Giles acariciaba sin afán el cuerpo de Helen, poco a poco la fue desvistiendo, ella no supo en que momento llego a la cama, solo se dio cuenta de los ojos brillantes y el triunfo reflejado en el rostro de su amado, pero eso no le importó realmente, lo único que a Helen le importaba en esos momentos era que Giles le hiciera el amor como en el pasado él lo hacía.
Cuando estuvieron en la cama, él sin dejarle tregua para evitar que ella en algún momento se arrepintiera, no dejaba de besarla con ardor, y poco a poco fue encendiendo el fuego que guarda en el interior Helen, el fuego que ella había cubierto con hielo. Los dos se amaron desesperadamente como si no fuera haber un mañana.
Durante toda la noche se amaron hasta quedar exhaustos por el arduo trabajo de amarse y el sueño los venció.
Al despertarse Helen y recordar lo vivido, su rostro se llenó de vergüenza y trato de cubrir su desnudez antes que él se despertara, muy lentamente salió de la cama y ya a un lado lo miraba dormido, relajado, cuanto había añorado esos momentos.
¿Para dónde crees que vas? __ La seca pregunta de Giles la saco de sus pensamientos__ Vuelve a la cama. __ Él palmea la cama invitándola.
Esto es un error, así que levántate y vete__ dijo Helen con la cara encendida por la vergüenza de su debilidad.
¡Error! __ se levantó y con rapidez le arrebato la sabana con la que se cubría Helen__ error sería dejarte marchar otra vez __ su mirada era lascivia __ ven vamos a terminar lo de anoche, o lo de esta madrugada __ reía al verla incómoda.
No levántate cámbiate y vete__ miro el reloj, pronto llegaría Manuel a recogerla.
¿Qué, viene Manuel a buscarte como hace todos los días?__ se burló de ella al verla sorprendida __ que pensaste que no te iba a vigilar, no sabes lo que me costó encontrarte, y la casualidad me llevo a ti.
¿Me has estado vigilando todo este tiempo? __ la sorpresa era muy grande.
Te quedan nueve días__ se levantó y se fue al baño __ por favor préstame una toalla __ le dijo de manera arrogante.
Estando él en el baño llego Manuel, Helen nerviosa y aun mas avergonzada, le abrió la puerta y lo convenció de que se fuera, pero para Manuel no pasó desapercibido la actitud nerviosa de ella, así que le hizo creer que se marchaba pero se quedó a una cuadra a vigilar la casa de ella.
Helen se acercó a llevarle la toalla y al dejarla él la tomo por la mano y la introdujo en la ducha __ ¿Cómo en los viejos tiempos? __ La abrazó y ella aun vestida la metió bajo el chorro del agua.
¡Déjame! __ le decía poco convencida __ ¡Por favor Giles!
Pero él no le daba importancias a las suplicas de ella, simplemente se limitaba a hacerle el amor el cual ella le correspondía plenamente.
Ya avanzada la mañana Giles decidió marcharse, pero le dejo en claro que pronto estarían juntos, palabras que Helen sabía que él cumpliría y peor aún él sabía lo que ella sentía realmente por él.
Minutos después de que Giles se había marchado tocaron la puerta del apartamento de Helen y cuál fue su sorpresa al ver a esa persona ahí parada frente a ella, con cara de furia.
La bofetada que recibió Helen, la dejo perpleja__ ¡Como te atreves a engañarme? Maldita entrometida __ vociferaba iracunda Galatea.
No te atrevas a volver a tocarme, no me importa quien seas tú __ decía Helen que aun no lograba salir de su sorpresa.
Por si no lo sabes ¡Yo soy la esposa de Giles Doskas! __ le grito y le encamino con la clara intención de volver a pegarle y al levantar la mano, otra mano se la sujeto con fuerza.
No chiquita, a ella nadie la maltrata__ dijo Manuel con los ojos como glaciales __ a ella nadie, me entiende nadie la maltrata.
¡Suéltame! __ trato de soltarse del agarre de él __ o llamo a mis guardaespaldas.
Llámalos y de paso llamamos a Giles y le pedimos una explicación__ la miraba con frialdad _ No entiendo como si está casado contigo, acosa a mi amiga y además se queda a dormir aquí con ella.
Él no se ha quedado con ella, eso es mentira__ le gritaba furiosa __ él jamás me ha sido infiel, ella no existe para él.
Las palabras de Manuel hicieron que la mujer se estremeciera, logrando que ella dejar la pelea y decido marcharse.
¡Lárgate! __ le grito Manuel __ y en el futuro piensa bien lo que haces, porque estoy casi seguro de que Giles no sabe lo que haces tú.
Rato después que la mujer se marchó, Helen miraba avergonzada a Manuel.
¡Lo siento mucho Manuel no quise ponerte en esta situación tan deprimente!__ se disculpaba.
Helen, sabes que te aprecio mucho, y desde el día que tú me dijiste que yo estaba enamorado de Atenea, me di cuenta que yo nunca estuve enamorado de ti, siempre te he querido como mi hermana__ suspiraba __ y al ver salir Giles esta mañana y al ver ese brillo en tus ojos entendí que aún lo amas y tal vez mas que antes.
¡Oh, Manuel no sé qué hacer! __murmuro bajo.
Ustedes deben hablar __ le acaricio la cabeza __ y vamos tenemos trabajo por terminar ya pronto saldrás de esa dichosa fiesta.
Faltaban dos días para la fiesta y Helen estaba llegando a su apartamento,cuando de pronto sale Giles con los ojos fríos y furiosos.
¿De dónde vienes? __ las duras palabras pusieron en alerta a Helen.
Del trabajo y ¿qué te importa? __ le dijo, se sentía cansada de tanto luchar contra ella misma y contra los sentimientos que sentía por él.
¡Sabes que no quiero a ese entrometido entre los dos! __ dijo bruscamente y tomándola del brazo la introdujo al apartamento, para evitar que ella no le permitiera entrar.
Mira Giles, estoy muy cansada para pelear__ dijo soltándose y sentándose en el sillón de la pequeña sala __ así que siéntate y vamos aclarar nuestra situación, porque estas tan enfadado.
Giles caminaba como león enjaulado de un lado a otro, la furia y los celos lo estaban devorando, sentía que estaba perdiendo nuevamente a Helen y eso lo atormentaba en gran manera.
Sabes que soy celoso y posesivo __ la miraba con el rostro congestionado por la ira, su respiración era entrecortada, tenía que saber decir, porque de lo contrario todo se iba a perder__ no quiero volver a saber que Manuel pasa la noche contigo __ levanto la voz furioso, no pudo contenerse.
¿Queeé? ¿Estás loco? __ Se levantó furiosa, de dónde saca él esas ideas tan extrañas, se preguntó Helen__ Manuel y yo jamás hemos estado juntos, al menos no en la forma en que lo dices, no seas ridículo, además si tus vigilantes están haciendo bien su trabajo supongo que lo sabrán.
Él se la quedó mirando como si ella hubiera dicho algo extraño __ ella nunca me mentiría __ dijo más para sí que para Helen.
¿Quién? ¿Galatea? ___ Ella lo miro y sonrió sarcástica __ Pues déjame decirte que tu Galatea, vino a mi apartamento y me pego después de que tú te fuiste.
¿Qué? ¿De qué conoces a Galatea? __ pregunto incrédulo.
¿A tu amada esposa? Hace seis años __ le respondió furiosa, por hacerse el tonto.__ Así que no me vengas con estupideces y lárgate de mi casa__ se levantó y no lo dejo que él reaccionara.
¿Esposa? Pero de que está hablando __ ella lo empujaba para sacarlo de su apartamento__ ¡Helen!
No quiero saber nada de ti ni de tu amada Galatea __ le tiro la puerta en la cara y cerro rápidamente. Luego se dio un largo pero muy largo baño y se relajó.
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Fuego y Cenizas.
RomanceLa mentira de una mujer celosa y envidiosa, una situación fuera de control, la inexperiencia de la juventud, hacen que dos personas que se aman, se separen y que con el tiempo se odien, pero la verdad es otra. Helen se ha centrado en pagar su deuda...