Estás en mí como el mismo agua transita en libertad por las riberas

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No te quejes... estás en mí como el mismo agua transita en libertad por las riberas,somos un acuífero que vierte sus aguas hacia río abajo, sin descanso, sin parar.¿No te conmueve? Estamos ahítos de sueños, de despertares en soledad, ¡de malditas pesadillas al despertar con el lado opuesto vacío sin nadie a quien abrazar!

Lo lograste, eres mi musa, la voz cantarina que me engulle, que me sirve de detonante para esbozar una sonrisa de felicidad y recrear mi semblante frente al espejo de mi estima... lo haces, me estimulas, me enervas, me enloqueces, me lastimas... pero no de dolor sino de goce...

 Entre miriadas de estrellas te siento, entre mis ilusiones te calzo... y entre tus brazos soy obelisco, rodando y gimiendo, llorando...

Soy saeta que busca tu cuerpo, afilada pluma mostrando, a instantes, quebrantos.

Más no soy ningún ave de paso, ni que busque sombra, comida o buenos pastos...

Soy simiente, que va en busca de tierra fértil para crecer desde mi desencanto...

Con mano temblorosa te desnudo, tras lo cual me quedo absorto contemplándote y admirándote.

Me excita verte temblar ante mis ojos... no de frío, miedo o rubor... de fuego, de fuego y llamas incandescentes.

Te sientes observadas y eso te atrapa, te fascina ser contemplada, admirada en toda tu natural belleza... me aproximo despacio, te jalo hacia mi pecho, tomo posesión de tus labios y profundizo hasta extasiarte y extasiarnos...

Me enriqueces tanto... eres la odalisca, la diosa eterna de mis sueños perpetuos, la esquiva oda del poeta, durmiente esclavo de sus letras... eres la pasión explosiva de los sempiternos eslabones que se sumergen en las aciagas profundidades bajo mi barco... mi estela, brillante y luminosa estela que va dejando tus zapatos al caminar...

No sufras más mi luminosa estrella, no enmudezcas tu talento ni silencies tus encantos.

Eres como el sol que me ciega al mismo tiempo que me da la vida y hace crecer en mi la alegría.

Deja que te abrace, que sienta en mi pecho tu calor, tus latidos, ese runrunear que antaño fue maltratado y esquivo y, que hoy, es sueño, amor y felicidad...

Vive, amor... a través de mi, de mis suspiros cuando te siento, cuando te inhalo o te transpiro.

Sé mi luna llena, mi puntal donde apoye mis quimeras, llantos, alegrías y hasta la fe del alma mía.

Deja de rezarle a Dios... estamos solos en la tierra, en ella solo estamos hoy, tu y yo...

Duele la memoria (poemas en el aire)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora