7:00 a.m.
-Marinette despierta, es hora de que vayas a la escuela -dijo el pequeño Kwami.
-¡Tikki me asustaste!
-¿Yo? Pero si estás asustada como desde hace dos días.
-¿En serio se nota mucho?
-La verdad...Sí. ¿Y se podría saber por qué estás así? Que yo recuerde no has visto ninguna película de terror -respondió Tikki en tono burlón.
-¿Qué? ¿Cómo me puedes preguntar eso? ¿Qué acaso no escuchaste las voces de ayer que repetían mi nombre? Eran aterradoras, y ni siquiera sé de dónde venían.
-¿Voces? -preguntó la mariquita riéndose -¿que acaso estás loca?
-Mira Tikki, en primero, esto no da risa y, en segundo, no estoy loca -le respondí frustrada.
-Bien, bien, como digas. Bueno, creo que ya te debes ir, no querrás llegar tarde, ¿o sí?
-No, la verdad es que no.
Me despedí de papá, salí de la casa camino a la escuela, y no sé por qué pero cuando llegué, la escuela se me hizo más tétrica de lo normal. Entré al salón de clases corriendo, pero Alya aún no había llegado, sólo estaban Nathanaël y Nino.
-¡Hola Marinette! -dijo el moreno.
-Hola Nino -le saludé algo nerviosa.
-¿Te encuentras bien? -intervino el pelirrojo.
-¡Oh! Sí, sí..., claro.
-La verdad pareces preocupada.
-Nath, ya te dije que estoy bien, aunque es lindo que te preocupes por mí.
Noté cómo se sonrojaba.
Luego de algunos minutos el salón comenzó a llenarse del resto de los alumnos.
-¡Marinette! ¿cómo estás? Me alegra que al fin hayas salido del hospital.
-¡Adrien! Que lindo de tu parte fue ir a visitarme -me ruboricé un poco, fue inevitable.
-No hay de qué, para eso están los amigos -dijo guiñándome un ojo.
Y cuando las cosas estaban pareciendo mejorar, llega Chloé.
-Ay, hasta que se te ocurre venir.
-¿Y cómo esperabas que viniera Chloé, si estaba en el hospital? -respondí molesta.
-Me hubiera encantado verte ahí con mis propios ojos -susurró la rubia.
-¿Qué dijiste?
-Oh, nada Marinette -contestó tratando de ocultar lo que acababa de decir.
-Ajá, como tú digas -dije mientras ponía los ojos en blanco.
-Ah, por cierto, salúdame a tu mamá, ¡Oh!, cierto, ya no tienes.
Tenía que contenerme, no podía golpear a Chloé pero, no lo hice, en cambio, me lancé sobre ella jalándole los rubios cabellos, mientras ella estiraba los míos. Al final terminó con un lindo ojo morado (era lindo, para mí).
-¡Marinette, a la oficina del Director! -me gritó la maestra.
Llegué a la oficina y entré.
-H...hola Director.
-Marinette, ¿pero qué acabas de hacer? Ese no es tu comportamiento. Entiendo que ella no debió decir eso pero, eso no justifica que la hayas golpeado.
-Lo siento Director, sé que no debí hacerlo, de hecho fue más un impulso.
-Mmm..., que raro, tu papá me contó que habías tenido algunas alucinaciones, ¿y ahora ésto? No crees...
-¡Ni se le vaya a ocurrir decir la palabra "esquizofrenia" o algo relacionado con la locura!
-Wow tranquila, sé por lo que acabas de pasar, y sé lo duro que es. Puedes irte Marinette, no tendrás suspensión ni nada, pero trata de controlarte, ¿okey?
-Está bien, gracias Director.
Salí extrañada, ¿por qué el Director pensaba eso? Vamos, eso no es verdad.
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Marinette, Al Borde De La Locura [TERMINADA]
Fanfic•Marinette Cheng. •Paciente 632. • Enfermedad: esquizofrenia. [#371 en fanfic]