Capítulo 25

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Alberth

Cavally



- Comiencen.

Ordeno. Han pasado dos días después de la destrucción del distrito 13 y llegó el momento de recuperar a los distritos. Hemos comenzado la cacería de los líderes que siguen escondidos en las bases de comunicación clandestinas de los distritos. Con el 13 incapacitado, no hay oportunidad de ayuda. La guerra está por acabar.

Nuestros agentes de la paz avanzan entre el distrito 6 y 7. Vemos mediante las cámaras de los vehículos la sorpresa de la gente al ver los trajes blancos de nuestro ejército y sin pedir explicaciones, buscan a los rostros previamente visualizados para arrestarlos. Un chico del distrito 6 trata de huir pero nuestros Agentes son más rápidos. Se lanzan contra él y caen al suelo. Algunos otros chicos tratan de ayudarlo pero también son capturados. En el 7, la chica responde con balas. Un par de nuestros agentes caen en el enfrentamiento y tres rebeldes pierden la vida. Desafortunadamente, para ellos, las municiones se están acabando y después de unos diez minutos de enfrentamiento, logramos capturarlos.

En el 8 se desata una persecución en medio de una lluvia de balas. Hasta ahora es el distrito con más rebeldes aun luchando que los anteriores. Nos lleva casi media hora capturar a los agresores. Tristemente tenemos fuego cruzado y hay víctimas del pueblo que son considerables. Finalmente sus municiones se agotan y huyen al bosque en donde algunos caen víctimas de los nidos de rastrevíspulas y logramos capturar a solo 16 miembros, entre ellos su líder: Bardo.

En el distrito 9 no hay mucha batalla y los pocos rebeldes se entregan. No hay bajas en ninguno de los dos lados. En el 10 y el 11, solo mantenemos a los habitantes concentrados en el centro de la plaza y en el 12, bueno, no hay necesidad de intimidar a nadie ya que todos se esconden en sus hogares. Los recintos son destruidos con pequeños detonadores y con fuego consumimos los escombros y todo rastro de tecnología clandestina. Todo acabó. Hemos capturado a muchos rebeldes y los sobrevivientes no querrán reiniciar el combate después de nuestra propuesta. Mi propuesta.

Doy un sus piro de alivio y cuando los últimos transportes de los Agentes de la Paz confirma el total de capturas y el total de bajas, damos por exitosa la misión de limpieza en los distritos. La gente en la sala lanza un grito de victoria y sé que hoy celebraremos en la ciudad con un gran festín. Cierro los ojos y medito la tranquilidad que el acontecimiento trae consigo. He acabado con la guerra, una guerra con terribles pérdidas, tanto materiales como personales. De ahora en adelante pienso en instalar un sistema de registro y control de población. Es algo que no habíamos hecho porque confiamos en la población, un error que hemos pagado caro, tanto ellos como nosotros. Me levanto para ir a mi oficina, lejos de la multitud, no sin antes ordenar un comunicado a la ciudad de la gran celebración de esta noche.

Me tapo la cara, frotando mis manos en el rostro para masajearme y relajarme. Estoy exhausto después de tanto tiempo, pero no creo que eso aleje las pesadillas. Rebusco en mi cajón otro par de dosis de morfina pero no encuentro nada. La última la consumí ayer. Brandom y Seovan entran y me sonríen. Seovan trae dos copas de vino y me ofrece una. La recibo sin negaciones, quizá esto me relaje.

- Lo hicimos – dice Brandom, alzando su copa.

- Por supuesto.

Respondo el ademán. Los tres damos un sorbo y me dirijo a Seovan.

- Seovan, hay algo de lo que he querido hablar contigo.

- Digame, señor.

- Dijiste que mandaste una especie de mutaciones a atacar a los rebeldes de la montaña, ¿qué clase de mutaciones son esas?

Días Oscuros: El Comienzo de Los Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora