Nunca llegué a olvidarme de ti.

El rescate

-¡Me llamo Coeur Mort! –De la mancha negra del pecho sacó lo que parecía un látigo y dio un golpe seco en el suelo. –Adrien ya no está aquí.

De repente Adrien se desmayó y salió de su pecho la mariposa de Papillon, este apareció en la puerta de la habitación sujetando su bastón en alto para hacer que fuera a él la mariposa.

-Kuro Cat, cierra bien la puerta, no sin antes atar a Coeur Mort a una silla. –Dijo Papillon una vez la mariposa entró en la punta del bastón, antes de irse se dirigió de nuevo a Kuro Cat. –Tengo poca energía ahora mismo, una vez haya descansado y recargado a Nooroo lo volveremos a akumatizar.

El aliado de Papillon hizo todo lo que dijo y lo siguió, se quedaron solos el maestro Fu, Paff y Adrien, todos inmovilizados y este último además inconsciente. Mientras tanto, el despertador de Marinette avisaba que era hora de levantarse, pero ese día Marinette no iba a ir a trabajar, habían cosas más importantes que hacer en esos momentos, por eso, aunque no hubiera dormido, se levantó de la cama y se dispuso a despertar al resto de héroes, tenían que acordar un plan de rescate.

-Ahora que estamos todos despiertos, -Empezó a hablar Marinette. -¿Alguien tiene una idea?

-¡Yop! –Levantó la mano Carina. -¿Recuerdas cómo sacaste al tío Adrien del hechizo de Cupido Sombrío? –Marinette asintió ligeramente sonrojada. –Pues he pensado que si conseguiste sacarlo del hechizo con un beso, esta vez podría ser del mismo modo.

-En cierto modo tienes razón, Carina, -Dijo Alya –Pero aquella vez era controlado por un akuma y no por Papillon.

-Sí, pero no perdemos nada por intentarlo. –Intervino Lila, la cual estaba dando el biberón a Luca.

-¿Nino, te acuerdas de cómo se llegaba al observatorio? –preguntó Marinette completamente seria, Nino asintió con la cabeza, la azabache en esos momentos serios era cuando sacaba a relucir su Ladybug interior. –Bien, entonces nos debemos empezar a preparar.

Para el encuentro inminente con los villanos, Marinette intentó dormir para recuperar energías, a duras penas lo consiguió, mientras tanto, Nino y Alya intentaban recuperar un día de planificaciones de boda en unas horas, cosa casi imposible y Lila y Carina estaban esperando en el hospital para que le quitaran la escayola a la pelirroja.

-Carina Leclair. –Anunció una voz en la sala de espera para que entrara la nombrada. –Pase por favor.

Al entrar en la consulta se encontraron con Lucía, era la enfermera que le quitaría la escayola y le pondría una venda, estuvieron conversando un poco y decidieron encontrarse al finalizar el turno de de la enfermera para seguir hablando, cuando esta terminó se encontraron en la cafetería del hospital.

-Lucía, tengo una pregunta para ti, -Dijo Carina señalándola con la cuchara del café. -¿Qué pasó entre tú y Nathaniel para que sea tan borde contigo?

-Bueno... -Suspiró Lucía, ya tenían bastante confianza como para poder hablar de esos temas. –Fuimos buenos amigos en la universidad, él estudiaba arte para ser pintor y yo historia del arte, en un inicio quería ser profesora de esa materia, pero mi hermano mayor tuvo un accidente de moto con lesiones leves y cuidándolo descubrí que lo que quería hacer de verdad era ser enfermera para ayudar a la gente herida.-Hizo una pequeña pausa, se dio cuenta de que estaba divagando. –Bueno, que me desvío del tema, en la universidad nos hicimos buenos amigos, el problema llegó cuando sin querer le arruiné el trabajo de fin de carrera... yo le pedí perdón, incluso conseguí que le cambiaran la fecha de entrega, pero parece que no me perdonó...