Se había ido.
Se había ido y me había dejado aquí, como una idiota.
¿Quién me mandó a creerle?
Resulta que Becca me contó el por qué de su falta. Se había ido de viaje con el equipo y ni siquiera me advirtió. Podría haber dormido y comido algo en estos tres días que pasaron desde su casi declaración.
Un mes.
Y todavía no tengo señales de él.
Ni siquiera su hermano había aparecido para preguntarle. Toda su familia se había ido al país vecino al torneo de hockey.Al parecer mi cuerpo se vio gratificado por su ausencia porque adelgacé al menos tres kilos por mi falta de alimento y nervios.
****
-Hitler poseía una gran pasión por el arte, así que decidió robar pinturas de artistas famosos de hoy en día. Incluso aún hay cuadros que no se terminan de encontrar. Disculpen.
El profesor se historia se dirigió hacia la puerta, al parecer la directora poseía un gran interés en él. Miro la proyección de pinturas en la pizarra. Son hermosas. Poseen un don natural de hacerme sentir que al fin puedo pensar en otra cosa que no sea en lo sucedido hace un mes.
-Alumnos, su atención por favor- el profesor ingresa al curso junto con la directora, o es algo muy malo o es la mejor de las noticias, pero sus caras son indescifrables- la directora aquí presente quiere comentarles algo.
Miro al profesor mientras apaga el proyector buscando alguna pista y no obtengo nada. Mierda, tendré que escuchar a la directora.
-Buen día alumnos. Como bien ya saben nuestro querido equipo de hockey sobre césped se fueron al torneo que brinda el país continuo a éste. Pues tengo el honor de anunciarles que hemos salido campeones del torneo y que los alumnos estarán esta mañana celebrando con todos nosotros su victoria. Así que venia a pedirles que organizaran el acto de bienvenida a los jugadores.
Todos exclamaban su sorpresa y orgullo, mientras que yo solo pensaba en que iba a volver a ver a Nicholas.
-Oye Jane, tú puedes hacer las guirnaldas- decía Alice que se sentaba atrás mio- ¿Qué te parece?
-Em, lo lamento Alice, pero no me siento bien. Perdóname.
-Oh, está bien ¿Te sientes mal? Tengo pastillas aquí.
-Oh no, gracias- puse una de mis sonrisas falsas. Ojala existieran pastillas para lo que siento en éste momento.
Todos comenzaron a irse al salón de actos mientras ideaban la bienvenida. Puse los ojos en blanco, era solo un torneo, no el descubrimiento a la cura al cáncer.
No quise ir a colaborar, no sentía que debía darle una bienvenida cuando él ni siquiera me había dicho adiós. Así que fui a mi escondite cuando ya todos habían ido a decorar el salón de actos. Decidí sentarme en el piso con las piernas cruzadas y revisar mi celular. Estaba tecleando una respuesta al chiste que Becca me había mandado cuando divisé algo blanco y rectangular. Fruncí el ceño y me paré del suelo mientras me sacudia, que yo recuerde no había dejado nada cuando dibujé ayer. Me agacho y saco el papel entre las hojas. Había una letra perteneciente a alguien desconocido para mí.
Jane perdóname, sé que quieres hablar conmigo pero no recordé que mañana viajo. Espero que lo que dure el torneo no me extrañes, porque yo lo haré aún más. Por cierto, gracias por recibir mi rosa. Fue el mejor regalo que hice.
Nick.
Un mes. Un mes y la nota había estado aquí conmigo todo ese tiempo, en mis narices. Sentía la necesidad de golpearme en la cabeza, me había enojado con él por no haberme avisado y aquí estuvo su respuesta por un mes.
Mi enojo había desaparecido al leer su nombre. ¿Cómo iba a mirarlo ahora? Me había imaginado y soñado las peores cosas sobre la causa de su ida repentina. Debía hacer algo para reparar el error que había cometido al haber leído tarde su nota pero sin que lo notara, así que decidí ir a ayudar con la decoración.
Al cabo de unos pasos me encontraba en el salón de actos, en la temática del hockey sobre césped. Luces, carteles de agradecimiento y apoyo abundaban las paredes, palos de hockey de papel los acompañaban.
-Me dijeron que te sentías mal y que no podías venir, ¿se te pasó?- la directora hablaba pero no parecía interesarle mi "enfermedad amorosa", solo le importaba que ayudase con la decoración.
-Si, me siento mejor ¿En qué puedo ayudar?
-Oh, perfecto. Puedes empezar colocando los globos verdes en las paredes. Después con la comida que vamos a servir para los alumnos y luego puedes irte.
-Estupendo- dije sarcástica cuando me había alejado de la directora. No tenía ganas de hacer absolutamente nada, pero la sorpresa que me llevé en mi escondite fue un poco de impulso.
Estaba subida en el sexto de los ocho peldaños de la escalera colgando los globos verdes cuando sentí que mi cuerpo se sacudía. Todos se habían ido ya, así que miré hacia los ventiladores para ver si temblaba, pero no, una voz me sacó de ese miedo y me transportó a uno peor.
-Si me extrañaste, gorda ¿No? Y como si fuera poco, me recibes así, en esta posición hermosa para caerte.
Augustus. El idiota de Augustus.
Me puse demasiado nerviosa, no sabía que iba a hacerme. Aun así quería bajarme y recordarle lo doloroso que fue la ultima vez que nos cruzamos. Pero él sostenía mi tobillo con su mano mientras me apretaba fuertemente, sujetándome. Si intentaba liberarme, me caía. Así que me sujeté bien de la baranda donde había colgado los globos y comencé a forcejear mi pié.
-No vas a conseguir nada mas que caerte, gorda. No te puedes tu cuerpo- decía con una enorme satisfacción.
Cuando tuve el valor necesario, le empujé la escalera con mi pie libre y cayó sobre él, quedando yo colgada con mis dos brazos de la baranda. Tomé aire y me dispuse a mirar la distancia hasta el suelo, eran al menos unos dos metros de altura. Me solté, preparada para el impacto en mis piernas, pero no sentí ningún golpe.
Estaba en los brazos de alguien.
Levanto la vista y veo dos ojos cafés mirándome y una sonrisa.
-Veo que me extrañaste, preciosa.
Era Nicholas.
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Las cuatro estaciones enamorándome
RomanceJane, la chica autosuficiente. Nicholas, el chico por el cual todas morirían por ser basadas por él. Ella, la chica invisible y rellenita. Él, el chico que luchaba a escondidas de sus amigos por los estereotipos y la igualdad sexual. ¿Podrán ellos t...