CAPÍTULO XXI

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Lauren había llegado a casa de los Jauregui con una pizza de peperonni, un bote con helado de chocolate y una invitada especial.

Taylor seguía sin querer salir de su habitación porque no estaba lista para cruzar palabra con sus padres. Era una extraña mezcla entre rabia y vergüenza lo que sentía al pensar en ellos.

Así que, habría noche de chicas o algo así que tenía toda la pinta como de pijamada.

-A ver Taylor...¿Cómo así que planeaste tu muerte y ni siquiera me enviaste invitación para tu funeral?- Preguntaba Verónica Iglesias con alta indignación a la que consideraba algo así como su hermanita menor -Eso no se le hace a la mejor amiga de tu hermana-

-¿Para qué ibas a querer tú presentarte en mi funeral? Mis padres son bastante aburridos, por lo tanto, olvídate de que recibieran a los invitados con un catering de Canapés y champaña-

-Dejen de decir estupideces, las dos- Las interrumpió Lauren con cara de orto. Por muy feliz que estuviera de su naciente romance con la hija de Alejandro Cabello, el tema del intento de suicidio aún la ponía mal. Se exacerbaban los sentimientos de culpa y una desagradable opresión en el pecho comenzaba incomodarle.

-Sobreviví, Lauren- Se defendió su hermana menor -Y sé que sigo siendo una paciente de riesgo, pero aprecio como no tienes una idea el hecho de que Vero se plante aquí y no me trate como a una enferma a la que todo mundo le debe de tener lástima-

-Tay tiene razón, Laur- Vero apoyó el punto de la rubia con voz suave -No podemos ir por la vida mostrándole compasión porque eso solamente la haría sentir miserable, lo que ésta princesa necesita es reír y recuperar las ganas de vivir- Entonces miró sus ojos azules con detenimiento observando la infinita tristeza que se escondía en ellos -Y te aseguro que enclaustrada en éstas cuatro paredes no lo vas a conseguir, así que a partir de mañana, las tres vamos a salir a tomar un paseo lleno de aire fresco y chicos guapos caminando por las calles de New York-

-¡Oh! Chicos guapos suena tentador- Respondió la menor de las Jauregui -Sin embargo, Lauren prometió venir a casa después del almuerzo y tocar el piano conmigo-

-¿Es eso verdad?- Preguntó Sorprendida. No escuchaba a Lauren tocar desde la Universidad y en alguna que otra ocasión estando completamente borracha, pero eso sucedía en forma muy pero muy esporádica.

La ojiverde se encogió de hombros. Vero tomó ese movimiento como un rotundo sí.

-Y eso no es todo, ¿Verdad...Hermanita?- La miró con aire de complicidad -Ella me prometió que vendrá acompañada de Camila-

-¿Y Camila que pinta en todo esto?- Era evidente que la Directora de Recursos Humanos en PLATINUM COLLECTION no se encontraba enterada de los últimos acontecimientos.

Lauren carraspeó la garganta -Verás...Es posible que...Camila, bueno que ella y yo...- Intentaba explicar mientras su rostro sufría una metamorfosis y se tornaba en un tomate.

-¡Oh, por Dios! ¿Al fin admitiste que te mueres por ella?- Gritó como si la tuviesen en un matadero.

Lauren se limitó a asentir con un movimiento de cabeza, pero fue Taylor quien habló. -Y todo eso gracias a mi intento de suicidio, ¿Se fijan como soy genial?-

-Para de jugar con eso, Taylor- Su hermana mayor volvió a reprenderla.

-Hey, déjala en paz, Lauren, ¿qué no has escuchado esa frase de que solamente las personas inteligentes son capaces de reírse de sí mismos y burlarse de su propia desgracia? Pues aquí tienes un perfecto ejemplar- Abrazó a Taylor.

-Si, Laur, en vez de estar de amargada deberías contarnos más sobre Camila- Le pidió bastante interesada por conocer ese lado tierno que su hermana casi nunca mostraba.

MISIÓN, VISIÓN, VALORES Y OBJETIVOS DE UNA EMPRESA NO CUMPLIDOS. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora