Una Leyenda Para Ese Destello

Capítulo 15: Dante

Había transcurrido una semana desde que el abogado salió de aquella cueva con las piernas temblorosas y el número de la policía marcado sobre la pantalla de su celular.

"La peor semana de toda mi asquerosa vida." Pensaba mientras la intentaba recapitular sobre el asiento de aquel gran aeropuerto.

Le habían ofrecido a Frederick Blunt reconocer el cadáver de su hija cuando este fue enviado a la morgue de la ciudad. Pero Dante se encargó de que Charles Overlook hiciera los ajustes necesarios para que no le pidieran semejante cosa al anciano. El joven abogado terminó por reconocer el dichoso cadáver.

Fue tan fácil como volver a ver aquellos dos ojos ausentes de todo el brillo que tanto caracterizaba a Jenni y reafirmarle al detective Klausen (el nuevo encargado del caso de Jennifer Blunt luego de la desaparición del detective Morgan) que esa chica era su hermana.

Doce horas después, al día siguiente, estaría comenzando el funeral del matrimonio Brosberg luego de que a Klausen se le diera por cerrar el caso al comprender que la mayoría de Reyes Humeantes (reconocidos como los auténticos culpables) estaban muertos a menos de un kilómetro de la escena del crimen sobre la carretera junto a sus respectivos vehículos.

El dichoso funeral fue uno de los más importantes que aconteció en la capital de Armolia desde la gran ceremonia de homenajes que se les hicieron a los muertos por causa de La Revolución De Tinta casi veinte años atrás y lo que le resultó más curioso a Dante fue que usaran el mismo parque municipal para la ceremonia.

Miles de personas rodeando la plaza frente a la cual se encontraba el capitolio. El espacio verde se encontraba cruzado por seis caminos de piedra que se unían en un centro ocupado por un gran obelisco de oscura piedra maciza. Junto al gran monumento podían divisarse dos ataúdes cerrados, los cuales se encontraban rodeados por una cantidad increíble de coronas florales, las cuales a su vez eran rodeadas por el público que había llegado al funeral por puro compromiso con alguno de los dos difuntos.

Entre estas personas podían encontrarse varios magnates del petróleo notorios a nivel mundial que se asociaban con el devastado Frederick Blunt, decenas de bailarinas y músicos profesionales que habían participado en los proyectos artísticos de Jennifer y todo aquello sin contar a los cientos de jugadores de todas las ligas europeas que habían conocido en algún que otro momento el carisma de Erik Brosberg. En total se trataba de miles de personas llorándole a dos cadáveres que sufrieron una de las muchas desdichas que se acontecían todos los días en una ciudad tan turbulenta como lo era Macropolis.

Y, más allá de los cadáveres en el centro de la ceremonial escena, los epicentros de atención estaban inmersos en Dante y su respectivo padre, quienes eran los que más recibían condolencias por parte de casi toda la ciudad. 

El no sabia que era con exactitud lo que pensaba su padre más allá de sus evidentes y sinceras lágrimas, pero por su parte, Dante no veía ningún tipo de franqueza cada vez que le otorgaban sus pésames o le palmeaban el hombro al son de: "Todo estará bien, Dante." o "Lo lamento tanto. Ella y Erik eran el uno para el otro.".

"Nada de eso me devolverá a mi hermana." Pensaba con amargura mientras los tendones de su corazón se flexionaban en cuanto los dolorosos recuerdos impregnados de nostalgia lo atacaban cada vez que veía en las noticias la confirmación de su muerte junto a algunas fotografías de la hermosa compositora sonriendo como si aun estuviera entre los vivos.

- Te llevaste toda nuestra felicidad contigo, preciosa. - Había susurrado una vez el abogado varias noches después con varias mezclas vodka y whisky manchando la humedad de sus lagrimas.

El dichoso funeral prosiguió por toda la tarde y toda la consecuente noche transcurriendo con la visita de invitados especiales como cantantes dando sus respectivos homenajes interpretando una obra de Jennifer o políticos de renombre en el resto de Armolia prometiendo que un crimen tan atroz no volvería a ocurrir por Macropolis (lo cual levantó una irónica risa interna entre todos los presentes).