Me dormiré para, en mis sueños, buscarte,
iré tras tu aurea, humo indolente, esquivo y burlón,
acariciando una sola idea en mi mente;
estirar mis dos manos y alcanzarte.
Caminaré obsesionado, obcecado e insistente,
al igual que ya hizo un templario vivo, penitente,
él llevaba en sus manos una cruz dorada,
y yo llevo en el corazón
tu bella imagen radiante y adorada.
La suerte está echada, mi amor amada,
no habrá Dios que pueda anularme o herirme,
si al fin te tengo a mi pecho abrazada.
No dejaré jamás morir mi sueño,
este ha de vivir en mi hasta alcanzarte,
y adorarte mi amor, acariciándote lujurioso,
o morir, si acaso, escaso de sueños
o de tristeza por no encontrarte
y a los ojos del mundo, lograr amarte.
.
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Duele la memoria (poemas en el aire)
PoetryLa poesía como medio de alejar las situaciones que me producen dolor, soledad o miedo.