Capítulo 4

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Phoebe


―Dime que no es verdad ― lloriqueo mientras Jonas me muestra la bandeja de comida, regreso la vista hasta el televisor, al noticiero de la noche, el médico creyó prudente tenerme en observación setenta y dos horas, por lo que ahora descanso en una cómoda habitación privada.

El vocalista de la banda Lux, Apolo Lux, se ve envuelto en un escándalo, cuando esta mañana reporto su auto como robado, este se ve involucrado en un accidente automovilístico, el representante de la banda, en un comunicado de prensa, expresa, ya tener al culpable de lo sucedido, pero en solidaridad con la persona afectada del hecho, cubrirá todos los gastos de hospitalización y daños ocasionados.

Apolo Lux, es impresionante, de cabello ondulado y ojos oscuros, una sonrisa hermosa y rostro fuerte.

― ¿Te comieron la lengua los ratones? ― pregunta Jonas colocando la bandeja con comida frente a mí, hago una mueca, no hay nada peor que la comida de hospital.

― ¿Sabes quién es Apolo Lux?

Me mira como si me hubiera salido otra cabeza.

― ¿Es una broma? Claro que lo sé. Es cantante de una banda muy famosa. Mi hermana está loca por ellos desde hace años.

Asiento, Lux, creo haberlo escuchado en algún otro lado.

―Y, ¿a qué viene la pregunta del guaperas? ― se sienta al pie de la cama.

Me encojo de hombros y tomo un bocado de la sopa, hago muecas, esta insípida.

―Acaba de salir en las noticias, al parecer su auto fue...― ¿auto robado? ¿Accidente?

― ¿Por qué te has quedado callada de repente?

Lo miro sorprendida y frunce el ceño. Llaman a la puerta. Compartimos una mirada por un momento, a lo que termino por encogerme de hombros.

Jonas abre la puerta y aparece un hombre de traje, de unos cincuenta años, que no me suena de nada.

― ¿Es la habitación de la señorita Cleveland?

―Sí, esta es. ¿Quién es usted? ― pregunta Jonas con el ceño fruncido.

El hombre le extiende la mano.

― Francis Brown, abogado del señor Apolo Lux ― Enarco las cejas, recién había caído en cuenta de ello, Jonas tampoco sale de su asombro,

―Pase... póngase cómodo... ― cae en cuenta que estamos en una habitación de hospital, apenas hay una silla extra.

―Muchas gracias ― el hombre entra con caminar seguro hasta mí, me tiende la mano y la tomo con confianza, parece un buen hombre ― Señorita Cleveland, mi cliente desea hacerse cargo de todos los gastos que puedan representarle este accidente. Hospital, el arreglo del auto, asistencia extra.

Veo a Jonas enarcar una ceja y cruzarse de brazos.

―Señor Brown, cuento con un seguro médico, que ya se está haciendo cargo de los trámites necesarios en el hospital, además del auto, se encargara el seguro, con respecto a lo demás son perfectamente capaz de costearme cualquier gasto extra. Puede hacerle llegar mi agradecimiento al señor Lux, pero no estoy interesada en su ayuda.

Me mira sorprendido y sonrío.

―Mi cliente insiste.

Asiento pensativa, eso no va a hacerme cambiar de opinión.

―Igual yo, si lo que le preocupa a su cliente es que vaya a tomar acciones legales, puede estar tranquilo, no lo pienso hacer, ni en su contra, ni en contra de la persona que estaba manejando. No deseo tener a la prensa sobre mí.

SAGA LUX I | El secreto de ApoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora