Capítulo 20

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Alex




Aterrizamos cerca de la entrada de nuestro antiguo punto de trabajo. Se hace tarde pero en cuanto bajamos el cargamento nuestra gente se acerca para ayudar. Cecilia se acerca para encontrarme, como lo hace desde hace... no recuerdo hace cuanto tiempo que lo hace pero me da gusto que siga aquí conmigo. Ordeno que metan los cobertores en los almacenes más cercanos. Las costureras que se ofrecieron a venir con nosotros desde el 8, bajan en seguida y le ordeno a Cecilia que les brinde un compartimento para su próxima estancia. Hace un par de días, mientras seguíamos explorando los túneles y compartimentos más profundos, encontramos un almacén lleno de tela gris y negra de un buen grosor. También encontramos un par de cajas con uniformes militares, junto a protecciones y un poco más de armamento. Definitivamente lo que hay debajo de nosotros era una base militar clandestina. Desconozco las razones por la cual la abandonaron pero sin duda nos ha venido bien el descubrimiento. Comentamos con Bardo nuestro descubrimiento y él se encargó de conseguir a mujeres expertas en costura y sin ningún compromiso en especial con el distrito (Marido, hijos, amantes pasajeros difíciles de dejar)para que se muden temporalmente con nosotros y nos ayuden a confeccionar nuevos uniformes con las telas que encontramos y hacer abrigos con las pieles que acabamos de saquear de una de las fabricas que tomamos con éxito en el 8.

- ¿Crees que se den cuenta de... – pongo mi mano en la boca de Carl y alzando una ceja hacia la entrada de la base, le indico que me siga.

- Cierto, no me acordaba de las aves -. Dice una vez que ingresamos al túnel que conduce al elevador central.

- Deberías dejar de ser tan imprudente – le digo mientras caminamos.

- Sí, bueno. Ya sabes lo impulsivo que soy. En fin, te preguntaba que si crees que ya se dieron cuenta de que usamos a sus aves en su contra.

- No creo... quizá sospechen que les estamos tendiendo trampas para atraerlos y caerles de sorpresa pero se han de estar rompiendo la cabeza al preguntarse cómo anticipamos los movimientos porque en teoría, nadie sabe lo que las aves hacen.

Después de confirmar que los "charlajos" graban las últimas voces humanas que escuchan y que solo los reproducen cuando comen bayas venenosas, dimos parte a los líderes conectados a la red clandestina, quienes se han encargado de advertir a sus compañeros más cercanos del acontecimiento. Dedujimos que las aves fueron creadas para espiarnos y que fue por eso que tuvimos muchos fracasos a penas comenzamos la rebelión. Pero hacer a las aves hablar fue más complicado porque esos frutos crecen en los bosques que separan a cada distrito de otro y reiteramos que las avispas que yacen en ahí adentro tampoco son normales, que cabe la posibilidad de que el Capitolio también las haya creado. Su coraza tiene un aspecto dorado que las hace resaltar de las demás. La picadura de un solo insecto es cien veces más venenosa que la de una avispa normal, fue por eso que Phill, el chico que nos acompañó al 12 para rescatar a Amanda, murió de una manera dolorosamente rápida. ¡Amanda! Hace semanas que ocurrió eso y no me he molestado en hablar con Carl desde entonces. Después de ese día se dedico a vagar sin rumbo por los túneles de la base y cuando lo encuentro parece esforzarse en simular que sigue siendo el mismo de antes. Abro la rendija para entrar en el ascensor y bajamos al segundo nivel. Escucho el rechinar del metal al descender y no se me ocurre cómo empezar la conversación, así que solo le pregunto.

- ¿Estás bien?

- Sí. ¿por qué no lo estaría?

No lo sé, ¿quizá porque te arrebataron a la única persona que te había robado el corazón?. Aunque pienso en otras posibles respuestas, no me atrevo a decirlas. Me abstengo de balbucear siquiera, hasta que él habla de nuevo.

Días Oscuros: El Comienzo de Los Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora