Lágrimas que un día, derramó sin pausa

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Las palabras surgen raudas,

 con una velocidad que quiere agotar su último recurso,

el de las lágrimas,

lágrimas que no quiere volver a derramar,

lágrimas que un día, derramó sin pausa,

y que, hoy, deja aquí, secas... dolientes,

convertidas ya en una quebrada y rota cascara.

Hoy por fin se mira en el espejo,

suspira, al mirarse a los ojos,

 no de amor, no de desesperanza,

al contrario, de fe, orgullo ¡y de raza!

Como fuente inspiradora de sueños,

ella es toda amor, caricias y deseos

y allá arriba brilla su estrella,

¿no la ves en el fondo, perdida ya en el infinito,

dónde el cielo ya oscurece y se pierden las almas?

Duele la memoria (poemas en el aire)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora