Nunca llegué a olvidarme de ti.

Capítulo especial: Lapen de Neige

En la lección de ese día Ladybug les estaba enseñando la teoría de los elementos y los siete miraculous principales, Carina pensaba que era un royazo, pues pensaba que no lo necesitaría para nada en un futuro, su tía era buena enseñando, pero a veces era realmente un tostón seguir la lección, o eso pensaban todos los compañeros de Carina con ella incluida, bueno, todos menos Luca, al chico del miraculous del tigre le encantaban todas las lecciones de la heroína más famosa y querida por parís. Carina sólo se esforzaba de más y era la mejor de la clase para llamar la atención de Luca, aunque a veces tenía que hacerlo de modo muy sutil, pues su padre también estaba entre sus compañeros, nunca le gustó tener a su padre en la misma clase, "¿A quién se le ocurrió?" pensaba dentro de ella siempre que veía a su padre sentado a su lado.

-Cariño, deja de dibujar y presta atención. –Le dijo su padre, al igual que ella, él era pelirrojo y poseía el miraculous del perro, Carina tenía muy claro que odiaba que estuvieran los doce miraculous del horóscopo chino en la misma clase, dejó de garabatear en su cuaderno y volvió a prestar atención a la clase.

Terminó la clase y fue a ver a su tío en el gimnasio, él se encontraba recogiendo todo lo que habían usado en la clase de defensa, a Carina le gustaba mucho esa clase, pero seguía cuestionando su utilidad ya que ella nunca había luchado aún contra ningún villano, de ello se encargaban siempre Chat Noir, Ladybug y los otros cinco miraculous principales.

-¡Hola tío! –Dijo Carina saltándole a los brazos a su tío, la verdad era que él y su tía Marinette la habían criado como si hubiera sido hija suya, ya que su madre murió cuando ella tenía apenas unos meses de vida y su padre se tuvo que marchar a otro país durante mucho tiempo, para Carina sus tíos eran como los padres que nunca pudo tener y sus tres primos eran como sus hermanos, estaban todos muy unidos aunque en realidad no tuvieran ningún parentesco, pero al ser la ahijada de Adrien y Marinette ya pasaban directamente a ser sus tíos.

-¡Hey conejito! –Ese era el mote con el que siempre le llamaba Adrien a Carina.

-Oh, tío, no sabes lo que ha pasado hoy en clase de arte, -Dijo la pelirroja emocionada. –Papá le hizo sentarse conmigo a Luca, a veces me gusta que sea el profesor de arte.

-¿Se volvió a olvidar el libro de texto? –Dijo riendo Adrien. –Yo creo que lo hace aposta, ya me entiendes. –Junto con una sonrisa pícara y alzando las cejas repetidamente para hacerle entender a su ahijada que creía que el chico italiano sentía algo por ella.

-Vamos tío, no hagas eso, harás que me ponga roja.

-Vale, yo paro, pero tú te vas del gimnasio y te vas a acercar a él con vuestros amigos.

Carina solo asintió, roja, pero asintió, era una suerte el que estuvieran los dos en el mismo grupo de amigos, el grupo estaba mayormente formado por algunos compañeros de clase de Carina, obviamente con miraculous y luego estaban además dos de los tres hijos de Ladybug y Chat Noir que no poseían ningún miraculous.

Como de costumbre Carina no podía quitarle el ojo al chico de sus sueños, Luca, el medio italiano de la clase, hijo de Volpina y de un arqueólogo francés, ni ella ni Luca eran cien por cien franceses, pues la madre de Carina era española y la madre de Luca italiana. Luego estaba Emma, la mejor amiga y prima de Carina, era la versión femenina de su tío Adrien, solo que con el pelo negro como su tía, Emma poseía el miraculous del dragón, uno de los más poderosos de los doce del horóscopo chino, en comparación, Carina era una debilucha, o eso era lo que pensaba ella.

Después de una tarde de charla de amigos, Carina y Emma volvieron a casa, aunque ahora el padre de Carina vivía en París ella seguía prefiriendo vivir con sus tíos. Ella y su prima compartían habitación.