Apolo
Era evidente que era lo que buscaban los periodistas. Kath me lo había advertido por teléfono una hora antes y aún pensaba que no era una buena idea enfrentar a ese grupo de hienas hambrientas tan pronto, pero en el momento en que Phoebe decidió intervenir en la conversación con mis hermanos, ya no tenia otra salida, si ella deseaba darles la cara, pues yo estaría a su lado para apoyarla y ayudarla a que esto salga de la mejor forma posible.
Me volteó y escucho con atención los consejos que mis hermanos le están dando antes de salir.
—Debes sonreírles con seguridad, pero sabemos que eso no te falta —comenta Athan riendo, sonrío porque tiene razón—. Caminar segura, nosotros nos encargaremos de las preguntas, inclusive de las que vayan dirigidas a ti.
Phoebe asiente atenta a todo lo que le dicen.
—Con respecto a su relación —comienza Basha señalándonos a ambos—. Afirmaremos todo lo que es cierto, Kath ya está al tanto de todo ¿verdad?
—Si ya la agencia sabe y tienen listo el comunicado de prensa en cuanto salgamos.
Basha asiente, a partir de mañana conoceremos a quien será nuestro nuevo representante por parte de Star Records luego será con quien trabajemos este tipo de asuntos.
—Señores Lux, el equipo de seguridad está listo para cuando deseen salir —Nos informa un hombre alto y corpulento que se presentó como Xavier y el jefe de seguridad encargado de nosotros esta noche.
Lidear con la prensa no era algo sencillo, en ocasiones ni siquiera para nosotros que habíamos crecido rodeados de ellos toda nuestra vida y en más de una ocasión habíamos perdido los papeles con ellos, pero era algo a lo que debíamos enfrentar, algo que Phoebe debía conocer y plantearse si era lo suficientemente fuerte para lidear con ellos y si a pesar de todo lo que teníamos era mas fuerte que esta barrera.
Comparto una mirada nerviosa con mis hermanos, todos estamos algo ansiosos, aunque tratamos de mantenernos a la vista relajados, pero todos sabíamos que esto es un paso muy importante que dar.
Atravieso la sala hasta llegar a Phoebe quien tiene la mirada perdida en el vacío. Tomo su mano haciéndola sobresaltar.
—Estas muy nerviosa —observo lo obvio.
Asiente y ladea la cabeza de un lado a otro tratando de liberar un poco de estrés acumulado.
—Debo confesarte que no me siento muy feliz por ser el centro de atención —sonríe algo tímida— siempre fui de las que se quedaba detrás y no hablaba, sin muchos amigos. La aburrida.
Rio un poco imaginándola, es un poco difícil teniendo en cuenta el carácter que tiene además es como si cuando llegará a un lugar todos pusieran su mirada en ella. Brilla con luz propia, pero creo que aún no es consiente de eso.
—Los dejarás deslumbrados, solo sé tu misma —no es lo que normalmente diría, por que siempre trate de mantener a raya a mis hermanos y que todos nos viéramos perfectos, pero ya me he cansando de eso—. Pienso que es lo que todos deberíamos hacer.
Levanta su mirada hacia mis ojos, y me pierdo en el verde de su mirada. Junto nuestros labios en un último beso de ánimos antes de pasar mi brazo por su cintura y comenzar a caminar hacia la salida.
En cuanto las puertas se abren los flashes me ciegan por un momento, tardo unos segundos en que mis ojos se acostumbren a esas molestas luces. Me vuelvo preocupado a Phoebe y me quedo fascinado con lo que capta mi mirada. Su rostro muestra serenidad, una ligera sonrisa adorna sus labios, su postura es erguida pero natural, todo en ella denota seguridad.
Gratamente sorprendido observo como mis hermanos la ven de la misma forma que yo. Siento como se me quita un peso de los hombros y mucho más confiado la pego más hacia a mi y durante unos minutos permitimos que nos fotografíen a gusto.
Salir del aeropuerto es todo un reto cuando todos los periodistas desean que respondas todas sus preguntas, pero luego de responder unas cuantas siento que ya hemos hablado suficiente por hoy, no me gustan las situaciones donde no puedo controlar como van las cosas.
Nos dividimos en cuatro autos, dos de nosotros en cada uno de ellos junto con dos miembros de seguridad, quizá suena un poco exagerado, pero ha decir verdad me siento mucho más tranquilo de que hayamos contado con todo el apoyo de nuestra nueva disquera. Tendría que agradecérselo a Kath personalmente en cuanto tenga la oportunidad.
—Eso fue intenso —suelta Phoebe de la nada observando la playa por la ventana, hemos tomado la autopista hacia Malibú donde esta nuestra casa, no era seguro dejar a Phoebe en la suya por si alguno de los periodistas decidía seguirnos.
—Con el tiempo perderán interés —miento para tranquilizarla.
Se vuelve a mi y me mira con los ojos entrecerrados.
—Apolo no me mientas para hacerme sentir mejor, que no he nacido ayer.
Ok, esa no fue de mis mejores ideas. Dejo salir un suspiro y me acerco a ella. De reojo observo a nuestros dos acompañantes que mantienen su mirada fija en la carretera lo cual agradezco.
—Está bien, me atrapaste, pero lo que si es verdad es que lo aprenderás a manejar con el tiempo hasta que llegará un punto en que realmente ya ni siquiera los tomarás en cuenta —no mentía con respecto a ello, realmente había llegado a hacerlo en ocasiones.
Pero eso había sido por que sin darme cuenta ya no sabía en que momento estaba interpretando mi papel como famoso intachable y cuando era Apolo, solo la persona. Interpretaba un papel inclusive con mis hermanos, y no lo había visto hasta que llegó Phoebe y comenzó a darme la contra en todo, cuando hablaba o tan solo con una mirada. En su presencia es como si todos nosotros volviéramos a ser solo un montón de chicos a los que les apasiona la música.
—Te has quedado pensando en algo —siento como me interroga con la mirada.
Una de las cosas que había descubierto de Phoebe es que siempre estaba habida de información, le gusta estar enterada de todo y aunque no me molestaba compartir con ella mis pensamientos ya que no tenía nada que esconder, me sentía un tanto inseguro de contárselo todo.
—Nada de importancia —miento con descaro y se que ella lo nota, pero no dice nada, solo asiente—. ¿Te gustaría quedarte esta noche conmigo?
Enarca sus cejas con sorpresa, se ve adorable cuando con suavidad sus mejillas comienzan a pintarse de rosa.
—Solo para el récord, no puedo creer que te sonrojes que te invite a quedarte conmigo —lo digo con malicia, y de inmediato ella se toca las mejillas.
Quien conduce finge toser y prende la radio del auto, de inmediato comienza a sonar una canción suave que identifico como jazz.
—No lo sé Apolo, una cosa era Santorini...
Presiono mis labios en los de ella y con suavidad me adueño de ellos. Un beso lento, de reconocimiento permitiéndonos identificarnos, siento sus manos rodear mi cuello mientras que yo la abrazo con fuerza desde la cintura. Si no tuviéramos publico no lo pensaría dos veces y la colocaría sobre mi regazo para acortar aún más nuestra distancia.
—Santorini, Los Ángeles, la china, no importa el lugar del mundo. Lo que quiero es estar contigo, tu compañía, no me importa que sea en mi casa, en la tuya o en la cima de una montaña, cualquier lugar a tu lado es uno en el que yo quiera estar.
—Como podría decirle que no a eso —dice besándome de nuevo.
—Admítelo, no puedes decirme que no.
—Bájate de tu nube Apolo.
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SAGA LUX I | El secreto de Apolo
RomancePhoebe ha llevado la vida que siempre planeo para ella, una buena casa, un buen empleo u un buen hombre, la vida perfecta, quizá demasiado. La hija, estudiante, empleada y novia modelo, se ha esforzado en todo para ser la mejor, pero se ha olvidado...