Angie
Estaba enojada con Miguel, pero no pensaba darle lugar a que me arruinara el viernes ni el fin de semana. Se estaba comportando como un idiota, y todo porque tenía el ego herido por mi rechazo.
Y a diferencia de lo comprensiva que había querido ser otras veces, esta vez no se lo iba a tolerar porque se había metido con mi trabajo. Iba a ignorarlo, y cuando volviera a pedirme disculpas como siempre hacía, no le haría caso.
De ahora en más, tendríamos un trato solo profesional.
El resto del viernes se había pasado rápido y sin más sobresaltos. Rodrigo me había invitado a comer, pero yo ya tenía planes con Sofi, así que lo dejamos para otro día.
Hacía mucho que no veía a mi amiga, y como Gala estaba de viaje, que era quien siempre quería salir los viernes a la noche, le haría compañía tomándome unas copas, aunque me moría de cansancio.
Me puse un vestido algo escotado color rojo con falda a la rodilla y unos tacones altísimos que combinaban. No había tenido tiempo ni ganas de hacerme nada elaborado en el cabello, así que lo llevaba suelto y alborotado... y no quedaba del todo mal.
Sofi, tenía un top corto con una falda tiro alto que se ajustaban a sus curvas, haciéndola ver despampanante, y el cabello tirante en una cola de caballo peinada con estilo. Un bombón, eso es lo que era.
Nos sentamos en la barra de un bar y compartimos unos tragos riquísimos mientras la música sonaba y nos movíamos al compás.
—Estoy... casi saliendo con Rodrigo. – le dije sin vueltas y me quedé esperando su reacción.
Abrió los ojos como platos y boqueó como si quisiera decir algo.
—¿Qué? – casi chilló. —O sea, sabía que se estaban acostando otra vez, pero saliendo...
—¿Cómo sabías eso? – pregunté confundida.
—Nicole nos contó que los había visto una vez que fue a verte a tu casa, y se dio cuenta. – se encogió de hombros. —Dijo que se notaba en el ambiente... estaba cargado de sexo. – nos reímos.
—Ahí todavía no nos habíamos acostado. – comenté. —Pero si teníamos ganas. – me tapé el rostro. —Bueno, decime. ¿Qué te parece? ¿Qué opinas?
Mis amigas, además de Anki, eran quienes más me conocían, y las respetaba. La opinión de Sofi me importaba.
—Y, mirá Angie – comenzó a decir. —No te puedo mentir, me preocupa. – asentí. —Porque ya sabemos cómo es él, y no estoy segura de que puedas confiar así como así.
—Me está demostrando de cambió. – dije justificándome. —Quiere ganarse mi confianza de verdad, Sofi.
—Si, pero sigue siendo él. – me discutió. —Puede cambiar algunas actitudes, pero en el fondo...
—Yo tampoco soy una santa. – comenté por lo bajo, sintiéndome cada vez peor.
—No, Angie. – se enojó. —No lo justifiques. Vos no hiciste nada. Si, saliste con tu jefe un par de veces, pero fue inocente. Porque seguías enamorada de Rodrigo. No se puede comparar.
—No, Sofi. – esta vez la miré a los ojos. —Si hice algo. Y algo muy malo.
—¿Te acostaste con Miguel? – preguntó sujetándose a la barra con las dos manos.
—No. – me reí. —Fue en las vacaciones.
—¿Con Gino? – chilló y luego se tapó la boca con ambas manos.
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Milán (#2 Trilogía Fuego y Pasión)
RomanceSinopsis: En la segunda parte, conocemos a una Angie totalmente renovada. Toma las riendas de su vida y deja atrás todo lo que le hizo daño. Enfocada en su trabajo, nos presenta un poco más del escenario de la Moda Internacional en una de sus más em...