Nunca llegué a olvidarme de ti.

Presente

—¡Nunca te daremos los miraculous! —Dijo Marinette sin importarle revelar su identidad a la que una vez fue su clase.

—Entonces despídete de tu vida y la de tus seres queridos.

Justo al terminar esa frase, todos los héroes que estaban allí presentes se transformaron sin importarles que los vieran el resto de invitados. Alya mantuvo la calma e intentó llevarse a todos los que pudo a un aula alejada de todo el jaleo y peligro, ya que salir, salir era imposible.

Muchos de los akumas generados estaban bloqueando las entradas y salidas, por lo cual nadie podía ni salir ni entrar.

La gente empezaba a desesperarse, a pensar que no saldrían vivos de allí, que los héroes de París no serían capaces de ganar.

Volpina, Jade Turtle, Ladybug, Chat Noir y Cane Protettore luchaban contra una gran marea de akumas que parecía no acabar nunca. Papillon había creado un tipo de barrera con los akumas, estando él protegido.

—¡Carina, Emma, debéis venir corriendo! —Dijo Alya al teléfono intentando mantener la calma— ¡Hay tantos akumas que no pueden con todos!

En ese mismo momento, Carina dejó a Luca en manos de Sabine y Tom y se transformó junto a Emma para ir a combatir junto al resto de héroes.

Se encontraron con las entradas cerradas, así que entraron por el techo descubierto del gimnasio del instituto. Lo que encontraron las dejó sin aliento, apenas se podían ver a los héroes de París, miraran donde miraran solo se veían akumas.

Por otro lado, Bridgette y Félix estaban haciendo las maletas para escapar de París, tenían incluso los billetes de tren para irse lejos de Papillon, escapar era lo más sensato para ellos. Pero había algo dentro de Bridgette que no la dejaba tranquila.

—¿Que te ocurre? —Dijo Félix a Bridgette mientras metía cosas en una maleta— Estás un poco extraña.

—No estoy segura... —Vaciló ella— Pero siento como que no me puedo ir así como así...

Emma y Carina se mezclaron en todo el jaleo de akumas, intentando combatir y al mismo tiempo encontrar a sus padres, ambas estaban preocupadas por ellos. Al mismo tiempo, Lucía atendía a los heridos, que cada vez iban siendo más y más.

—¿Cómo te encuentras? —Preguntó Lucía a Ivan, que estaba herido.

—Déjame ir a buscar a Milène. —Suplicó él, Milène aún no había aparecido después de la entrada de Papillon.

—No te preocupes, estará bien, —Le consoló— Ladybug y los demás podrán con Papillon y saldremos todos de aquí con vida.

La seguridad con la que Lucía lo dijo lo tranquilizó un poco, la mayoría de los excompañeros de los héroes se encontraban en un aula aislada de la batalla con la esperanza de que no pareciera ningún akuma por allí, salir por la ventana no era una opción, habían akumas en la calle y además ellos estaban en un tercer piso.

De repente el cristal de una de las ventanas se rompió.

Emma y Carina al fin encontraron a sus futuros padres, acorralados por una barrera de akumas y protegidos por un escudo de Jade Turtle. Carina lanzó un rayo de hielo a los akumas que les selló los pies al suelo con hielo casi indestructible.

—¿Qué estáis haciendo aquí? —Gritó Chat Noir muy preocupado, ellas no debian estar en esa peligrosa batalla.

—¡Hemos venido a ayudar! —Dijo Emma.

—¡Carina y Emma! —Las regañó Ladybug— ¡marchaos de aquí ya mismo! ¡No vamos a poner en peligro vuestras vidas!

—¡Daros prisa e id a por Papillon! —Gritó Carina, la cual no se esperaba que el villano apareciera por detrás de ella y Emma.