Capítulo 8

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Narra Meilin

La semana de lluvias parecía eterna, no me quejo, amo el frío y la humedad no es una molestia, mi pelo esta mas que acostumbrado (claro, si ese fuese el problema), pero esta mañana llueve torrencialmente y parece no querer parar, a pesar de vivir a pocas cuadras de la escuela ni caminando podría llegar seca.

Se volvía cada vez mas difícil levantarme últimamente, más ahora que la cama doblaba en calor corporal. Levante las frazadas y me encontré con Cami abrazado a mi cuerpo, lo único que le pedí, lo único que no quería es que me toque y me esta abrazando, creo que siento como de apoco me quemo de tanta inocencia, el es el agua bendita en movimiento, sumando que no debo ver nada porque esta sin ropa el muy jodido desnudista. Cuando decido levantarme, Cami me agarra de nuevo por la cintura sin poder levantarme, seguido por ruiditos que hacia él, del cual daba a entender que estaba soñando bien.....solo quedaba esperar a que afloje la fuerza que aplicó sobre mi.
Decidí analizar todo lo que estaba sucediendo y note la paciencia que tengo a los problemas incluso tan grandes como el de hace unos días antes de que Lain y Cami aparecieran, fuimos con mis amigos al cementerio y cuando volvimos a mi casa se habían robado toda la comida, las cosas de valor seguían intactas....solo se llevaron comida, obviamente agradecí que solo se llevaran eso hasta que me di cuenta que no tenia nada para comer, pude permanecer con cosas serias como esa, puedo con esta situación.

Cami....¿Porque cae en un lugar como este?, ¿Porque eligió estar conmigo?, podría caer en un colegio de monjas, en la casa de una abuela católica sin hijos con necesidad de un poco de alegría, pero no, viene a caer en la vida de una adolescente con mente de suicida reprimida, que ama todo lo relacionado con demonios y detesta los ángeles desde hace rato, que no cree en un dios bueno desde que se llevo mucha gente.....sabia que pensar esas cosas me hacen mal y lo pienso igual, mente pedazo de mierda.

-Cami....¿Podrías soltar mi cuerpo?- no pude evitar sonrojarme, a pesar de ser un estúpido sigue siendo un hombre, nadie además de mi padre estuvo tan cerca mio.

-.......-.

Volvió a tomar fuertemente mi cintura pero esta vez sentí algo en mi trasero.

-¡QUE TE SUELTES MIERDA!-.

Le pegue un codazo en la cabeza, y enseguida se soltó para frotarse el chichón.

-Es tarde ya como para seguir durmiendo, no pretendo ponerte ropa masculina, así que o te conviertes en mujer o te quedas desnudó-.

Agarre mis chanclas y aunque tuviera medias me las puse igual, era costumbre usarlas de esa forma en invierno. Quería levantarme bien y decirle que podía seguir durmiendo, nuevamente no puedo ser agradable...no importa, se acostumbrara.
La casa se siente sola, Lain no volvió, sigue en el trabajo, según el mensaje que me dejo no volverá hasta la noche, siempre es así de silencioso el ambiente.
Sentada en la cocina mientras espero que el agua para café se caliente, pienso que seria de mi si fuese feliz....si fuese diferente, si mis padres fueran caseros y me castigaran como cualquier padre, si ellos no fueran conocidos por todo el país, si tuvieran más tiempo para mi del cual nunca tuve ni un poco de cariño, no me quejo tampoco, aparecen cuando quieren y me hacen bonitos regalos, como el cenicero en forma de calavera que me dieron para navidad (aunque no fumo....por ahora), amo tener la casa para mi sola, el silencio es lindo aveces, por las tardes aprovechó para escuchar música con el volumen demasiado alto pero....por las mañanas, me gusta pensar en cosas como está, para terminar pensando lo lindo que es pensar, es idiota admitirlo pero.....

Cami parece haber seguido mi orden y cambia de forma...pero sale desnuda de la habitación.

-¡Perdón por lo que hice!, no controlo mi cuerpo cuando duermo, no quiero molestar, pero tengo frío si falta tu calor, yo aun no tengo sentimientos como tú, ¿Me prestarías ropa?-.

-Cami...yo...-.

No pude decir nada, parecía no tener filtro (como un infante), me deja sin palabras su forma de reaccionar, yo en su lugar ni me hablaría por histérica pero, creo que lo pienso demasiado.

-Es hora de aclarar una que otra cosa en esta casa-.

Narración normal

Cami abrió los ojos por ver esa reacción tan repentina, mientras que Meilin se le acerco y aun con su baja estatura de 1,60 trato de intimidar al ángel.

-Ya te dije que no puedes andar por la casa de esta forma, ¡te enseñare a tener pudor por las malas!-.

-Pero, pero....- sentía miedo.

-....pero nada ángel miedoso, ven conmigo te daré algo que ponerte, la próxima te daré tan fuerte que lo depravado se te va a ir aunque no quieras-.

Mei le había agarrado de la muñeca con fuerza, estaban cerca, era una escena normal si se sabia la situación, pero antes de tener la intención, aunque sea de moverse, la puerta de entrada se abre estrepitosamente dejando entrar una multitud por el pasillo que se dirigió rápidamente hasta el punto en donde se encontraban ellas.

Cristián-¡Hey, carnal, sabíamos que no tenias para comer así que te trajimos algo espero que te guste.......-.

Mei- No es cuestión de sacar conclusiones tempranas, yo....-.

Se hizo el silencio, nuevamente la desnudes de Cami le había causado otro problema, en el mismo lugar, en la misma situación.

Enséñame a vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora