Parpadee un par de veces mientras salgo de mi trance ¿Quien iba a decirme que Sebastian se enamoraría de mi? Lo peor de todo esto es que, se que no le puedo corresponder, se que jamas tendremos algo porque...Yo amo a Kentin.
-No sabes lo que dices, Sebastian. -Murmuré y toque mi vientre.
Sebastian: No digas eso, yo soy él que siente, no usted. Ya soy adulto para saber lo que siento o no. -Me miro a los ojos y paso la mano por su cara.
-Sebastian. -Me levante con cuidado e intente irme pero, él se puso frente a mi impidiéndome mi ida- Ya basta, no quiero decirlo...
Sebastian: Pero tiene que, de lo contrario jamas estaré bien conmigo mismo. -Me abrazo, pero no correspondí.
-No puedo, yo no siento lo mismo que ti. -Me separe de él.
Sebastian: Lo sabia. -Susurro y rió, luego me miro, sonrió y camino hasta la puerta y se fue.
(...)
Dos meses.
Hoy tengo cuatro meses de embarazo. Kentin y yo...Bueno, aun no hemos vuelto, no del todo, estamos juntos, nos amamos y todo pero no, no hemos vuelto por una extraña razón él no volvió a preguntarme si quería volver y yo no insistí.
Ahora estamos en mi apartamento, Kentin esta acostado sobre mis piernas mientras leo un par de cosas en una revista sobre mamás primerizas mientras con mi otra mano libre le acaricio él cabello.
Kentin: Carajo. -Se quejo.
-¿Que? -Deje de ver la revista y lo mire.
Kentin: Alguien me esta pateando. -Acaricio mi vientre- Tal vez no le gusta que este cerca de ti.
-Tal vez. -Susurré riendo- Parezco que tengo que tuviera seis meses, estoy gorda. -Me queje y Kentin rió- Quiero helado.
Kentin: Así te vez totalmente hermosa. -Me arrebato la revista y comenzó a leerla.
Me sonroje, como nunca, pensé que había dejado de insistir o que simplemente se había olvidado de mi, que ya no me amaba.
Kentin: Por cierto, ahora que doy cuenta ¿Donde esta ese idiota? -Se levanto de mi regazo y miró hacía todos lados.
-No lo se, se fue y no a vuelto...-Mentí se que si le digo la verdad, tal vez comencemos a discutir.
Kentin: Valla, por fin me hizo caso y se fue. -Rió y agache mi mirada.
La verdad es que me duele que Sebastian no este cerca de alguna forma me acostumbre a que siempre este cerca, hablando sobre cualquier cosa, regañando mis tonterías como si fuera una niña pequeña o acariciando mi vientre, pensé que era mi amigo pero no, el me veía como algo mas ¿Como es que no lo noté? Que estúpida soy.
Kentin: ¿Te duele algo? ¿¡Estas bien?! -Grito haciendo vaivén, lo miré extraña y lo aparte de mi haciendo una mueca- Estas haciendo muecas raras, como la de recién ¿Segura que estas bien?
-Si, si. -Volví a acomodarme en el sofá- Solo estoy cansada y me duele la espalda.
Kentin: De acuerdo, entonces ¿Que tal si voy por helado mientras tu buscas una película?
Lo miré rápidamente sabe como sobornarme y complacerme, sonreí de lado a lo que este rió.
-Vale, pero no tardes, dijiste helado y él bebe ya quiere. -Reí y acaricie mi vientre, parece ser que el bebe se dio cuenta y pateo mi mano- Va a ser gordito con todo lo que comemos.
Kentin: Ya, va a ser un bebe hermoso o hermosa. -Beso mi frente- Ya vuelto ¿Si?
-Si. -Bese su mejilla.
Ambos reímos, este tomo su cartera y salió por la puerta.
Aunque no estemos juntos aparentamos que si, me preocupa que consiga a alguien más y se canse de mi, pero no quiero tocar el tema y que el se enoje, aunque se que eso no pasara él miedo esta presente, lo amo y no lo niego pero por lo menos el esta junto a nosotros, mi bebe y yo. Amo la idea de tener un hijo/hija de Kentin dentro de mi, no veo la hora de tenerlo o tenerla conmigo, al igual que él castaño. Hace un mes el bebe comenzó a patear, pero desde entonces lo siente a un costado por ejemplo a la derecha y luego a la izquierda lo que se me hace muy extraño, tendré que hablar con mi doctora cuando vuelva a la revisión en dos meces. Por ahora me siento de maravilla, bueno si no fuera por los vómitos, que cada media hora tengo que ir al baño y él hambre que nunca acaba estaría todo bien, pero es lo sensacional de estar embarazada o eso es lo que dice la madre de Kentin.
Kentin entro nuevamente al departamento con dos potes de helado, sonreí como niña por sus dulces, prácticamente. Este dejo frente a mi los helados y camino hasta la cocina, segundos después salió con dos cucharas, una me dio a mi y por obviedad la otra se la quedo él.
Kentin: ¿Cual veremos? -Pregunto tirándose al sofá.
-Deadpool. -Dije emocionada- O Kung Fu panda, la ultima.
Kentin: Eres una niña, veamos Rec o cuarentena. -Tomo los potes de helado y me dio uno, él de chocolate y él se quedo con él de frutilla.
-Cállate. -Murmure entre dientes y me hice la ofendida- Entonces pon la que quieras.
Este volvió a reír y se acerco a la televisión, comenzó a buscar una y si, encontró cuarentena.
-Siempre terminas con la que quieres, pero tienes buenos gustos. -Me llevo una cucharada de helado a la boca.
Miré el pote de Kentin y sonreí de lado, con cuidado acerque la cuchara hasta su pote y saque una gran cucharada, este me miro indignado pero con diversión y frunció ceño, le sonreí inocentemente.
-Tu futuro hijo quería. -Dije con inocencia.
Kentin: Entonces su madre compartirá de su helado. -Rió.
-Nha. -Murmure- La madre tiene que compartir con su hijo, eso es demasiado.
Kentin, me miró y sonreí. Dejo su helado en la mesita frente a nosotros y me quito él mió, lo dejo él mió junto a de él, tomo mi mentón e hizo que lo viera.
Kentin: Devuélvemelo. -Murmuró con una sonrisa.
Me sonroje y sorprendí pero rápidamente sonreí al igual que él, negué y este sin esperar más, estrello sus labios con los míos, no espere una segunda vez y le correspondí. Simplemente no tengo que decir ¿Como pude pesar en no darle una segunda oportunidad? Es estúpido, él y yo aunque hay veces en la que nos queremos matar, somos él uno para él otro. Nuestros labios encajan como las piezas de rompecabezas, como si fueran construido para el otro. Poco a poco nos separamos por falta de aire, sonreí sin abrir mis ojos y el rió, es simple, nos amamos.
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[Corazón de melón] Te amo. (Kentin)
FanficAoi es una chica de diecinueve años que esta enamorada profundamente de Ken, un chico que conoció a la edad de unos diez a once años. Pero inesperadamente cuando ella tiene sus quince años él padre de Ken los sorprende a ambos mandando a su hijo a u...