MISIÓN, VISIÓN, VALORES Y OBJETIVOS DE UNA EMPRESA NO CUMPLIDOS. (CAMREN)

CAPÍTULO LIII

De todos los escenarios posibles que Alejandro Cabello había imaginado para motivar esa misteriosa cena, jamás le pasó por la mente que el destino lo sacudiría de esa manera.

Definitivamente era un hombre que tenía muchas facturas que pagarle a la vida, pero nunca creyó realmente en aquella frase de que el Karma golpeaba como una furibunda patada de mula en la boca del estomago.

Hasta ese momento, claro.

La noticia lo tenía noqueado.

Estaba literalmente en el suelo, pero en el mal sentido. En uno muy muy malo. -Esto tiene que ser una broma y de un pésimo gusto- Ante la sorpresa de Camila, la mirada llena de rabia y asco lanzada por su padre, no se dirigía hacia ella, sino a Lauren.

-No, no lo es, papá- Respondió ella con tanta firmeza, que Alejandro supo no solamente que todo lo que acababan de decir era verdad, sino que además, su hija había caído en las garras del diablo. Enmudeció y pequeños flashbacks en aquella fiesta de Aniversario de bodas pasaron por su cabeza.

Esa noche, Lauren le pidió que impidiera a toda costa el regreso de Camila a Londres.

Ahora comprendía el por qué. Sin embargo, él seguía sin articular palabra.

-Lauren- Mike Rompió el silencio -Esto es algo muy serio, sé que ambas ya son adultas y pueden tomar sus propias decisiones pero...-

-No esperabas tener una hija Lesbiana- Le interrumpió la ojiverde.

Clara y Sinu contemplaban la escena como si un ejército de ratones se hubiesen alimentado con sus lenguas. Así...Estupefactas y haciendo mutis.

-No me mal interpretes, hija- El señor Jauregui la miró con toda la seriedad que dicha situación ameritaba. -No me asusta el hecho de que estés con una mujer, Camila es muy hermosa y es normal que quieran experimentar, sin embargo, ambas deben saber que los asuntos personales no deben mezclarse con lo laboral. Tengo años en esto y créanme...Siempre termina muy mal-

-Estamos dispuestas a correr el riesgo, Papá- Respondió Lauren enérgica.

-¿Estás segura de que te gustan lás mujeres?- Le preguntó Clara -No tengo problemas con eso, la juventud de ahora está muy alocada y prefiero que estés con Camila que proviene de una buena familia a que estés metida en drogas o alguna cosa de esas que están de moda, pero quizás estés confundida, convives demasiado tiempo con Vero y tal vez...-

-No es una confusión, mamá- La paró en seco la ojiverde. Aunque a decir verdad no se encontraba molesta con su madre, puesto lo había tomado muchísimo mejor de lo que esperaba -Yo amo sinceramente a Camila-

-Estoy de acuerdo con Clara, lo de ustedes dos juntas es una locura, pero con lo desatadas que vienen éstas nuevas generaciones ...- Al fin habló Sinu  -Más vale malo por conocido, además, de esa manera, todo lo relacionado con la Empresa quedaría en Familia...Así que yo no pienso protestar por esa relación aunque me siga pareciendo irreal-

-No es irreal mamá- Se defendió Camila -Tal vez sea una locura pero, pero a mí no me molesta estar loca siempre y cuando Lauren la comparta conmigo- Le sonrió a su chica.

Pero Alejandro salió al fin de su trance.

Y no. Él no estaba de acuerdo.

Probablemente no lo estuviera nunca. -Esto me me supera, me da tanto asco...- Se levantó del sillón y amenazó con encarar a su nuera con la copa de vino en mano . -¿Qué es esto, Lauren Jauregui? ¿Acaso una venganza porque nunca pudiste obligarme a venderte mis acciones?-

-¡PAPÁ, POR DIOS!- Camila comenzó a exaltarse.

-NO, CAMILA, POR DIOS TÚ, ¿En qué demonios estabas pensando cuando te dejaste embaucar por ésta mujer sin escrúpulos? ¿No te das cuenta de que solamente te está utilizando para joderme y quedarse con la Empresa? -Alejandro se encontraba totalmente fuera de sí...-De haber sabido que esto sucedería, jamás habría permitido que asumieras mi cargo en la Empresa y te habría enviado derechito de regreso a Londres-