Parte 13

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Faltan ocho días para la fiesta de Atenea y diez para cumplir el plazo que Giles le dio a Helen, pero la situación para Helen es cada vez más complicada.

Atenea esta renuente a que Helen sea remplazada y mucho menos remplazada por Manuel__ No, Helen lo siento pero Manuel, no va.

Pero no entiendo tu postura con Manuel, él es uno de los mejores chef de la ciudad__ le decía para convencerla.

Lo siento, pero es mi última palabra__ se levantó y la miro preocupada __ Helen de casualidad tú conoces a Giles Doskas?

¿Giles Doskas? __ Los ojos marrones de Helen brillaron y no pudieron disimular la sorpresa por la pregunta__ ¿Por qué me preguntas eso? __ sonrió para disimular su desconcierto.

No, es que escuche a Galatea hablar de ti con mi hermano __ bajo la mirada __ no entendí lo que decían, pero lo que si entendí es que tú te metiste en su relación hace años atrás, y ella se lo reclamaba.

Lo siento, Atenea no sé de qué hablas, pero espero que puedas aclarar tus interrogantes__ se levantó y comenzó a recoger los documentos que tenía en la mesa y disimulando comenzó a salir__ bueno Amiga creo que me tengo que ir.

Helen... __ se interrumpió como avergonzada.

Si – la animaba a que continuara.

Será que podemos salir por ahí, esto lo de la fiesta, la llegada de Galatea y el malhumor de mi hermano me están matando__ la miraba con ojos suplicantes.

¡Claro! Pero debemos ir con Manuel, ¿No te molesta? __ Ella sonrió al ver el rostro de la joven rojo por la vergüenza.

No, mejor no vamos__ se disculpó y comenzó a salir.

Espere un momento señorita__ le dijo de manera jocosa__ ya me ilusionaste, así que vamos y nos tomamos aunque sea un café y así descansamos y charlamos solo temas de mujeres __ Le sonrío__ nos vemos en la cafetería de la esquina, la griega que tanto te gusta.

Al cabo de un largo rato estaban las dos mujeres charlando muy alegre sobre los estudios de Atenea y de Helen, las aventuras y sin sabores que habían pasado, reían felices.

¡Buenas noches!__ el saludo del hombre puso a las jóvenes nerviosas__ ¿Por qué tan solitas? El hombre estaba acompañado por otro y su aspecto dejaba mucho que desear.

Ellas solo se limitaron a mirarlo, pero Helen no se quedó callada__ Mi novio ya viene así que por favor se puede marchar por donde vino__ les dijo de manera implacable.

¿Su novio? __ reían __ ¡No lo creo! __ Y sin esperar respuesta colocaron sillas una al lado de la otra y encerraron a las dos mujeres – no irán a hacer escándalo, ¿Cierto? __ la voz era amenazante.

Las damas dijeron que se podían marchar __ dijo una voz profunda __ Por favor dejen la mesa__ dijo con la mayor educación que podía.

Tú y cuantos más__ se levantó con agresividad el hombre que había hablado al comienzo.

Yo no__ dijo hoscamente __ mis hombres __ y con un gesto dio órdenes a cuatro hombres que estaban en diferente lugares de la cafetería __ ¡Sáquenlos!

Miro furiosamente a las dos mujeres __ ¡Te he dicho que no salgas sin protección! __ miraba fijamente a Atenea.

¡Lo siento Giles, pero quería salir con mi amiga!__ dijo con mohines en la cara para evitar el eminente regaño de su hermano.

¿Amiga? __ dijo con una sonrisa irónica __ y parecen que se llevan muy bien __ arqueo la ceja.

Si, a Helen la aprecio mucho__ dijo locuaz.

Giles le hizo otra seña a otro hombre y le dio órdenes precisas sobre Atenea, la cual salió escoltada por el guardaespaldas__ ¿Y Helen? __ pregunto preocupada por la amiga.

De ella me encargo yo__ respondió bruscamente.

No hace falta __ Helen se levantó rápidamente para salir del lugar, pero el brazo de Giles se cerró en su cintura.

¡Ah, no mi amor! Mi mujer se va conmigo__ la aprisionó de tal manera que no le permitió soltarse de él.

Él la guío  hasta su carro y la ayudo a entrar al vehículo y comenzó la marchar.

Al apartamento de la señora__ dijo al conductor __ bueno mi señora solo le quedan diez días para que se venga a vivir conmigo. ¿Ya tienes todo solucionado?

¡Realmente que eres cínico! __ dijo sin preámbulo__ tienes una fiesta para celebrar el aniversario de tu matrimonio y me vienes con esa chorreadas de estupideces.

Si, voy a celebrar el aniversario de mi matrimonio __ respiro profundo y se quedó muy pensativo __ Ya llegamos__ y detenido el auto él bajo y la ayudo abajar.

Necesito hablar contigo, antes de la fiesta, me podrías dar unos minutos__ dijo él, en su tono Helen sintió como si fueran hacer las paces__ solo serán unos minutos.

Ella lo miro, y aun con desconfianza le permitió entrar a su apartamento__ Que sea rápido lo que quieres decirme__ los nervios comenzaba aflorar, sus recuerdos de los momentos vividos llegaban en aluviones e invadían toda su conciencia.

El apartamento era pequeño constaba de una pequeñas sala la cual estaban dos pequeños sillones y seguía la pequeña cocina y la habitación. Él miraba con curiosidad todo el lugar, quedándose de pie en el centro de la pequeña sala y desde ahí la increpo.

¿Tú relación con Manuel es sería? __ La pregunta la sacó de casillas.

¡Eso era lo que querías preguntar!__ le manoteaba enfadada __ Pensé que querías disculparte por acosarme.

¿Acosarte? Porque tengo que disculparme por desear a mi mujer y buscarla__ dijo duramente__ Solo quiero saber que tan lejos has llegado con ese mequetrefe __ los gestos que él hacía le decía a Helen que estaba realmente furioso.

Tú no tienes ningún derecho de inmiscuirte en mi relación con él o con cualquier hombre__ le grito y se dirigió a la puerta __ ahora por favor te vas de mi casa.

¿Lo amas? ¿Lo amas como me amaste a mí? __ volvió a insistir sin moverse ni un ápice del lugar donde estaba ubicado.

Helen estaba aturdida por las palabras de ese hombre que tenía la capacidad de desbaratar  todo lo que ella lograba levantar para alejarlo de su pensamiento, pero aún más importante alejarlo de su corazón.

Si lo amo, y mucho más de lo que te llegue amar __ lo miraba furiosa y mintió para convencerlo de que ya ella no sentía nada por él__ ¿Contento?

No. Quiero que me demuestres que ya no me amas__ dijo de manera arrogante __ ¡Demuéstramelo!

¡Nos vamos a casar!__ dijo con calma __ eso te lo demuestra ¿Cierto?

No, eso demuestra que estas desesperada por poner un muro de por medio entre los dos__ dijo amenazante __ y te voy a demostrar que tú aun sientes algo por mí.

Sin darle tiempo la capturo y la abrazo, su boca poso sobre la de ella, besándola con ternura y delicadeza, dejando desarmada a Helen, porque si lo hubiera hecho con fiereza eso sería un motivo para pelear, pero no cuando su calidez y delicadeza hizo que comenzara a derretir el hielo que ella tenía en su corazón, tenía hambre y sed de él.

Lo anhelaba, lo deseaba, lo amaba tanto que no recordó que estaba luchando contra él, y se rindió a sus caricias a sus besos que tanto, tanto deseaba.

Fuego y Cenizas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora