Marinette, Al Borde De La Locura [TERMINADA]

Princesa, ¿por qué te lastimas?

Narra Adrien*

-¡Vamos! Piensa, piensa, no la puedes dejar allá en ese hospital sola, tienes que hacer algo -repetí para mí mismo.

-Adrien, es la quinta vez que te lo digo: no hay forma de sacarla de ahí, lo siento, pero creo que no podrás estar con ella...

-Sólo cállate Plagg, no estoy de humor para tus estúpidas bromas.

-Oye, calmado, tal vez no puedas sacarla de ahí, pero puedes visitarla.

-¿Qué? Los médicos han visto a un gato negro a diario, tal vez crean que vivo allí, necesito algo más...

-No seas ingenuo, tú tienes dos personalidades, ve como Adrien, él nunca ha ido antes ahí.

-Tienes razón, vamos.

Plagg y yo salimos directo al hospital, entramos a la habitación de Marinette, ella se encontraba sentada en su cama dándome la espalda.

-Hola... -dije lo más bajo posible para no asustarla.

Igual dio un respingo.

-Me asustaste Adrien.

-Lo siento Mari, yo no quise hacerlo.

-Ya, ya, no importa -agregó al azabache con una leve sonrisa.

-Yo solamente quería venir a visitarte.

-...

Hubo un silencio incómodo, hasta que me volví a animar a hablar.

-Estabas esperando a alguien más, ¿cierto?

-Sí... Digo no, no.

-Tal vez... ¿a un gato negro? -le sonreí.

-¿C... cómo lo sabes?

-Creo que sólo adiviné.

-Adrien... La otra vez Chloé vino.

-¿Sí...?

-Y me dijo cosas horribles, tal vez..., no sé, pero, ¿podrías decirle algo? Sé y estoy 100% segura de que si tú se lo pides te hará caso.

-Claro -respondí-, me encargaré de que no te vuelva a molestar.

-Gracias.

Algo andaba raro, en clase siempre la notaba nerviosa al hablarme, tartamudeaba, se sonrojaba y hacía movimientos extraños... Ahora ya no noto nada de eso, es como si aquí, con todos esos medicamentos le hubieran afectado por completo... O tal vez un gato la hubiera enamorado.

Pasamos un buen rato hablando de nuestros compañeros, preguntó por su papá, por Alya, entre otras cosas.

-Bueno, ya me tengo que ir Mari, hasta luego.

-Adiós.

Salí de ahí algo decepcionado, no era la "charla" que esperaba, ahora más que nunca quería tenerla junto a mí, sentir su cuerpo junto al mío, sus labios, esa gran sonrisa que no se la dedicaba a cualquiera... Quería volver pero ¿de qué servía si ella no me quería a mí? Tal vez tendría que esperar hasta la noche.

11:00 p.m.

-Es hora Plagg, por lo que he visto, para los pacientes esta es la hora en que todos se encuentran en sus habitaciones.

-¿Seguro que no quieres esperar hasta mañana niño? Digo, ya la viste hoy.

-No, no es cierto, Adrien la vio, Chat no. Además necesito estar con la verdadera Marinette, no con la que me acaba de rechazar en la tarde.