Parte 15

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El gran banquete estaba ya organizado las mesas decoradas con azucenas, la suave música daba un aire de sobriedad y tranquilidad, era suave y muy tranquila. Un camellón de azucenas decoraba la entrada a una gran tarima donde estaba cubierto con un gran manto blanco los nombres de los esposos, el cual iba a ser descubierto por los esposos en el momento indicado.

Los invitados comenzaban a llegar, las personas con copas con bebidas frías se paseaban caminando de un lado a otro, unos charlaba, otros se saludaban.

¡Cálmate! __ Le decía Manuel al verla tan nerviosa,  Atenea nerviosa por el evento andaba de un lugar a otro.

¡Pero es que tú no entiendes! __ decía mirando hacia todo los lados __ ¡Mi hermano no quiere que tú estés en este lugar, y además donde esta Helen, es a ella a quien él quiere que este en este banquete! __ le comentaba desesperada.

¿Tu hermano quiere que Helen este aquí? __ La miraba con curiosidad, mientras él revisaba los arreglos de las frutas __ ¿Qué relación hay entre Helen y tu hermano?

Bueno que yo sepa ninguna, pero la verdad es que él es extraño cuando habla de ella __ ella se quedó meditando __ es demasiado posesivo, la otra vez llegue a pensar que él está enamorado de ella y no de su esposa__ dijo ingenuamente, Manuel la miraba y sonreía.

¿Por qué te ríes? __ dijo ahora molesta con él__ no debería preocuparte porque otro te quiere robar a la novia.

Ella no es mi novia__ dijo y termino de revisar __ a ella la quiero como una hermana, solo estaba confundido__ la miraba fijamente.

¡Ah! __ dijo ella sonrojándose.

¿Ah? Solo eso vas a decir__ no dejaba de mirarla.

¿Y qué quieres que te diga? __ dijo molesta y trato de irse, pero Manuel fue más rápido y la tomo de la mano.

Bueno, podrías decir: Uffs menos mal, es para mí solita__ se burló de ella.

¡Que arrogante, que crees que me muero por ti!__ dijo ella con acritud.

Si, sé que te mueres por mí, al igual que yo estoy loco por ti __ le dijo mientras la acercaba cada vez más a él y trató de besarla.

No, suéltame, mi hermano nos puede ver __ dijo nerviosa tratando de soltarse del agarre de Manuel.

Está mañana ese fue uno de los puntos que hablamos tu hermano y yo__ la besaba en las mejillas coloradas de ella__ que quería a su hermana para novia.

Pero... y Helen __ dijo mirándola con incertidumbre __ ella es tu novia.

Helen es mi mejor amiga y para ser sincero nunca estuve enamorado de ella, me gustaba y la quiero mucho como una hermana, pero a ti te quiero para que seas mi novia__ la besaba en los labios y ella le respondía emocionada.

¡Oh, Helen va a estar muy triste! __ Lo miraba enamorada.

No ella tendrá su propia fiesta __ la beso apasionadamente y luego se separó de ella __ bueno a lo que vine, a trabajar.

Manuel se marchó a continuar con lo del gran banquete y a esperar que todo saliera bien.

Helen se encontraba arrellenada en la cama con un gran tarro de helado y una galletas, muy nerviosa de esperar de  que terminara ese día, ese dichoso banquete y la fiesta, era algo que le había robado paz y tranquilidad desde que se comprometió con Atenea.

Viendo televisión trataba de no pensar en Giles y su esposa, era lo último que quería pensar, pero unos toques en la puerta la asustaron y parándose rápidamente de la cama salió a ver quién era.

¿Quién es? __ pregunto nerviosa. Al no recibir repuesta pensó que no era nadie y que los mismos nervios la habían hecho escuchar lo que no era, pero un segundo toque ahora más fuerte la hizo reaccionar más nerviosa.

¿Quién es? __ volvió a preguntar, pero ahora se encontraba nerviosa.

Señora Doskas soy Leonardo su guardaespaldas__ dijo desde el otro lado de la puerta.

No sé quién es, por favor márchese__ hasta donde pretendía Giles perseguirla, se preguntaba enojada__ Por favor márchese.

Lo siento señora Doskas, tengo ordenes__ hizo pausa __ la orden es llevarla a la mansión y a la fiesta, y si usted no va por las buenas entonces tendré que derribar la puerta.

No sería capaz__ pregunto incrédula __ esta puerta es ajena y me la cobraran__ se mostró preocupada.

Señora las ordenes son que le escolte hasta la mansión __dijo el hombre con terquedad.

Helen le abrió la puerta y se lo quedo mirando__ vas a insistir hasta lograr su cometido ¿cierto?

Él solo se limitó a mirarla y contestar __ si señora.

Espérame un momento __ salió y cambio sus ropas, se colocó un pantalón de mezclilla y una camisa a cuadros, tenis y se cruzó su bolso __ llegó la hora de poner a ese hombre en su sitio__ dijo ella en voz alta__ esta vez esa mujer no me va a ridiculizar, ni me va a volver a pegar.

Salió y mirando al hombre que era realmente grande, le dio a entender que estaba lista.

Al llegar a la mansión la hicieron llegar a través de unas escaleras a una habitación que estaba decorada con exquisitez, grandes muebles, cuadros de pintores famosos y también había una cama matrimonial grande.

Ella miraba todo con curiosidad y en eso llego una joven vestida con un uniforme que sonriendo la saludo.

Buenas noche, señora Doskas__ le mostró  en la cama algunas bolsas__ ya puede cambiar sus ropas en unos momentos subo para peinarla __salió nuevamente dejando a Helen perpleja.

¡Espera! __ le dijo a la joven que se detuvo __ yo solo quiero hablar con Giles.

El señor dejo dicho que si quería hablar con él, debía vestir de acuerdo a la ocasión y que la espera en el salón de afuera.

¿En la fiesta? Pero eso es imposible, yo necesito hablar con él ahora__ le agarro por el brazo al ver que la joven salía de la habitación.

Si señora, él la está esperando__ se soltó del agarre de ella __ regreso enseguida a peinarla __ la joven la miraba __ vaya se arregla que ya regreso.

Helen regreso a la habitación, si esa era la forma de hablar con ese hombre entonces lo haría y enfurecida regreso a la habitación y entrando en la ducha, rápidamente se bañó y se cambió con la ropa que había en la gran cama, era un vestido hermoso.

El vestido era de chiffon blanco con flores rosada muy parecido al vestido con el que ella se casó, lo miraba y recordó que esa sería la fecha de ellos al cumplir siete años de casados, pero lamentablemente así no fue, acababa de calzarse las zapatos de tacón altos cuando la joven ingreso nuevamente a la habitación y comenzó a peinarla, arreglo su cabello con pequeñas flores en la cabeza decorando como si tuviera una corona.

Helen al ver su reflejo en el espejo sintió una extraña sensación en el estómago, no sabía porque ese día le recordaba el día que se casó con Giles, era una sensación como un Dèja Vu, pero no, tenía que dejar de soñar.

Bajo las escaleras con cuidado de no tropezar porque los nervios la estaban matando, las piernas le temblaba, antes de salir se sentía muy valiente, pero ahora no.

Al mirar al final de la escalera estaba él ahí esperándola con una sonrisa que le iluminaba en todo el esplendor su rostro y aunque fuera una casualidad él estaba vestido con un pantalón clásico azul oscuro, su camisa era blanca y tenía una corbata azul claro, estaba igual al día que ellos se casaron.

Trago saliva esto sería un sueño.

Fuego y Cenizas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora