo compré un ramo y ya— dijo —Es que recibí dos— explicó pensativa. —¿Quién te las mandó? — exigió saber y no pudo obtener respuesta pues por el momento no existía, un claxon insistente la llamaba, apenada se despidió de Alex. —Dame tiempo para pensar todo, ten mi número y mañana hablamos— balbuceó rápidamente dándole un beso en la mejilla y corriendo a su coche —Muchas gracias por las flores— dijo. Toda la tarde se quedó muy pensativa, principalmente dudando sobre el segundo ramo de flores, tuvo que declinar los planes con su hermana y ésta entendió a la perfección, de cualquier manera, saldría con un par de amigas que no había visto en un largo tiempo, Vanessa se quedó encerrada en su cuarto meditando la situación, <<realmente, aún sigo estando ligeramente enamorada de Alex>>, se decía, <<el segundo ramo debe ser una gran equivocación, pobre de la chica sin flores>>, repetía convenciéndose, justo cuando un sonido llamativo la sacó de sus pensamientos, un mensaje de texto nuevo proveniente de un número no registrado, sin embargo le resultó familiar, aparecía en la pantalla de su celular: "¿Te gustaron las flores?",para evitar rodeos Vanessa se armó de valor y llamó, sonó tantas veces que estaba casi segura que no responderían, iba a ceder cuando finalmente una voz habló del otro lado del auricular
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17 y contando
Teen FictionVanessa Andrade, una simple adolescente que vive en un entorno ordinario según su perspectiva con una vida aparentemente normal mas no perfecta, atraviesa una serie de eventos, algunos grandes y otros pequeños pero todos significativos a su manera...