Es curioso cómo cambia el curso del tiempo cuando ya no vives a la espera de una aparición intermitente en tu día a día, hay cierta desolación en eso, pero también sirve para apreciar de forma más exacta los hechos que te rodean en el momento y lugar. Sé que Gerard no se pasará por aquí ningún día de esta semana, así como no lo hizo ningún día de la semana pasada. Pero él está bien, todo parece marchar según su curso esperado... milagrosamente encontraron a los hombres que le hicieron daño a Gerard y van a procesarlos por más de un cargo. Sé que eso no ayudará directamente a Gerard, pero hay cierta calma en saber que esos imbéciles no le harán lo que le hicieron a Gerard a nadie más. ¿Por qué Gerard tenía que ser la última víctima, de todos modos?
Gerard... en esta última semana lo he conocido como no lo había conocido nunca, pero no es porque nos hayamos vuelto íntimos, a decir verdad, apenas me ha dedicado un par de miradas en todas las visitas que he hecho al hospital o a su hogar. Ha sido a través de Mikey que he podido conocer detalles de su vida. Mikey parece haber desarrollado una confianza bastante especial en mí, y realmente me agrada este nuevo lazo. Es una amistad totalmente asombrosa, partiendo porque mi único amigo no suele tener mucho tiempo para mí, y no suele ser de mucha ayuda cuando le hablo de Gerard. Aunque a Mikey tampoco le hablo mucho de su hermano; sería extraño para él... después de todos Mikey parece bastante heterosexual y quiero hacerle pensar que yo lo soy también lo soy para no apartarlo de mí o algo así.
Es extraño, de todos modos, intentar ignorar el tema ahora mismo. Aunque pasó hace más de una semana todos siguen hablando de Gerard y de lo que le sucedió como si hubiesen estado ahí. Todos dan su punto de vista con respecto al asunto, y realmente agradezco haber escuchado sólo buenas versiones con respecto al actuar de Gerard. Porque de escuchar a alguien tratarlo como si fuera cualquier cosa... realmente no sé como reaccionaría.
Gerard está bien, o eso parece. Fue dado de alta hace tres días ya y sus secuelas están comenzando a sanar poco a poco. Hasta donde sé, no ha salido de casa desde entonces, excepto esa vez que tuvo que ir a escuchar las declaraciones de los tipos que le hicieron daño. Mikey dijo que Gerard estaba a punto de desmayarse ahí, pero no lo culpo. El estrés de vivir algo así en carne propia no debe ser comparable a nada en el mundo.
Por otro lado, cambié las salidas sociales que tenía programadas para estar con Mikey porque por alguna razón pensar en salir a beber y pasarla bien se me hace de increíble mal gusto en estos momentos en que ellos están pasándola tan mal. Es injusto para ellos, aunque según Reggie no debería importarme mucho porque ellos no son mi familia.
Aunque supongo que es difícil de entender cómo se siente.
Siento mi teléfono vibrar en el bolsillo trasero de mis jeans y luego de sacudir mis manos contra mi camiseta, lo tomo para mirar la pantalla. Es un mensaje de Mikey, y al abrirlo leo un simple "Hey, ya estoy aquí."
— Papá, ya me voy —le informo saliendo desde detrás del mostrador. Recién son las siete de la tarde, pero él sonríe y asiente.
Mikey está afuera, entre sus delgados dedos hay un cigarrillo y me ofrece uno en cuanto me planto frente a él. Luego de encenderlo comenzamos a caminar en silencio camino a casa y sólo cuando la calle se siente desierta, él me devuelve la mirada.
— Pensé que era demasiado tarde, pero de todos modos quise venir —dice Mikey. Luce nervioso, aunque no sé por qué.
— Nunca es demasiado tarde —sonrío—, a veces cerramos a las diez. Y es una locura porque de todos modos nadie viene después de las siete.
— Debe ser aburrido —suspira él, yo asiento.
Volvemos al silencio, aunque no es abrumador. Él bota el humo del cigarrillo lentamente a medida que avanza, yo en cambio parezco un niño de siete años que está comenzando en el vicio. Es ridículo.
— ¿Cómo va todo? —pregunto después de un rato.
— En casa han estado corriendo de un lado a otro desde la mañana —suspira él, parece cansado—. Están preparando todo para Gerard y es súper estresante. Va a irse a California, ¿Sabes?
— ¿Por qué tan lejos? —pregunto intentando que mi voz no suene afectada, pero es difícil lograr tal cosa cuando quieres echarte a llorar.
— Se irá a vivir con nuestra tía. Un psicólogo de la policía le dijo que lo mejor sería abandonar la rutina por un tiempo, cambiar de aire. Gerard habló con nuestros padres y va a congelar la universidad este año. Él no está tan bien como lo hace parecer... y es injusto que prefiera irse a la otra mitad del país en lugar de estar aquí. Yo podría ayudarlo, ¿Sabes? Yo soy su hermano. Nadie lo conoce más que yo...
Sus pasos comienzan a ir más lento y sólo entonces noto que estamos acercándonos a su hogar. Inevitablemente llegamos al césped ante la casa y es obvio que él todavía no se siente listo para entrar, así que tomo asiento en el césped. Él me mira por largos instantes y luego de sacudir la cabeza suavemente, termina sentándose junto a mí. Ambos parecimos estar bastante interesados en mirar los pocos vehículos que pasan ante nosotros. El cielo ya está comenzando a lucir azul y poco a poco la temperatura va descendiendo. Desearía tener un suéter ahora mismo.
— ¿Tienes frío? —pregunta él.
— No. Estoy bien así —digo esbozando una sonrisa. Él asiente, y volvemos a sumirnos en el silencio. Miro su rostro de reojo y por instantes pareciera que quiere decir algo, pero entonces se guarda sus palabras y vuelve a ese gesto impávido. Por instantes yo también me pregunto si quizás quiere que me vaya a casa, pero posiblemente ya lo habría dicho.
Cuando nuestras miradas se cruzan nos sonreímos. Parecemos un par de idiotas que tienen mucho que decir pero son demasiado vergonzosos como para hacerlo. Muerdo mis labios con nerviosismo. La situación está comenzando a impacientarme. Más cuando estoy listo para preguntarle qué sucede, él decide hablar. Y yo me veo obligado a callar.
— Frank... —comienza él— Yo realmente agradezco que hayas estado aquí... han sido días realmente difíciles para mí, para mi familia y tú has estado a mi lado en todo momento y... has sido un gran apoyo, ¿Sabes?
— No me agradezcas —suspiro. "No lo hago por ti, lo hago por Gerard." Pienso, pero claramente no voy a decirlo. Su sonrisa luce tan transparente y sincera que no quiero romper eso. Le sonrío yo también y él se acerca a abrazarme. Siento su cálido cuerpo contra el mío que está ya en algún grado de la hipotermia y cierro los ojos porque realmente se siente bien. Pero su rostro comienza a moverse y antes de darme cuenta siento su respiración contra mi mejilla. Abro los ojos y entonces me topo con los suyos. Y no sé cómo sucede, pero terminamos besándonos.
El contacto no dura más de un par de segundos y cuando lo hace, ambos estamos jadeando. Yo soy quien rompe el abrazo y luego de mirarnos nerviosamente durante unos instantes, nos ponemos de pie.
— Hasta pronto —dice él, volteándose casi al instante.
— Nos vemos —digo a mi vez, dedicándole algo similar a una sonrisa antes de salir prácticamente corriendo rumbo a mi hogar, o a cualquier parte. Mis labios siguen cosquilleando por culpa del beso, pero algo en mi mente me dice que eso está mal. Aunque no es como que esté traicionando a alguien porque no hay nadie. Y aunque mi mente formula un montón de interrogantes, de mis labios sólo sale una.
— ¿Qué demonios fue eso?
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platonic ・ frerard
Fanfiction|Mpreg| Frank está enamorado de Gerard. Lo ha estado desde siempre. Y lo estará a pesar de todo.