«De cerca tus ojos me gustan más... »

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Después de esa cercanía que Carlos experimentó junto a Ben, no había dudas de que su corazón estaba hundido en los mares de Ben. El príncipe logró cosechar todo lo que hacía suspirar al más pequeño, todo lo que hacía era avivar el cariño y el amor que tenía creciendo en el medio de su pecho, sus ojos, su risa, su manera de pensar, la forma de expresarse, su manera de hacer que todo parezca tan especial y tan fácil. Ben hacía que la vida de Carlos fuera más bella, más incoherentemente sencilla. Ben hacía sentir a Carlos como si su vida valiera la pena, como si el príncipe le diera una razón al pequeño para querer seguir en pie, como si Ben consiguiera que su vida no sea aburrida. Era un pequeño lujo en su existencia, era un motivo para sentir que el amor no era tan destructivo como parecía, era un privilegio sentir que alguien como Ben podía iluminar la vida de Carlos. Sus corazones se sentían a gusto con el del otro.

Ben tenía la grandeza que a Carlos le venía bien, Carlos tenía la maldad que hacía que a Ben le gustara el mal, Ben tenía esa lealtad que Carlos merecía recibir, Carlos tenía esa dulzura que Ben quería sentir, Ben tenía esos ojos que Carlos amaba observar, Carlos tenía esas infinitas pecas que a Ben le encantaría contar, Ben tenía ese brillo que hacía que Carlos pudiese notar que él no era alguien como los demás, Carlos tenía esa bondad que hacía que Ben se sienta orgulloso por su decreto, Ben tenía ese balance perfecto entre la ternura y la justicia que hacía que Carlos no quisiera volver al mal. Eran complementarios; Carlos sembraba un poco de rebeldía en el corazón de Ben, así como Ben avivaba el fuego del bien en el alma de aquel chico con pecas.

- Carlos... - Evie llamó la atención de su mejor amigo, estaba divagando por millonésima vez desde que estaban juntos.- ¿Quieres ir al grano?- El chico suspiró.

- Ben... dios,- con sólo recordar esa situación, Carlos adoptaba ese color rojizo en sus mejillas. - Estábamos hablando y puse mi cabeza sobre sus piernas...- el chico se tanteo su regazo suavemente mientras Evie miraba dulcemente, imaginando aquella situación y sintiéndose conmovida ante la imagen.- y en un momento acercó su rostro al mío.

- ¿¡De veras!?- Evie no podía creer lo que Ben se atrevió a hacer. Pero al mismo tiempo estaba increíblemente feliz por su mejor amigo, era impagable la felicidad que Carlos demostraba con su rostro y sus ojos.- No es broma, ¿verdad?

- Te lo juro, Ev- Carlos sonrió, - Sus labios, por Dios. Y sus ojos... Son espectaculares. Son como diamantes, son, por lejos, la cosa más hermosa que he visto en mi vida. Como si fuera poco, susurró algo... Su aliento rozó mi rostro... Santos Cielos, no sé si lo sentiste una vez, pero es lo más cerca que estuve de la gloria. Su voz suave colisionó en mis oídos y me dieron escalofríos. Iba a desmayarme,- Evie miraba con ternura y asombro la manera en la que su mejor amigo desenvolvía sus emociones y sentimientos para con el príncipe. Era de admirar toda esa poesía, de esas poesías que de sofisticado no tiene nada, pero aún así expresaba plenamente los sentimientos más puros. Esa era la poesía de Carlos, poesía sincera y cruda, que no te deja la mínima duda de sus pensamientos.

Los ojos de Carlos brillaban cual sol, su rostro plasmado de adoración y cariño explicaba que Ben no era sólo un amigo, la voz del pequeño sonaba llena de todo eso que ningún ser humano ha podido explicar, al igual que su corazón. Estaba sumido en un juego del cual ya no podía salir, su game over era que Ben no conocía esos sentimientos puros e inocentes, pero su final siempre ha sido el príncipe. Su final y su principio, eso quería él; quería que Ben supiera de sus sentimientos, quería que los ojos azules más asombrosos de la tierra sean su principio para el resto de su vida, así como quería que los brazos del príncipe rubio sean el final de los días del resto de su vida. Quería gastarse en la mirada de Ben, y fundirse en los confines de los brazos del príncipe.

Wicked Game «Benlos» [ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora