Family times ·chapter 3·

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Heather jugó con su pelo mientras bajaba aquellas largas escaleras. ¿Por qué había tanto ruido últimamente? Lentamente abrió la puerta del gran salón, en la que se encontró de golpe con una gran mesa de madera, y con -lo que parecían millones- de ojos mirándola. Algunas miradas algo pervertidas, todo hay que decirlo. La muchacha llevó su mirada al suelo, andando lentamente hacia el único sitio libre, junto con Harry, el que suponía que iba a reirse de ella o a hacer algún comentario ingenioso para que toda la mesa se riese de ella. Como siempre. 

Sin embargo eso no sucedió. Alguien se había levantado y había cogido una cucharilla la cual golpeaba en una copa, para apartar la atención y las miradas de Heather y dirigirlas a su persona. Era el marido de Lodyma, utilizando otro término, el tío de Harry, el ''Rey'' de la casa.

-Por favor, por favor familia. Prestadme algo de vuestra valiosa atención -comenzó a decir él, con esa voz tan grave que ponía los pelos de punta- Sé que muchos estáis sorprendidos por esta nueva adquisición, y antes de que surgan quejas, debo deciros que es la chica de la que os hablé hace unos días atrás. Y que no causará ningún problema -prosigió con una sonrisa amable, cosa que sorprendió a la pelirroja- ¿Verdad que serás un encanto, preciosa?

Heather volvió a encontrarse con todas las miradas, incluso con la de Harry, que sentía como sus ojos verdes la quemaban la piel a su derecha. La muchacha solo pudo asentir, para luego encogerse de hombros. ¿Qué más podía hacer? Estaba completamente perdida.

-Bien. -Sonrió victorioso Tamtun, el cual dejo la copa y la cuchara en su sitio, y junto ambas manos para seguir con su discurso- Ya os presentaréis en otro momento, ahora solo quiero decir que estoy muy agradecido que estéis en nuestra nueva casa, y que no quiere que nunca se acaben estas reuniones familiares que tanto nos agradan a mi y a mi querida mujer. 

Harry emitió un leve sonido, inaudible para los demás, sin embargo Heather pudo escucharlo perfectamente. Era como una risa oprimida, con un toque de burla. 

-Y con esta comida quiero recordar a nuetro querido padre en toda su gracia, y a nuestra madre, la cual hoy no ha podido venir por otros motivos... 

Tamtun seguía hablando con esa voz que aparte de provocar escalofríos en Heather, podía resultarle también bastante aburrida. Y si a esto le sumabas que últimamente la pelirroja dormía dos horas, y con suerte, pues mucho peor. Tenía que distraerse con algo para no quedarse dormida y optó por observar la mano de Harry mientras este jugaba con su plato. Notó como este, tras unos instantes, paró con ese leve movimiento, y la observó con detenimiento. Heather percatándose de su falta de movimiento de un momento para otro, alzó la mirada para observarle, directamente a los ojos.

Algo estaba a punto de decir Harry, pero el estruendo de los aplausos no le permitió decir nada. Seguramente el tío de este había acabado con su discurso, y había dicho algo ''conmovedor'' que habia hecho que su familia cayese rendida a sus pies, como siempre había esperado Heather. Y respecto al tema de Harry, lo dejó pasar. Seguramente iba a soltar alguna de sus estúpideces, algo como ''podría hacerlo mejor bajo tu ropa interior'', por lo que no le importó demasiado. Aunque había algo en los ojos del muchacho que la dejaron preocupada. 

☼ ☼ ☼

Heather acabó de comer la primera. Las ganas de marcharse de aquel ambiente familiar -que no era el suyo- y el hambre que tenía, la ayudaron. Se levantó de la mesa y tras disculparse, subió a la habitación que la habían dado. Había descartado la idea varias veces de preguntar otra vez por el mismo tema de siempre, sobre sus padres, sobre qué la pasaría ahora, sobre qué hacía aquí, sin embargo, había aprendido que a esta familia era mejor no preguntarle sin antes tantear el terreno primero. Si quería volver a preguntar, tendría que ganarse más su confianza, y sobretodo, tendría que pillarles de buen humor.

Precisamente escuchó unos pasos detrás suyos, y su corazón se aceleró repentinamente. Por un instante pensó que era aquel muchacho de ojos verdes y cabello rizado, sin embargo cuando se giró, su cara tan solo pudo mostrar decepción.

-Hola -dijo un muchacho algo más bajo que ella, era moreno y tenía los ojos azules.

-Hola- le devolvió el saludo esta,  no muy segura de qué más decir. ¿Por qué se había sentido decepcionada? ¿Es que era tan ingenua de pensar que Harry vendría tras ella como un perrito faldero? Además, ''nos llevamos mal'' volvió a repetirse ella. ''Le odias'' continuó esta hasta que se dio cuenta de que el muchacho había extendido una mano hacía ella. Heather no pudo hacer otra cosa que mirarle confundida, hasta que comprendió.

-Encantado. -Dijo este, estrechándola la mano delicadamente, aunque algo en sus ojos la decía que no era como aparentaba- Soy Earvin, uno de los primos de Harry.

-Yo soy Heather. Encantanda -sonrió ella, sin saber muy bien más qué decir. El chico era bastante apuesto, pero nada en comparación con Harry. Heather no pudo evitar cómo se sentiría el muchacho ante la idea de que siempre sería el segundón dela familia.

-Venía a proponerte un trato. -Soltó este, como si nada.

-¿Un trato? -Preguntó la pelirroja confundida, mientras colocaba un mechón rebelde detrás de su oreja-

-Sí, un trato. Mira, sé que llevas aquí una semana y algo más, ¿verdad? -esperó a que Heather asintiera, para continuar- Pues supongo que echarás de menos a tu novio, y todo eso, por lo que quería que sacáramos provecho, los dos -la pelirroja estaba apunto de decirle que no tenía novio, es más, nunca había tenido uno, pero quería escuchar lo que Earvin tenía que decirle. Aunque el acercamiento por parte de él no la agradó demasiado.- Deberíamos ayudarnos... Tu puedes darme placer a mi... -susurró él en su oído- Y yo te prometo que pasarás el mejor rato de tu vida -dijo ahora demasiado cerca, tanto que Heather sintió sus pestañas. Para cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, ya la tenía agarrada por la cintura, y no podía zafarse de su agarre. ¿Por qué era tan fuerta esta familia? Heather juraría haber visto músculos hasta en la abuela de Harry, la cual se presentó en esta casa hace dos días aproximádamente.

Heather volvió a la realidad cuando notó las manos del chico agarrando su mandíbula. Esta intentaba zafarse de su agarre desesperadamente, pero no conseguía soltarse.

-Déjala en paz. -Logró escuchar Heather justo detrás suyo. 

 De repente, estaba liberada. Earvin la había soltado. 

-Maldito imbécil, ¿qué piensas que estás haciendo? -continuó diciendo Harry, y Heather podía notar el fuerte enfado através de su voz. ¿Por qué estaba molesto?

Harry agarró con demasiada fácilidad a su propio primo, al cual codujo hacía una sala. Justo antes de cerrar la puerta, Harry le dedicó una mirada preocupada a Heather. Después de observarla de pies a cabeza, como si buscase algún daño, cerró la puerta. Sin ni si quiera dedicarle una sonrisa, o unas palabras tranquilizadoras. Nada. 

Heather decidió marcharse de allí, y encerrarse en su habitación, incluso cuando escuchó algunos golpes, de los cuales estaba casi segura del origen.

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⏰ Última actualización: Sep 19, 2013 ⏰

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