«Ben... ¿Tú tienes algo con Carlos?»

910 55 4
                                    

Confusión. Eso era. O, mejor dicho: ¿Eso era? ¿Eso era lo que sentían por el otro? ¿Confusión sobre un chico? Todo era tan difícil para ambos. En primer lugar ninguno de ellos tenía una mirada distinta sobre su situación, quiero decir... No tenían alguien como sus padres, para decirles si estaba bien o no. En segundo lugar, ninguno de ellos quería aceptar que sentía algo por el otro. Saben que es socialmente un tema delicado, el hecho de dos jóvenes del mismo sexo compartiendo el mismo sentimiento suele verse muchas veces algo... Diferente a lo que mucha gente esta acostumbrada.

La confusión de ambos crecía a medida que el tiempo avanzaba, los abrazos se hacían más constantes y algo necesarios para ambos, sus ojos se abrían cada día sintiéndose incompletos hasta que en un momento de la jornada ambos se vieran directamente a los ojos del otro, para sentirse cada uno lo suficientemente bien como para poder seguir el día, a medida que compartían sonrisas sinceras, a medida que la risa del otro podía ser lo único que escucharía por el resto de su vida, a medida que los brazos de Ben apretaban el cuerpo de Carlos y los de el más pequeño envolvían al príncipe más frecuentemente, a medida que sus organismos se acostumbraban a lo que el otro le hacía sentir cada vez que tenían un momento juntos, a medida que sus corazones y sus mentes no podían parar de latir y pensar en el otro, su pequeño amor crecía. Y ellos lo estaban suprimiendo, ellos estaban posponiendo su amor como si fuesen lo último que quisieran hacer, o eso pensaban. En cambio, Ben quería significar para Carlos tanto como el hijo único de De Vil significaba para él, Carlos quería que Ben se entere de su cariño.

Faltando dos semanas y media para la coronación de Ben, él y Carlos pasaron el tiempo que tenían libre juntos. No eran las horas suficientes, según ambos, pero eran las necesarias para que todo aquello que les preocupe o moleste a ambos desaparecieran, sin embargo. Eran ratos que se colmaban de bromas ocurrentes, miradas tiernas, conversaciones intensas, y en pequeños momentos compartían un abrazo acompañado de silencio, y relleno de los sentimientos más puros y sinceros que el corazón les permitía sentir y transmitir a través de los ojos, esos abrazos y un par de "te quiero" que se les escapaban a ambos un par de veces en el día.

Casi como si fuera un acto de pura naturalidad e inercia, Ben pasó a buscar al menor de sus amigos después de la última clase del día, pero fue interrumpido por sus tres amigas que se ocuparon el espacio de la puerta, con los brazos cruzados.

- Hey...- La cara de Ben se transformó, tan pronto como supo que eran sus amigas y no cualquier extraño, les dedicó una sonrisa. Pero una sonrisa forzada. Quería salir corriendo de allí.

- Ben... Queremos hablar contigo. - Audrey, quien estaba a la cabeza, miró desafiante y seria al príncipe.

- Si tienes un tiempo, claro...- Lonnie, como siempre, rompió su postura de maldad. Queriendo sonar estricta, sintió que estaba siendo arrogante y miró un poco triste a Audrey. Quien había puesto la orden de no flaquear y mantenerse tan serias como se les permita, sin dejar que la dulzura de Ben les impida.

- Claro...- Ben sonrió. Sin problemas se dirigieron a una banca a las afueras de la preparatoria.

Las tres chicas compartieron miradas y un "fue fácil" entre susurros. Y siguieron al príncipe.

Camino al patio, Ben se cruzó con Jay, quien lo miró raro. Por supuesto, sabía que debía ir a buscar a su amigo. El rubio miró suplicante al hijo de Jafar, éste último entendió al instante lo que tenía que hacer. Levantó un pulgar en dirección al príncipe y se dirigió hace donde sabía Carlos estaría esperando al príncipe.

Tan pronto como los hijos de las realezas de Auradon se encontraron sentados juntos en la banca, Audrey decidió ir directo y rápido a la pregunta que las venía consumiendo. Mucho más a la hija de Aurora. Pero puedo apostar que lo que más consumía a la princesa, era el resentimiento de que Ben cambie así de fácil su "amor" y mucho más impresionante, por un muchacho. No estaba en contra a la unión gay, estaba en contra a que Ben guste de alguien que no es ella. No lo acepta por el hecho de que Ben es el próximo rey de la isla y fue su novio durante un tiempo extenso como para que se retracte de esa manera.

Wicked Game «Benlos» [ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora