Volví a llenar mis pulmones de aire y me fui en busca de mi mejor amiga.
Ella también iba a estar decorando, pero en ningún momento la vi aparecer en el salón de actos. Me imaginé que estaba en su aula en el piso de arriba y, para mi satisfacción, estaba allí, recortando letras.
-Hola hermosa ¿Me ayudas?- decía mientras señalaba las letras que le faltaban recortar.
-Si, por supuesto.
Acerqué una silla vacía y me puse frente a ella, el fierro que atravesaba las dos patas delanteras no me dejaba cruzarme de piernas y me golpeé varias veces. Tomé la letra que le seguía junto con una tijera y me dispuse a recortar una "N". Muy apropiado, pensé.
-Nicholas volvió- dije sin preámbulos- y se apareció en el salón de actos.
Becca dejó de recortar y me miró de reojo.
-¿Cómo?- quería gritar, lo sé, pero se contuvo porque estaban algunos de sus compañeros- O me cuentas todo, o me cuentas todo.
Reí y asentí. Quiso hacerse la desinteresada volviendo a su letra, pero yo sé que solo actuaba.
-Augustus apareció cuando estaba sola colgando los globos en una de las barandas e intentó tirarme de la escalera.
-¡¿Qué?!- ahí está, ya se liberó de su actuación- Por favor dime que le diste una buena golpiza como la última vez.
-Eso quise, pero él tenía mi tobillo, así que le tiré la escalera encima- Becca sonrió- y cuando me solté de la baranda, Nicholas me sujetó en sus brazos- aún ni creía que yo hubiese estado entre ellos, como un bebé. Sonreí con ternura y Becca se dio cuenta.
-Vaya, vaya. Si, tenemos candidato ¡Y qué candidato!- me miraba con una sonrisa que solo una hermana hace mientras su cara estaba apoyada entre sus manos- Cuéntame que sucedió después y no omitas ni un gesto.
Y volví al recuerdo de su enojo, de asombro, de curiosidad, de ternura.. no parecía que él hace unos instantes me hubiese besado en la mejilla con tanta intensidad.
-Pero no sé, Becca ¿Qué debo hacer?
-Esto esta pasando de una mini serie a una con 10 temporadas completas. Pero amiga, si lo quieres así, una gran serie, sólo hazlo. No tenemos edad de pensar en lo mal que pueden a llegar a ser las cosas. A él le gustas, y se nota que tú también sientes lo mismo. Dale su oportunidad de demostrarte su confianza. Es un buen chico, se lo merece. Ve mañana y dile que si a lo que te proponga, incluso filmar una porno, solo hazlo.
-¡Becca! Por el amor de Dios- la golpeé suavemente en su hombro- Está bien, lo intentaré.
-Okey, ahora acompañame a pegar estas letras.
Se levantó y tomó las demás letras sin recortar. La miré dudosa.
-¿No vas terminar de recortarlas?- y señalé las demás, que eran varias.
-No. Que lo hagan los demás, ya me harté de recortar letrita por letrita.
Reí. Había recortado seis letras y ya se había cansado.
No le dije nada, así que bajamos a pegar las letras en cantidad que había recortado mi mejor amiga. En las escaleras recorté como dos, para que no quedase mal la activa de Becca.***
Todo el colegio estaba esperando la entrada de nuestro equipo. Becca y yo estábamos en una orilla, del otro lado del escenario. Le estaba haciendo una trenza que había visto en su larga cabellera dorada, cuando la multitud empezó a ovacionar.
-Si. Al fin llegaron- dijo Becca agarrándose la punta de su trenza y llevándonos más al fondo del salon- Si queremos vivir, huyamos de este desastre.
Conseguimos una mesa y ahí permanecimos sentadas. Todos cantaban la misma canción y saltaban, y después hicieron lugar para que el equipo pasase. Éste logró subirse al escenario y las voces cesaron. Nicholas era el capitán, así que dio un paso hacia el fondo del escenario, sacó la copa y la sostuvo en sus manos mientras la levantaba mostrando el triunfo. El colegio entero gritaba y aplaudía, menos nosotras que nos limitamos sólo a aplaudir.
-Las curvas le quedan bien en sus manos ¿No Jane?- me miraba pícaramente de reojo. Yo negué con la cabeza.
-Eres la peor amiga- decía yo con mi ceño fruncido.
-Lo se. Por eso te tengo a ti, que me soporta- y me lanzó un guiño.
Reí, amaba a esta chica, pero juntas siempre ella resalta por su belleza. Aun así nunca le importó si resaltaba o no. Ella también me amaba.
-Fue un gran esfuerzo logrado y premiado. Se los debíamos a ustedes, un mes fuera de nuestra casa han valido la pena.
Nicholas estaba hablando por el micrófono y ni siquiera me había percatado de ello. Lo miré y mi piel se colmó de ese hormigueo ahora familiar; su forma de pararse y hablar decididamente sin titubeos, esa remera que le marcaba sus músculos trabajados.
Me detuve con mis pensamientos pervertidos y pensé cómo arreglaría esto que ni siquiera es un problema, al menos para él. Su vida por ahora era esto, jugar al hockey y ser una gran estrella. Pero ¿entraría yo en ese tipo de vida lleno de competitividad? ¿Y más con este envase? ¿Estaría él feliz viendo como la chica que le interesa genere más problemas para la imagen del equipo?
Era algo que no lo sabía.
-Quiero dedicar este triunfo a ustedes, al entrenador y a alguien muy especial- frené mis pensamientos y escuché lo que decía- Este mes, preciosa, me ha bastado.
Todos empezaron a articular gestos de asombro y confusión, y eso que todavía no sabían quién era la dichosa.
En cuanto a mí.. era solo un brote colorado de sentimientos y emociones confusas. Becca se dio cuenta de la vergüenza que había colmado mi cara y apretó mi mano, haciendo que la mire.
-Eso.. ha sido.. ¡Jane, está enamorado de ti!- decía mientras chillaba.
-Becca, ¡shh!
Los demás no se habían dado cuenta de quién era la chica, y quería mantenerlo así, callado.
El colegio entero volvió a aplaudir y a ovacionar por algo que no alcanzamos a ver. El tiempo de vergüenza acabó.
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Las cuatro estaciones enamorándome
RomanceJane, la chica autosuficiente. Nicholas, el chico por el cual todas morirían por ser basadas por él. Ella, la chica invisible y rellenita. Él, el chico que luchaba a escondidas de sus amigos por los estereotipos y la igualdad sexual. ¿Podrán ellos t...